MAY06. LA PRINCESA ATORMENTADA Y LOS PRÍNCIPES RANA, de Inés Zapirain López
Érase una vez, en un quimérico lugar, una joven princesa de ojeras pronunciadas. La vida de Helene no era de cuento, los príncipes soñados siempre angustiaban sus noches: inicialmente eran encantadores, pero el paso del tiempo los enlodaba, los desvanecía tan rápido como sus sueños.
Cuando el mozo de cuadras veía a la princesa enfrascada en sus miserias, observaba, angustiado, como una nube negra cubría su cuerpo. La princesa no sabe ser feliz sola, pensó aquel hombre, y, solícito, acudió en su ayuda. Enseñar la importancia del olvido y el amor propio nunca fue fácil, aunque el tiempo fue testigo del cambio de Helene: los príncipes pasaron a un segundo plano. Ella era la protagonista de su vida, escribía su guión y atraía sus escenas. El reino se cubrió de colores insospechados, el brillo de Helene traspasó fronteras. Los candidatos se contaban por miles; los que antes no quisieron prometerse pasaron a suplicarle matrimonio…, Helene pasó de soñar a ser soñada. Triunfó.
El cansado mozo veía a su señora cubierta de luz, el hombre detrás del empleado la amaba; pero nuestro final tampoco será de cuento: Helene jamás reparó en él. La princesa siempre quiso un príncipe en su historia.
Una historia muy real, Inés, que se repite tan a menudo…Ese hombre que hay detrás de cada gran mujer también debería tener su hueco en el refrnero popular. Y existen, doy fe. Suerte y un beso.
Gracias, Eva. Las lecciones dieron su fruto, pero no reparó en el auténtico príncipe,
Besos!!!
Inés, cuanto ocurre esto. El espejismo del príncipe no deja ver la realidad del que te haría feliz. Muy conseguida esa princesa necesitada de amor principesco. Suerte y saludos.
Gracias, Calamanda. He conocido alguna que otra princesa atormentada jaja, ya sabes, las tertulias entre amigas dan para muchas historias.
Besos!!!
Inés Z.
Da penita que la protagonista de tu cuento no sepa ver más allá de sus narices, como pasa tantas veces en la vida real. ¡Suerte!
Besos,
Belén
Es cierto. Los príncipes, aunque sean ranas, relucen más que un simple mozo.
Gracias, Belén. Un beso.
Inés Z.
Muy sabio este mozo; un verdadero guía de autoayuda para la princesa, pero de allí a que se enamore de él…
Suerte, Inés.
Un abrazo.
Tienes toda la razón, Ginette. Gracias por leer y comentar.
Besos!!!
Inés Z.
Muy cierto que lo primero es quererse a uno mismo. Dejas un final inquietante, porque aunque el mozo no sea su tipo, esta mujer, sin embargo, mantiene su actitud del principio, aunque ahora se haya puesto más interesante.
Un abrazo.
Sí, aunque en un principio pensé en darle un final más de cuento, luego me decidí por cambiarlo. Creo que se ajusta más a la realidad de la princesa, que solo se ha quedado en la superficie de las enseñanzas del mozo.
Besos.
Inés, muy entretenido tu cuentecillo. Ya veo que cada vez utilizas lenguaje muy culto sin perder la fluidez del texto. Ya te toca el mes que viene te contaré mi experiencia paranormal como te he prometido. Espero que no hayas cambiado idea si no dímelo para no mandarlo. Un fuerte abrazo tu amigo fiel y admirador, Sotirios. (Conocido con el apodo el glorioso, porque tarde o temprano siempre triunfa.) JA , JA , JA…
Soti, estoy deseando leer tu historia, qué ganas!!!! Me tiienes intrigada!!!!
Gracias por tu comentario.
Un besaco!!!’
Inés Z.
Un bonito relato sobre los cambios necesarios, Inés. Me han gustado las palabras:»pasó de soñar a ser soñada».
Un abrazo.
Gracias, Nicoleta. Te agradezco el comentario.
Besos y abrazos!!!
Inés Z.
Inés… me ha gustado mucho tu historia… con enseñanza incluida, como los cuentos tradicionales… lástima que a pesar del cambio experimentado por la princesa, bajo la ayuda del mozo, no haya dado su fruto y no haya aprendido y disfrutado a vivir sola… giro inesperado!!!
Zorionak, Inés!!!
Te deseo mucha suerte y te mando un gran grande abrazo, printzesa!!!
Marta
Gracias, Marta. Yo creo que en la vida pasa lo mismo: nos resistimos a aprender lo que nos conviene mejor.
Besos, cielo. Recojo tu abrazo.
Había pasado este cuento, esto de pinchar a boleo es lo que tiene… llego tarde pero llego. Bueno es un micro muy denso donde cuentas muchísimas cosas y dejas entrever otras tantas, el amor no correspondido, el amor generoso, con final incierto, buscamos lo que no sabemos que ya tenemos… didáctico a tope y con ese final abierto… me gusta más así que con lacito perfecto de fueron felices. Muxu bat