97. Marron
En sus ojos de pupilas marrones y tristes se reflejaban las vivencias acontecidas.
Miraba y disfrutaba de sus plantas verdes y hermosas gracias a esa tierra marrón
La tierra donde vivimos, donde echamos raíces y pasamos la vida.
Mientras trasplantaba pensó en sus dos hijos, dos varones estupendos que ella sentía que eran lo mejor de su existencia.
Ahora como sus plantas cambiaron de tierra, cambiaron de sitio y crecieron y formaron sus tiempos y experiencia.
Sus ojos se posaron en el dibujo hecho por Carlos, el menor. Era precioso, personal y sintió como siempre supo que sería un gran artista.
El mayor Fernando publicaba libros de investigación histórica. El terminó la carrera que ella dejó a medias.
Menudo marrón, pensó:
Que expresión tan cargada de mal rollo. Y de nuevo miró la tierra, feliz, sabiendo que el marrón esta cargado de cosas buenas