109. Maravillas de la radio.
Desde que los sonidos de la emisora KDKA salen de ese aparato que el Sr. Wilson compro, y que él llama radio, las largas horas que paso en el despacho contable de la empresa White Star Line, en Pittsburgh se hacen más llevaderas. A este despacho llevan las ondas, en argot radiofónico, por el hecho de que la Srta. Alison deja abierta la puerta del salón principal de la casa de los Wilson y las ondas viajan por el pasillo y se introducen en este despacho, porque yo también dejo la puerta abierta. La verdad es que la Srta. Alison y yo hemos estrechado unos lazos de simpatía desde que ese aparato emite sus programas musicales, tengo que reconocer que es una magnifica muchacha. Ese aparato realiza su magia cada tarde a la misma hora cuando aparece por la puerta la brillante sonrisa de Alison y confirmamos que nos veremos en los jardines traseros de la casa, para compartir un rato juntos y comentar que canciones nos han gustado más. ¡Qué poderosas son las ondas electromagnéticas! Que unen a personas tan diferentes con el lazo del amor.
La empatía de la radio, entre locutor y oyente, y las fantásticas imágenes que surgen del que transmite a través del micrófono.
Mejor dejarlo en esa ilusión que cada día nos engancha.
Bonito relato, José Manuel
Espero que este comentario sea el primero de otros muchos.
Lo que más me gusta del relato es que consigue situarte con facilidad en la época a la que remite por la forma en que está escrito, con ese lenguaje como añejo: «estrechar lazos de simpatía», «magnífica muchacha»… Tiene todo el aire de una peli de James Steward. Besos y suerte.
Pues sí. Y por qué no.
Que lo que una la radio, nadie lo separe jamás.
Me gustó José Manuel. Te deseo suerte.
Ton.
José Manuel, has conseguido trasladarme a esa época con su ambientacion y fluidez. Suerte y saludos
Gracias a todos por vuestros comentarios
Me gusto el color de tu relato, no se a que época se refiere, pero muy logrado.
Un abrazo y suerte.
KDKA emitía en la década de 1920, el relato esta ubicado en esta época, he querido que esa diferencia fuera, de edad, de clase social.
Gracias…
Lograste lo que querías en este buen relato.
Felicidades y suerte.