MAR71. LÁGRIMAS VERDES, de Yolanda Nava
“A las once de las noche en el Planetario, disfrazados con atuendos futuristas”. Me inquietó el modo en el que íbamos a celebrar el encuentro de antiguos alumnos, pero viendo quien firmaba la invitación lo entendí todo: Rufino, el número uno de nuestra promoción que al parecer sigue con su pasión por el espacio. Llego puntual, visto un traje plateado con antenas y todo, al que he colocado un dispositivo digital a la altura del pecho que escanea imágenes: insuperable. Concentrado en la imposible tarea de reconocer a mis colegas, no veo acercarse al ser que palmea mi espalda y me alarga una mano verdosa de tres dedos, sus ojos alargados me miran inquisitivos, mientras su voz metálica me anuncia que es Rufino. Me comenta que ha estado escribiendo un libro, que hoy ha puesto “fin” en la página 2084. Inicia un apasionado discurso sobre la fusión humano-espacial que me aburre. Estoy concentrado en la autenticidad de su disfraz. Harto de que siempre me supere en todo me lanzo sobre su cara, tiro fuerte para quitar esa careta tan perfecta, él grita diciendo que le deje en paz, que le hago daño. Y lágrimas verdes ruedan por sus escamosas mejillas.
Me encantó.
María.
Genial, Yolanda. ¡Qué bueno!
Me ha encantado.
Abrazos.
Muy buen micro, donde esas lágrimas verdes, de principio a fin lo dicen todo.
María Rojas
Yolanda, mucho habia cambiado su amigo. Ocurre a veces, y nos llevamos unas sorpresas tremendas con la nueva persona que tenemos delante. Suerte y saludos.
Debería atender las explicaciones sobre el libro de su amigo Rufino y no dejarse llevar por un pronto, así entendería la metamorfosis.
Un abrazo.
Un cuento realmente curioso y acertado con la propuesta mensual, fusión hombre-marciano, eso sí con lágrimas. Me gustado el desenlace, el pobre friki-marciano que lo era de verdad, muy bueno.
Es muy muy bueno. Esas lágrimas verdes cuentan toda la verdad de la historia de Rufino. Yolanda te has superado esta vez,. Un besote
Relato de lágrimas que ruedan por sus mejillas, parecidas a las que iniciaron el REC de esta semana, pero de color verdoso. La página 2084 y una era futurista bien descrita y con un final perfecto. Esa imagen arrancando la supuesta careta me ha encantado.
Besos Yolanda y mucha suerte para este mes.
Joder, con razón tanta pasión por el espacio. Parecía que no iba para tanto pero qué gran micro.
No hay duda de que estás en plena forma, Yolanda.
Saludos!
¿Qué hay, Yolanda?
Me gusta la última frase. Sin embargo, creo que el resto no está a la altura de esta frase. Me dio la impresión de descuido. A lo mejor me equivoco, pero creo que unas vueltas más a la redacción, alguna limpieza, no le vendría mal al cuento. Y otro apunte tonto: en la línea 5, ese «quien» lleva tilde; es decir, «quién».
Un abrazo.
Gracias a tod@s por vuestros comentarios, la verdad que no sé a vostotr@s, a mí personalmente, el tema de este mes no me sugería nada, ninguna historia, por eso cuando empecé a teclear y surgió esta no quise esperar más y la envié.
Rubén, agradezco mucho tu opinión y correcciones, una forma de aprender y crecer, cierto que no le vendría mal una vuelta de tuerca a algunas cosas, la verdad que me había salido un relato más largo, cuando me dí cuenta de que superaba la extensión que se pide en las bases lo recorté y de ahí que quizá no se vea muy trabajado, quizá hubiese sido mejor reescribirlo.
Lo dicho, gracias una vez más a tod@s por acercaros.
Fuerte abrazo.
Amigo Rubén……..la frase final es tan buena que reconciliaría cualquier error, de existir. Precisamente el texto «pretende», por intertextualidad ser llano, sencillo y coloquial, por lo que la sorpresa final está a la altura. Vaya días que llevas! no perdonas ni una . Yolanda….muy muy digno, de verdad.
