MAY101. LO SIENTO, NENA, de Nieves Martínez Menaya
En la habitación del fondo a la derecha de una pensión de mala muerte, hay un hombre sentado al borde de la cama. Como atrapado en un cuadro de Hopper, deja pasar un tiempo indefinido que apenas acontece. Recuerda vagamente esa voz que hace un rato le ha dicho: «o tocas o bebes», y a ella, como en un túnel: «me voy con el bajista». Esa noche de agosto el aire es casi sólido y tras la ventana, una luna de luz indiferente se adhiere a los tejados con reflejos de piedra. En la penumbra, ella, como una musa inmóvil, sabe que en su océano de alcohol hay restos de un naufragio y en silencio le observa. Él entonces la toma y la tiende despacio encima de una colcha que apesta a historias viejas. Recorre con sus dedos su larga cremallera, sintiendo a cada instante que la deja desnuda y en un profundo abrazo ambos danzan descalzos un tango envenenado. Ceñida por el talle, su voz estremecida le regala un gemido que será el estribillo de su mejor canción: «Lo siento, lo siento, lo siento, nena…». Hoy «Princesa» está triste y una vez más lamenta ser solo una guitarra.
Tu texto entra directamente por los poros.
Absolutamente personal y maravilloso. Enhorabuena, Nieves. Un beso.
«directamente por los poros….». Tus palabras, un «bouquet». Gracias. Un beso
Una delicia, y lo bien que queda que suenan los micros sobre música cuando se escriben bien.
Un abrazo.
Me produce una particular ilusión que aludas a la musica. Gracias, Juancho. Un honor, junto con Mercedes, que aterrices por aquí.
Un abrazo
Ya te lo he dicho casi todo sobre él. Es tan sugerente que la mención a Hopper incluso sobraba. A mí me vienen reminiscencias de 2046, la peli de Wong Kar-Wai, por la pensión, la penumbra, el alcohol y la melancolía del naufragio, el desamor y el silencio. Es un trabajo muy calculado el tuyo de frase sobre frase que sirve de cuerpo a una trama estática como ese aire. Todo como en una fotografía o en una pintura. Aquí sí pones la intimidad debida y te ha quedado un texto muy compacto. Como mínimo, deberías repetir mención.
Ciertamente, Rubén, a mí también me produce cierto estado de alerta esa alusión tan directa a un nombre propio. Tampoco yo soy nada partidaria de situar al lector de forma tan explícita. Sé a qué te refieres.Es más,considero un piropo que aludas a que » es TAN sugerente que incluso sobra». Esa ambientación de la que hablas, esa «trama estática» ( k bonito!)me lleva tanto tiempo que soy como un tramoyista que para cuando aún no está terminando de colocar todavía el foco,ya baja el telón, se oyen los aplausos y el público se va: a punto de llegar las 200 y apenas he contado nada. Me falta mucho por aprender. De momento soy » el de los focos». Un honor tener por aquí a un crítico tan insobornable y preciso como tú lo eres.
Diría que aciertas con la paleta de colores, vertidos sobre los elementos que conforman una atmósfera plomiza, enrarecida, proclive a convocar la belleza fugaz de aquello que siempre perseguimos. Bien dibujados y contrastados, el aire y la luna, bien temperada la secuencia amorosa traducida al pentagrama con pasos de baile. Buen sabor de boca en la sensación final de que lo inalcanzable es tanto más doloroso cuanto más cerca está de nuestro pensamiento.
Como siempre, tus comentarios tienen el brillo de una seda tejida para ser mostrada y agradar. Como una mercancía valiosa en mitad de un mercado persa, son pura filigrana donde todos los detalles son todos y son uno a la vez. Perfectamente trenzados. Aludes a la atmósfera, al aire, a la luna, a la secuencia y al final. Y yo.. qué puedo decir? Siempre habrá un sitio para ti en este helipuerto. Todo un honor que un escritor como tú haya aterrizado en él
Nos sitúas en un auténtico plató cinematográfico para sorprendernos luego con ese final inesperado. Salpicado de detalles que invitan a introducirnos en una atmósfera llena de claroscuros que atraviesan la historia.
