44 ¿MÁS VALE TARDE QUE NUNCA? (Isabel Cristina)
—Llegas tarde
—Lo sé
—¿Has cambiado de idea?
—No. A donde tú vayas, yo iré.
Él le sujetó la mano muy-muy fuerte, y allí, elevados por encima de las nubes, en ese reino de los cielos de acero y hormigón le dijo: “Chéri, mon amour”
A la joven francesita, enamorarse le había llevado muy poco tiempo y no dejaba de gritarle: “¡Je t’aime!, ¡Je t’aime!…”
Sin oírla, su amante le lanzó un último beso apasionado y eterno, que ella recibió, justo en el momento en que ambos abandonaron su cielo para aterrizar en el durísimo y mortal suelo terrenal.
Hay ocasiones en que los refranes no funcionan, o solo si se les da la vuelta. En este caso, bien podría haber sido: «Más vale nunca que tarde».
Es cierto que no conocemos sus motivos; también, que el amor puede englobar muchas cosas, pero siempre y por encima de todas, vida. Romeo y Julieta acabaron de forma trágica, pero fue por confusión y falta de la información completa y necesaria. En tu relato, quizá si ella hubiese llegado más tarde, o, con mejor criterio aún, no hubiese aparecido, el resultado habría sido otro.
Una reflexión sobre si el amor nos vuelve locos del todo, o es posible que se cuele un mínimo de raciocinio.
Un abrazo y suerte, Isabel Cristina.
Admirado Ángel,
¿Si el amor nos vuelve locos del todo? Creo que por supuesto que es posible como puede ocurrir con el dinero, la fama, el sexo, el feminicidio…Escuchamos noticias a diario. Claro que con una mente sana y bien elaborada es mucho más difícil y complicado que algo de esto ocurra.
Un saludo.
Pues el escenario es un final de película, los veo en la Torre Eifel antes del salto, un amor francés, un volar antes de estrellar su amor es un final de película lo dicho, Habría quesaber qué les llevó a tal decisión. Suerte Isabel, abrazos
Isabel Cristina, a veces el amor nos hace perder la razón. Quizás sea este el caso de tu joven enamorada que sigue la trágica decisión de su enamorado. Mucha suerte, Cristina.
Me entretuve, aún sin tener mucho tiempo, buscando y mirando puentes y viaductos muy altos y apareció el Millau (Francia) que cuando se construyó (2004), era el más alto del mundo. Pensé que me venía muy bien una parejita francesa que decidió lo que decidió sin yo saber el por qué.
A veces, los relatos los trabajas sabiendo lo que quieres contar y otras veces la historia va saliendo sola, pareciendo que ya estaba ahí, esperando solo un título.
Nos leemos.
Amor y muerte, siempre de la mano real o simbólicamente, de manera dramática en el caso de esta pareja a cuyas vidas veo que hemos llegamos tarde. Mucha suerte con tan fresca y sugestiva propuesta, Isabel Cristina. Un abrazo.
Isabel Cristina, muy bueno ese «durísimo», en grado superlativo y entiendo que con doble sentido del suelo terrenal. Me ha gustado que en pocas palabras se intuye una gran historia.
Abrazo
Esa joven francesita, Isabel Cristina, tenía escrito en su destino morir por amor, y aunque tarde, se presentó a su cita con él. Ahora el juego es adivinar qué que estos amantes hizo sellaran ese pacto mortal.
Suerte con tu historia.