76. Matices
Matices
Nuevamente en la habitación de un hospital por segunda vez en un mes, le ha dado la bienvenida a sus noventa y un años enganchado a un suero y esperando que la dichosa pancreatitis remita llevándose ese color amarillento de su cada vez más delgado y arrugado cuerpo. Todo el personal está encantado con él, lo miman tanto… temo que no quiera irse de aquí (dormir a su lado en un sillón desvencijado tantas noches ya pasa factura a su abnegado hijo).
Es mi turno. Cuando llego, él está durmiendo la siesta. Por un momento cierro los ojos…el escenario es tan distinto…un vestido amarillo que dejaba al aire toda la espalda se ceñía a mi juventud en una explosión de vida que daba vueltas en la noria de una feria.
¿Ha pasado tan rápido? Ayer arriba en la montaña rusa plagado el cielo de ilusiones, hoy abajo, anegado el suelo de preocupaciones.
Abro los ojos de golpe, el hospital….Se ha despertado , quiere pasear, lo agarro del brazo y hacemos una excursión hasta los ascensores, ¿la esperanza es de color verde? Tíñela del color que quieras, sólo ella te aferrará a la vida.