Como siempre, original e imaginativa. Sin duda relato con marchamo de finalista
Lo de finalista o no, no me preocupa. Sólo pretendo crear atmósferas y me alegra enormemente que algo de esa intención te haya llegado a ti también. Gracias al tiempo que me regalas, puedo dedicarme a buscar esas situaciones que propician este trabajo. Así que, si algo sale bien, es de los dos. Gracias!
antes de leer el comentario de Rubén yo había empezado el comentario escribiendo:
qué bien has empezado tu relato planteando con una sola frasesita: «Como atrapado en un cuadro de Hopper», no solamente el decorado pero también el ambiente espiritual y afectivo… «tiempo indefinido que apenas acontece»…
…cierto que para esto hace falta que conozcan y aprecien Hopper…»
luego volví al relato y solamente a este momento leí los comentarios en particular el de Rubén… así que añado: ¡»me alegro que hayas mencionado a Hopper»!…
el comentario de Juanan es el segundo parágrafo que me habría gustado escribir porque lo resume a la perfección: «atmósfera llena de claroscuros «…
dos frases quiero destacar:
la propia de un pintor:- » una luna de luz indiferente se adhiere a los tejados con reflejos de piedra. «
y la propia de un poeta: -» en su océano de alcohol hay restos de un naufragio»
Nieves: felicitaciones y ¡¡toda, toda, mi admiración!!
Hola, kistila. Como me mencionas, yo te diré que sí conozco y aprecio a Hopper (de hecho estoy corrigiendo una tesis doctoral sobre él). Quería decir que cuando hay una voz sugerente capaz de pintar una escena con palabras no se necesitan referencias culturales para completarla. Eso lo hace mucho Murakami, que busca la rápida identificación con el lector nombrando iconos de la cultura (popular) occidental. Me parece un recurso fácil y como tal no me gusta. Pero entiendo la satisfacción que produce en el lector reconocer las referencias que siembra el escritor.
Te agradezco enormemente tu efusivo y detallado estudio casi topográfico de este relato que no merece tanto. Tu entusiamo es contagioso y demuestra, ante todo, tu amor por la escritura. Con Hopper o sin Hopper, me alegro de que , de alguna manera- te hayas sentido por unos instantes cerca del protagonista en esa pensión de mala muerte. Veo que te ha impactado justo donde yo pretendía el impacto. Y ese es el regalo que me llevo y que tú me haces. Gracias!
Como te comentaba más arriba, Rubén,es cierto que las alusiones (excepto en casos muy puntuales) deben ser intertextuales. Estoy completamente de acuerdo. Por eso tu aportación no me molesta. Al contrario, y más sabiendo que proviene de tu «insobornables apariciones»
El comentario que comienzo diciendo :» Te agradezco enormemente tu efusivo y detallado…» esta dirigido a Kistila,(se me había olvidado aludir a tu nombre)perdón!
creo Rubén que me exprese mal, o temo que me hayas interpretado mal…
cuando escribí:
«…cierto que para esto hace falta que conozcan y aprecien Hopper…» todavía no había leído tu reseña:
«Es tan sugerente que la mención a Hopper incluso sobraba.»
sin haber leído mas allá de la primera frase ya me estaba admirando de que,
¡solamente con su: «un tiempo indefinido que apenas acontece.»! Nieves haya traducido tan bien la impresión que dan los cuadros de Hopper…
y me temía que alguien que no conozca a Hopper se quede sin ganas de leer lo siguiente del relato de Nieves cuando para mi ha sido exactamente lo contrario por conocer a Hopper…
(en efecto en algunos relatos se ha podido pecar de nombrar a escritores o películas, (por ejemplo), que uno desconoce…
sin ir mas lejos en tu comentario hablas de una película «2046»… que nunca he visto y encima que nunca oí nombrar… y el hecho de que hayas hecho esta reseña me da ganas de ir a verla)
así que no lo encuentro un «recurso fácil» pero mas bien «peligroso»…
Entendido, Kistila, no hay problema. Una película además muy recomendable por la densidad de la fotografía y la luz. En general, toda la fimografía de este director, pero 2046 sobre todo. Un beso.
Nieves, una secuencia tras otra desgrana diversas lecturas esta historia, cotidiana a veces, y con olor a bajos fondos, o policíacos. Muy bien contada. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Me alegro de verte una vez más por aquí y me alegro también de que aunque tan sólo por unos instantes, te haya sugerido una historia contada
secuencia a secuencia, que es justo lo que pretendía. «Muy bien contada», dices. Me queda todo por aprender.Menos mal que me gusta casi tanto el camino como el destino.un beso
Pura poesía cada frase, cada palabra, cada idea…De esos textos que se paladean por su solidez Me ha gustado mucho, Nieves. Un beso
Chicas, ! pero qué frases más bonitas decís: » … de esos textos que se paladean por su solidez». Qué resumen! me gusta.
un beso:
Hay textos líquidos, que entran suave y rápidamente, hay textos fibrosos que cuesta masticar, hay textos duros de roer que apetece rodear sin mirar mucho, hay textos dulces, salados, burbujeantes…El tuyo tiene la consistencia de lo que apetece conservar e la boca paladeando y saboreando. Yo y mis teorías…;o)
Besos
Curioso símil.Curiosas teorías que ya nos irás contando, espero, Eva.