No perdono ni una, no, es verdad. Si lo hiciera no sería yo. ¿Por qué no alentar para alcanzar la excelencia? Para decir que todo está bien siempre hay tiempo. Es lo más fácil y vago. Me costaría mucho menos no decir lo que pienso, os lo aseguro. Besos a las dos…
Rubén, creo que tienes buena intención, pero que no sabes dónde te has metido.
Este no es un concurso normal…
Aquí la gente se conoce, y mucho, y hasta se han hecho amigos. De modo que los relatos de cada uno de ellos son elogiados y alabados sin ningún tipo de pudor ni censura. Apelando al respeto y la amistad que les une TODOS sus relatos son BUENÍSIMOS, GENIALES, BRILLANTES…
No se trata de hacer un análisis preciso ni una crítica sincera de los relatos, no, no se trata de eso aquí.
Puede darse el caso de que alguien escriba un relato mediocre, descuidado, soso, ñoño, incluso con faltas de ortografía (en este concretamente, aparte de la tilde que señalas, falta la hache en: a puesto «fin»), pero si lo ha escrito fulanito o menganita sus amigos se dan la mano y cantan alabanzas.
Así es, aquí se premia el buen rollo y el respeto amistoso, por encima de la calidad literaria.
Este es un lugar de encuentro de gente muy positiva y optimista, que siempre ve el lado bueno de los textos. Hasta en los que no lo tienen.
Estoy seguro de que muchos de los comentarios que se hacen no son en absoluto sinceros. Quien se sienta ofendido que se pregunte (con la mano en el corazón) si ese relato del que ha cantado maravillas es realmente maravilloso.
Sin embargo, he de reconocer que también hay textos realmente buenos y de gran nivel.
Hola, Una voz en el desierto. Muchas gracias por tu aviso y resumen del «estado de la cuestión». Aparte de que mensualmente participo, si entré aquí fue a través de un enlace que la propia Yolanda nos dejó en el grupo cerrado de Facebook, «despojos del ReC». Ella ya me conoce, como también Nieves, y tanto si me conocen, aunque en realidad como Perth Ciento Once, ¿verdad, chicas? El caso es que hago aquí la misma crítica que hago allí y que me gustaría recibir a mí, y ellas lo saben. No es lo habitual, de acuerdo, y además tienes toda la razón en todo (y esto mismo he denunciado suavemente en Facebook), pero será que yo tampoco soy habitual. Algún día seré profesor se microficción en la complutense y discutiré igualmente con mis alumnos. Así entiendo yo la literatura, construyéndose desde el cuestionamiento de todo lo establecido: formas, estéticas, temáticas. Tengo el mail lleno de otras compañeras del «despojos» que quieren que les critique/analice/corrija tal o cual cuento, así que fíjate si además hay deportividad y ganas de aprender. Un fuerte abrazo.
Hooola. Disculpad la intromisión, pero de algún modo me veo referenciado como «animador» y «gestor» de los comentarios y no quiero que lleve a engaño a los que se incorporan…
Secundo prácticamente todo lo dicho por Antonia. Nunca hemos promocionado el buenrollismo en este blog ni nunca lo hemos criticado tampoco. Estamos muy contentos de que siempre haya un comentario para cada esfuerzo, y que en general el enfoque del mensaje sea optimista y de ánimo, es un «valor» de este blog, pero nunca un deber ni condición porque esa decisión siempre ha sido libre y espontánea. De los más de 36000 comentarios que cuenta el blog apenas he tenido que retirar unos 15 o 20, y todos fueron por comentarios o insultos que consideré irrespetuosos a las personas o su trabajo, nunca por proponer una corrección en el texto. A veces me ha sido complicado valorar y he tenido que dejar comentarios que, personalmente, consideraba injustos o equivocados, pero ahí han quedado. Es evidente que si alguien considera que en este blog hay textos que no tienen «ningún lado bueno» es que no ha entendido que en ENTC no hay niveles mínimos porque para participar nos basta mostrar la ilusión por la escritura, que ENTC considera tan valioso y respetable el relato del que ganó el concurso anual como el experimento que alguien se ha atrevido a compartir por primera vez… que, en fin, preferimos quedarnos con la acepción más positiva de encuentro.
