MAR97. S.O.S., de Amparo Hoyos Sanchis
Anneka caminaba por la playa de arena color antracita cuando, semienterrado, vio un objeto brillante que recogió entre sus manos enguantadas. Parecía una vieja botella de vidrio cuyo interior dejaba apenas entrever una nota, que no se decidió a extraer, por miedo a resultar intoxicada: mejor llevarla al laboratorio gubernamental.
En el interior del recinto el aire era puro y se despojó del casco. Puso el objeto encima de una mesa-escáner, donde un pequeño robot abrió la botella hasta vaciar su contenido. Doblada entre un plástico, apareció una inscripción. La tinta estaba borrosa, apenas era legible. La mesa tradujo la nota automáticamente. Sustituyó los espacios vacíos por palabras que daban sentido al mensaje: “ Miami, mayo 15/ 2084. Me llamo Martin, tengo doce años. Sé que estos mensajes pueden viajar durante mucho tiempo impulsados por las corrientes. Me gustaría decir, a quien lea esta nota, que nuestros bosques están desapareciendo, la mayoría de los animales están en peligro de extinción, los gobiernos no hacen nada. Tal vez, ustedes puedan encontrar una solución”.
Instintivamente, Anneka levantó la mirada hacia el monitor donde se podía leer: Alesund (Noruega) enero 10/ 2227. “No sabía que en el año 2084 quedaran árboles todavía… “.
Gracias. Sí resulta escalofriante. Cuando miro a lo lejos las montañas que me rodean y, hace un año, eran verdes y, ahora, son marrones, siento escalofríos. Cuando recuerdo las playas de Galicia llenas de chapapote, también. En poco tiempo pueden suceder muchas cosas terribles… Leí, hace poco, que estamos en este planeta como si no fuera el único planeta donde vivir, como si existiera otro de respuesto. Esto me hizo pensar. Gracias por tu comentario.
A mí también me ha gustado mucho porque en muy pocas palabras, te lleva muy lejos en el tiempo.Y muestra una realidad muy dura que tenemos asumida con naturalidad.Y no, no es natural perder los bosques.Estamos ciegos.Un saludo muy cordial
Gracias, Asunción. Realmente la situación actual de la vida «natural» debería ser considerada mucho más en serio. Actualmente estamos preocupados por la situación política y económica y nos hemos puesto una «venda» para no mirar otras cuestiones. Apenas tienen repercusión las acciones de Greenpeace o demás asociaciones que aún se preocupan por el medio ambiente. Me alegro de que te haya gustado.
Muy bueno.
Qué tremendo! Muy bueno, enhorabuena.
Angeles
Gracias,Ángeles
Esperemos que no se cumpla algo tan trágico.
Buen relato. Suerte.
Gracias, Yolanda. Sí, esperemos que no se cumpla.
Espero que no seas agorera, ufff. Me ha gustado mucho, Amparo. Hace tiempo que empezó a desaparecer todo, pero últimamente no nos damos cuenta, solo tenemos a nuestro alrededor noticias económicas. ¿Se darán cuenta de que nos estamos cargando el planeta y dejarán de jugar al monopoly?…… Un besote
Gracias. Espero que nos concienciemos todos de que tenemos que conservar el sitio donde vivimos. Así es de simple. Es nuestra casa y, de momento, la única.
Me ha gustado mucho, con tu permiso lo pondré en el blog de clase para que lo lean los niños. Ellos tienen el futuro en sus manos, espero que lo cuiden y lo hagan mejor que nosotros. Un abrazo.
Gracias Malén. Para mí es un honor que tus alumnos lo lean.
Un relato bien escrito en el que descubrimos que muchas veces los mensajes de personas preocupadas por el mundo se pierden en el tiempo o entre laberintos. Las voces silenciadas, esas que solo entienden de la realidad no son escuchadas la mayoria de las veces antes de que las desgracias sucedan. La protagonista ha encontrado no solo un mensaje sino un grito desesperado de alguien inocente. Me ha gustado la forma en que describes en pocas líneas lo que sentido la protagonista como si pensase: «lo sabían y no hicieron nada, lo sabía hasta un niño de 12 años y nadie hizo nada».
Gracias, José Luis. Es el sentimiento de la impotencia cuando leo y oigo ciertas noticias. Los gobiernos siguen empeñados en recalificar los terrenos quemados.Ayer, sin ir más lejos, lo leí en un diario local. Los ejemplos de Eurovegas, Urdangarín que llegó a exponer a la Generalitat valenciana su proyecto de hacer un puerto deportivo en la Albufera de Valencia…¡¡Clama al cielo!!,-como se suele decir-.
Gracias, Ana. Tienes razón. Yo tampoco viajo mucho pero es cierto lo que dices, cuando se pasa la frontera de los Pirineos, parece que entras en otro mundo. Deberíamos tomar ejemplo de otros países.
Muy bueno y terrible. Felicidades, Amparo.
Sensacional Amparo sinceramente se me han puesto los pelos de punta, yo amo a la naturaleza y mucho mas a los animales que habitan en ella, vivimos en unos tiempos muy muy dificiles desde luego a nivel internacional, pero en nuestro pais es increible yo no puedo con las injusticias y nunca podré, es terrible, sé que la esperanza no la podemos perder, pero no hay ninguna noticia buena, ayer me comentaba una amiga que que nos está pasando no hay mucha empatia entre las personas (hablo en general) no hay mucha humanidad, vamos todos locos por subir al autobús sin importarnos el de al lado, en fin no me quieroextender, de nuevo felicitarte por este mensaje con tanto significado y un saludo, por cierto tengo tu mismo nombre y apellido
No sé por qué al pensar en le futuro nos imaginamos todo más inhumano. Da la sensación, que somos tan necios, que en vez de aprender de nuestros errores, vamos de cabeza a la destrucción. Realmente es triste pensar así, sin embargo expresamos lo que sentimos. Muy buen relato Amparo.
Gracias a todos por vuestros comentarios, me animan a seguir ecribiendo.