08. MARATÓN (Paloma Casado)
Aunque estaban seguros de su victoria, un pensamiento negro sobrevolaba las cabezas de los soldados: sus mujeres se inmolarían y destruirían la ciudad si no conocían el resultado favorable de la guerra, tan grande era el temor que sentían hacia el enemigo. Entonces encomendaron a Filípides anticipar en Atenas el mensaje de su triunfo.
Salió al anochecer, acompañado por el canto de los grillos y guiado por el titilar de las estrellas. Recorrió lomas y llanuras bajo el sol abrasador o reconfortado por la suavidad de la noche. En el camino encontró a soldados que portaban estandartes con águilas imperiales, con media luna amarilla o con esvásticas, dispuestos a invadirles. Contempló casas quemadas y otras que ocuparon su lugar, vislumbró gusanos de metal viajando sobre raíles, enormes pájaros rasgando el cielo y vehículos veloces. Supo de alzamientos de dictadores y marchas por la libertad.
Cuando llegó, el Partenón emergía entre ruinas contemplado por una multitud de gentes extranjeras. Vio a niños que vendían sus ralas mercancías y a ancianos sentados sobre piedras pidiendo limosna para completar su pensión. Comprendió con amargura que su esfuerzo había sido en vano. Vencido, exhaló con su último aliento la palabra “derrota”.
Relato histórico o histórico relato. Me valen las dos. De los de leer en clase y aprender. Abrazos y suerte.
La mítica carrera de Filípides, meritoria y elegida como leyenda y símbolo deportivo, sirve de repaso a la Historia con mayúscula de lo que se ha venido en llamar Humanidad, desde esa Grecia antigua hasta nuestros días, con un balance muy realista, apegado al momento y poco dado al optimismo, que parece confirmar que el ser humano ha fracasado como especie, de ahí ese último y terrible sustantivo final entrecomillado, que viene a definir un lento apocalipsis sin remedio. Si hasta Filípides tira la toalla es que todo está perdido. Un relato tan concluyente como intenso, con pocas concesiones a la esperanza.
Un abrazo, Paloma. Suerte
Paloma, bien narrado este trascurso de aconteceres historicos y la moraleja final. Suerte y saludos
Ser testigo de toda la Historia Humana en tu camino y no poder hacer nada para alterarla aún viendo sus destructivos efectos, solo pregonar su derrota. Suerte y un saludo, paloma.
Tu original relato convierte al mio en un segundón. Tu Filipides llegó a la meta momentos antes. Sólo me queda felicitarte y darte la enhorabuena, Paloma. Un abrazo sincero y mucha suerte.
Un relato perfectamente construido, en el que el transcurso del tiempo ligado a la historia de la civilización occidental se erige en protagonista. Me ha evocado el Apocalipsis y uno de mis libros favoritos, «Balada de Caín», donde también se juega con el tiempo de una forma a mi parecer similar. Enhorabuena.
Besos y suerte.
Una carrera a lomos de la Historia con sus grandezas y su miseria y con una visión: al final, seremos derrotados por nosotros mismos. Genial relato, Paloma. Abrazos y mucha suerte.
De quitarse el sombrero. Te van a llover los comentarios en positivo… y con razón Paloma. Del relato te comento poco. Es que se comenta solo con solo leerlo. Me ha encantado. Enhorabuena y mucha suerte !!!
Nos regalas unas imágenes que gusta contemplarlas y leerlas por la realidad que aportan.
Un maratón de palabras e historia que llenan un relato de calidad
Un beso Paloma.
Muy buena esta versión de la carrera de Filípides que narra una victoria que se convierte en una cruel derrota. Y es que todas las guerras conllevan destrucción: hasta los «vencedores» pierden.
Felicidades.
Mucha suerte, Paloma.
Esta maratón de sucesos excede a la humanidad que vio pasar guerras y derrotas para llegar a esta realidad donde la libertad parece ser sólo una tumba.
Excelente relato Paloma.
Un abrazo y suerte.
En esta carrera has derribado todos los obstáculos y has batido todas las marcas. Se nota que eres una plusmarquista de la élite. Es un gusto leerte siempre, Paloma. Un beso.
Qué carrera maratoniana a través de un importante trozo de historia de la Humanidad.
Genial relato Paloma. Te deseo suerte aunque dudo que te haga falta.
Un abrazo.
Pintas en tu relato el devenir de distintas invasiones, la aparición de los inventos y la llegada a una triste realidad actual… Tanto esfuerzo para acabar así, pensará Filípides.
Bueno, tu esfuerzo para escribir el texto nos deja un muy buen relato, este sí que vale la pena.
Un beso.
Carme.
¡Qué bueno, Paloma!
Una maratón por la historia que te deja sin aliento. Y ese «previsible» e inevitable final. ¡Enhorabuena!