Además de agradecer el espacio de debate que propones y de remitirte, José Antonio, a mi respuesta a Antonia, solo querría decirte (al hilo del jabón o el buenrollismo, términos no míos, por cierto) que no creo que haya lugar a pensar que aquí se promociona ni que tú seas responsable ni mucho menos.
Por otro lado, si un texto no tiene nada bueno, en realidad es un cuento valiosísimo. No voy a repetirme, pero creo que se me entiende.
Ciao
Horrooooooor, no había visto lo de la «h», me auto-castigo sin postre, la verdad que es gravísima esa falta ¡por dios que el «todopoderoso» JAMS, entre en el texto y la ponga… o que retire el texto que hace mucho daño a la vista, mañana todos al oculista…, si es que hay veces que es mejor no publicar nada. En fin, ya esta hecho. A fijarme más.
Besos y abrazos virtuales amigos.
Muy bueno, Yolanda. Me ha encantado, te deseo mucha suerte…
Brillante alumno y brillante relato, pero no te fíes de las lágrimas de cocodrilo.Abrazo.
Ese final es impresionante, su amigo había dejado de ser el que él siempre conoció y es que todos evolucionamos, aunque espero que no hasta ese pungo cuando nos acerquemos al 2084.
Suerte y un fuerte abrazo Yolanda.
Un relato muy tierno e inquietante… Un abrazo Yolanda.
Sencillamente bueno. Para qué usar palabras gastadas si con estas quiero decir que has puesto en escena una idea inusual y sorprendente y por cierto, muy bien contada
Gracias amig@s por vuestros comentarios, y una vez más, a ti Rubén, mi agradecimiento por tu comentario, a mí las críticas no me importan porque estoy aprendiendo y que te muestren los fallos es un modo de enmendarlos.
Saludos y un fuerte abrazo.
Cuando la voz no tiene nombre, toda la prédica de sinceridad se va al traste. Cierto es que hay aprecio, que muchos de nuestros relatos no son excelentes, pero de todos y cada uno de ellos se puede valorar algo.
Quizás el respeto sea lo que hace que no se ataque por que sí.A alguien que salta el listón o corre hasta donde puede, no se le puede exigir igual que al atleta preparado. Ahí está la razón del porqué cualquier participante, por el hecho de hacerlo, merece ánimo y valoración.
Escribimos, regular, bien o excelentemente, pero valoramos más el entendimiento y el cariño.
Para valorarlo profesionalmente,está el jurado. Y sí, Hay gente que se conoce, que es amiga, pero no te creas en posesión de la pureza de juicio, ni de sinceridad o ética.
Personalmente procuro ser crítica y no dar jabón. También creo que la inteligencia de cada cual le hará leer entre líneas y valorar los comentarios recibidos.
No sé quien se puede sentir ofendido, pero personalmente, creo que a veces el que señala, sale señalado.
Rubén, has hecho bien en opinar, como si no hubieras opinado. Somos libres, y si las críticas son constructivas, ayudan a todos. Personalmente me encantaría me dijeran los fallos, pero agradezco mucho el cariño y los comentarios positivos, como cualquiera, supongo.
Saludos, Rubén.
p.d. No sé si faltan tildes, comas o paréntesis. Pero ahora no voy a repasar, es que no comí 😛
Hola, Antonia, jaja, no voy a mirarte las comas, no te preocupes. Soy el primero que piensa que de las obras fallidas es quizá de las que más se aprende, por contraste. También sé que la filosofía de este blog no es la crítica sesuda ni el objetivo de los autores (o de la gran mayoría) es perfeccionar su arte y dar la vida en ello. Es, como bien ha dicho José Antonio más arriba, un lugar de encuentro.
Dicho esto, si alguna vez he criticado lo de «dar jabón» es porque me parece que no ayuda al autor a descubrir sus fallos, los ánimos no sirven para aprender. Si alguien está en un hoyo, metafóricamente, ¿será mejor echarle una mano para ayudarle a subir que quedarte arriba animándole? Pienso que hay que valorar desde la exigencia, pero, como has dicho, no con el mismo rasero, pues todos los atletas no tienen los mismos pulmones. Igual estoy equivocado pero yo me tomo la literatura en serio (es mi objeto de investigación, mi aspiración y mi profesión); no estoy en la misma sintonía que alguien que se la tome como un entretenimiento.