Besos
Y el cuadro, que supongo has escogido tú, es precioso. Se lo perdió la Unión de Explosivos Riotinto, para sus morenas de calendario. Ya que todos hablais de Hopper, yo, absoluto ignorante en la materia, creo que pinta soledades, sí, pero llenas de luz y la habitación que pintas, escena de la triste «milonga», me la imagino con ventana a un lúgubre patio interior.
Como siempre Menaya, tus relatos son de poca «ganga» y mucha «mena».
Besos.
Me alegro de que hayas imaginado un patio interior porque realmente así lo ví yo en mi cabeza.
En cuanto a Hopper, es curioso, aunque sea el pintor de la luz, de una luz inconfundible, en sus cuadros se refleja, como en pocos, un tiempo atrapado, detenido, capturado como dentro de una campana. Sus personajes dentro de habitaciones de hotel, dicen, que no lo digo yo, son retratos del tiempo, a pesar de su potente luz.
Guapo lo de ganga u mena! Besos:
Frases magistrales para recrear una atmósfera en donde se funde el calor de una noche de agosto con la derrota húmeda de alcohol y soledad del protagonista abrazado a su única princesa fiel. Un auténtico blues.
Un «blues. Con tu letra: «…. en donde se funde el calor de una noche de agosto con la derrota húmeda de alcohol y soledad….abrazado a su única princesa fiel».Fantástico, Paloma! está claro que dominas hasta los micro-micros. Bonito resumen
Maravillo, Nieves. Difícil expresar cuánto me ha gustado.
Un abrazo.
Es curioso, Sara, a veces no se precisa más que una palabra para llegar muy dentro. Y tú lo has conseguido.
Yo sólo puedo regalarte una: Gracias!
Me has hecho recordar la guitarra de mi juventud. Viajera, sentimental y amante. Recuerdo cómo me acompañaba y cómo la quería. No me avergüenzo decir que la besé muchas veces. Esas frases que suenan en tu escrito, se las dije yo sin saber decirlo tan bien como tu las dices. Un acorde; prometo regalarte un acorde.
Una vez le pedí un acorde a un músico de jazz. Y ahí está escrito, para siempre,sonando a música de estrellas. Desde ahora me declaro entonces, coleccionista de acordes. Espero el tuyo como agua de Mayo ( como agua de mayo he dicho?. horreur!).
Pues que no sabía lo de la guitarra!
Prometido
Maravilla de relato, Nieves. Saludos cordiales, amiga.
Gracias,Edw,exageras, pero gracias, amigo.
Qué gustazo da de leer relatos como lo tuyo, Nieves.
Gracias por tus palabras.Un abrazo!
Un relato que me ha traído el regusto de novela negra, de decandencia.
te felicito por tu lenguaje y forma de relatar.
Por cierto, porqué tu imagen no es la de la ilustración del mes?, esto es pura curiosidad.
Saludos.
Gracias Asun, ya me gustaría ya, lo de la novela negra. De momento lucho con la página en blanco 😉
Lo de la ilustración, buscaba algo apropiado a la historia y en cuanto la ví, la rapté ( con permiso del jefe, claro) Aprovecho para comentar a la ilustradora que ha sido un capricho mío por necesidades de guión
saludos
Me parece un texto bien trabajado, Nieves, con la paciencia del orfebre, escogiendo bien cada una de las palabras. Lo que ocurre es que me resulta, al mismo tiempo, algo recargado de adjetivos, de imágenes poderosas, que terminan como embriagando. No me puedo sacudir la sensación de que lenguaje prima sobre la narratividad…
En cualquier caso, creo que está bastante bien conseguida la atmósfera, eso es irreprochable!
Un abrazo y suerte
NACHO RUBIO
Cierto, siempre me pareció al borde de rebosar ese equilibrio entre el lenguaje y la narración. He quitado, más que añadido , hasta dejarlo algo reconocible y así es como me ha quedado, en pura atmósfera , más que en historia.Sé a qué te refieres. Siempre se corre el riesgo de romper el ritmo con los destellos, peeeeero…. los » blues» son así… desgarrados, como algunos tangos. Gracias, Nacho!
Bueno, Ana, está claro que lo tuyo son los análisis intetextuales. Yo creo que nos tienes enganchados a todos. Yo es que necesito el folleto Ikea hasta para interpretar Caperucita, por eso me maravilla lo que ves. Por más que pego la nariz al cristal de un relato, no veo más que lo que veo ( y si lo veo).
Gracias por tus palabras y tu tiempo! Un abrazo, Ana
Es uno de mis preferidos del mes. Melancólico y bello.
Abrazos. María Rojas
Gracias, María, por tus palabras: escogidas y precisas
Me puedo imaginar con exactitud la escena que cuentas. Con esas descripciones tan mimadas y bien escogidas, has pintado un cuadro con mucho sentimiento. Enhorabuena.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras. Mimadas y escogidas… me gusta.Te confieso que le dí muchas muchas vueltas. A ver si me paso y os leo a todos (estoy sin portátil!). Un abrazo, Susana!
Bueno Nieves, tarde te comento, pero espero decir algo que no te hayan dicho ya. ¿Tal vez que llevo tarareando tu relato desde el primer día que lo leí y que no he podido traducir mis sensaciones en palabras hasta hoy? Pues creo que es eso, ahora que lo pienso. Un tango descalzo. Eso es tu relato. Enhorabuena, una vez más. Un abrazo.
Rosa, tarde o pronto, tu calor es lo que cuenta. Y siempre me regalas una palabra que quiero guardar.Un abrazo.
Todo está dicho o casi todo.
Me gustan mucho las guitarras, mucho la música en locales si son cutres aún mejor y me gusta tu relato.
Enhorabuena
Gracias, Montesinadas. Estamos de acuerdo: guitarras y humo
¡Enhorabuena, Nieves, es una joya! Has pintado la escena con las pinceladas solitarias de un cuadro de Hopper, una cuidada descripción también emocional. Te detienes en esa creación del ambiente, pero eso es precisamente lo que da al relato su profundidad, y visualidad. Así, que si se te quedan cortas 200 palabras (suele ocurrir en este concurso) quizá debas lanzarte a relatos más largos. Me encantan tus palabras que nos derivan a las miserias del protagonista, ese «apesta a historias olvidadas» y ese tango sensual. Me imaginé que el personaje se trataba de un pianista, como tú, y cuando estaba desabrochando la cremallera, veía largos dedos de pianista, que se aferran al final al cuerpo femenino… de una guitarra. Y con el amor no correspondido como fuente de inspiración, «Princesa» nos hace un gran favor siendo una guitarra, dondes se descargan sus penas.
En cuanto a las referencias culturales que nombra Rubén, en algunos casos pueden ayudar al escritor a armar un personaje, dándonos a conocer sus gustos e inclinaciones, y los sentimientos que le inspiran las obras mencionadas, por lo que no tienen por qué ser menospreciadas. Y cuando no conoce la obra, es un placer adicional para el lector correr a buscarla para ponerse en ambiente.
¡Besos, guapa!
Me alegro de que , por un momento, hayamos coincidido en esa pensión de mala muerte sintiéndonos un poco el personaje. Como decía Paul Auster: » El único lugar del mundo donde dos extraños pueden encontrarse en condiciones de absoluta intimidad es en la novela» Claro que… eso sólo puede decirlo Paul Auster.
No me atrevo a pasar de las 200. Esa puerta del relato largo me produce vértigo. No tengo domesticado ni al de 100…me queda mucho camino. Y ese camino es agradable. Ayudan palabras y a´nimos como los que tú me has enviado.Gracias, hermosa!! Nieves
Ya sabes, el veneno se sirve en frasco pequeño. Menos grande el animalito, engaña, pero intenta obligarlo, verás como araña. Si te manejas bien en lo corto, continúa. Puedes decir mucho con poco, y poco con mucho. Es cuestión de fondo.
Felicidades por tu compás y tu melodía, aunque sea turbia y arrastrada.
Abrazo.
Escribe hoy, Antonia, que todo lo que has dicho es «pata negra». En serio, me ha gustado. un abrazo!!
Felicidades por tu inclusión en el libro. Un relato que aportará mucha literatura al volumen. Después de los comentarios anteriores poco puedo aportar, nadie supera a Pedro Herrero es este tema. Yo tengo un pero que seguro que es mi problema. El primer «ella» interpreto que es una chica que se fue con el bajista. Luego aparece otro «ella» que hace referencia a la guitarra. Eso a mí me ha despistado. Pero bueno, que el relato es tremendo, enhorabuena.
has acertado, X. ! si es que la maestrita ha hecho su labor.
eso es: primer «ella», la novia
segundo «ella», la guitarra, como una musa inmóvil
Un honor estar junto a tu nombre y tu relato en ese libro
Preciosa historia, muy bien contada. Y enhorabuena Nieves!
Un saludo, Blanca
Blanca,gracias por tus palabras! un saludo