Por último, creo solo al autor que recibe el elogio compete valorar si es sincero o no, si le sirve o no, si lo valora o no. Ahí no me incumbe entrar, salvo cuando sea yo el autor, ¿no?
Un beso, Antonia
Ah, Antonia,¿cuál es tu apellido? Es para pasar a leerme tus cuentos… Voy afilando los dientes.
Hola Yolanda. Me ha gustado el relato y no me atrevería a resolver sobre su puntuación, solamente el autor sabe de su intención al plasmarle o si tenía prisa al escribirle, etc. A mí también me sucede… Ser anónimo tampoco es problema, casi todos somos desconocidos.
La razón es lo mejor repartido del mundo, todos creemos tener suficiente, y yo, también. Sonrío.
Abrazo Yolanda, Enhorabuena.
Lines
Bueno Rubén, Antonia García Lago mi nombre. Afila, corta, poda. Sin miedo. Divertirse y aprender, o en orden inverso. Eso me gusta. Adelante.Y espera ser correspondido. Con cariño.
Abrazo.
Con cariño, siempre, por supuesto. Ya cacé «Impuestos de navidad» y «Tácito». Voy a ello.
Yo en ENTC tengo este cuento para que te alimentes con él: http://www.perth111.blogspot.com.es/2012/12/ida-y-vuelta-1212.html, y así te además envío el enlace de mi blog.
JAMS, ya no está lo de buscar al autor o al título.¿Podría volver a ponerse? Era útil. Gracias.
Hooola. Funcionaba fatal, Antonia. En la barra de Blogger, arriba del todo, en la izquierda, hay un buscador que funciona muy bien. Prueba…
Un saludo
Anda… ¡Menudo debate! Y yo sin enterarme… Bueno, bueno, pues a corregir, comentar, aportar ideas y todo desde el cariño, eh.
Saludos.
😉
Ana querida, que el que decía eso era «l»una voz en el desierto», que se lo decía a Rubén. Rubén pone su nombre. Un besote.
Ana, si metes la pata, que bien la sacas. Muy bien explicado todo. Eres muy clarita y muy formal (a ratos)
Otro abrazo.
Y ahora, Rubén, difiero de ti. Ese quien no es interrogativo, luego no lleva acento.Acabo de andar consultando por aquí,
Convénceme de lo contrario.
Y pide perdón je je .
Es broma.
La verdad es que mi corrección fue apresurada. ¡Me equivoqué! Según la RAE, como equivale a «a los que» no se puntúa, pues es pronombre relativo, no interrogativo, como bien dices.
Sin embargo, me encuentro un «Volvió la cabeza a estos gritos aquella señora, toda sobresaltada, y no viendo quién las daba, se levantó en pie» (Quijote, Cap. XXXVI, tomado del CVC) que me devuelve la confusión.
La verdad es que sí, pero nos pondremos a investigar y a pensar y seguro que a alguna conclusión llegaremos. Eso es lo divertido de leer y escribir.
Por cierto ¿Quién era ese Quijote?
Lo he buscado y sí. Quizás haya un error al pasar el texto aquí. Bueno, gracias por todo.
Jo, vaya ensalada! Yo pasaba por aquí para decirte que me gustó lo de las lágrimas verdes.
Un abrazo Yolanda
Gracias Mei, tienes razón del lío que hay por aquí y encima yo toda preocupada por la «h» huida que no sé ni como se me pasó (bueno por las prisas con que lo envié, en fin, que gracias por acercarte guapa.
Un beso.
Aviso a Yolanda :
Tengo la H en casa. Si quieres recuperarla envía un buen jamón. Mejor 2, que la he alimentado , mira cómo está de hermosa, y me ha costado una pasta.
Contesta en clave, que nos vigilan.
Jajaja… y yo buscándola, me quedo tranquila está bien custodiada, ay madre, de cuantas cosas nos salva el humor. Fuerte abrazo Antonia, y cuídamela bien que ha de volver a su sitio y si es bien oronda mejor.
😉
Un relato estupendo Yolanda. La historia termina de una forma inesperada:)