MAY103. DISFRACES, de María Elejoste
Iba a comenzar mi jornada de guardia cuando los del retén nocturno me dieron la noticia: en unas horas la más pequeña de las princesas partiría para siempre. Era mi preferida y lloré profusamente al ponerme el uniforme. Ella solo manifestó un deseo: despedirse de todos nosotros, así que organizamos un gran baile de disfraces.
Vinieron príncipes a lomos de sillas de ruedas, hadas buenas con pañuelos en la cabeza en vez de tiaras, niños-ranas sin pelo y con bombonas de oxígeno, caballeros con arneses de titanio, astronautas llenos de tubos, genios con lámparas de goteo, bandoleros con mascarillas, piratas de pata-muletas, sirenas de piel escamada… no faltó nadie. Cantamos a coro y brindamos en copas de plástico. Después dejamos que nuestra princesa durmiese para siempre.
Como tantas veces, pegué una tirita más en mi alma y salí de trabajar con estrellas de agua en la mirada y una sonrisa revoloteando en mis labios. Al salir del ascensor, no pude evitar mirar atrás “Planta 8: Oncología”, aunque a mí, particularmente, me gusta más el cartel de colores donde en letras infantiles se lee “Onco-landia: país de gnomos, hadas y duendes”.
Un relato verdaderamente triste, poco mas puede decirse, debe ser complicado vivir y trabajar viendo un ultimátum día tras día.
Buen texto María.
Hola Ramón, sí, tiene que ser terriblemente duro ser paciente, padre o trabajar en estos sitios, Vaya desde aquí mi pequeño homenaje a todos ellos.
Muchas felicidades por tu cuento, María!
Preciosa, emotiva y gran historia la que nos presentas… otros príncipes y princesas protagonistas de duras historias.
El tema es doloroso pero con ese toque de «cuento infantil» se lee con una sonrisa en el rostro.
Te deseo mucha suerte!!!
Un fuerte abrazo
Marta
Pues sí Marta, mi princesa me ha llevado por otros derroteros muy diferentes a los que he ido leyendo este mes. Recibí un email con este link y no me pude resistir… creo que cualquier tema, por doloroso que sea, adquiere un “algo diferente” visto desde los ojos infantiles sí…
http://vimeo.com/54275902
Gracias por venir a verme. Muxu bat
Toca la fibra tu forma de tocar un tema tan peliagudo y triste como es el cáncer infantil. Sobretodo ahora que está tan extendido y en cualquier edad puede aparecer…
Gracias,
d.
Toca… tocar… nada mal esa frase mía de principiante… 🙁
d.
Bienvenido Deomises,
Tema peliagudo y efectivamente nadie está libre de posibles enfermedades, no me es un caso tan lejano. Toca fibra, me alegro. Gracias por “tocar”a mi puerta.
Un tema duro, pero , tratado con tanta delicadeza y a la vez dureza que has hecho la mezcla tan bien que te ha salido maravilloso el cuento.María un relató estupendamente bien llevado, desde el principio.Y con el colorido de todos esos personajes, que tienen tanto que ver con el tema si los estudias uno a uno,y el final, no sólo por la sorpresa si no por el cierre… Me ha encantado
Hola Begoña
Menudo comentario que me haces, ¿te parece delicado y duro a la vez?, que cosa tan difícil de conseguir, me alegra y mucho que lo veas así, fíjate a mi me daba un poco de apuro que pudiera parecer , no sé qué palabra usar ñoño¿? Es un tema difícil sobre el que escribir…
Me gusta que te fijes en los personajes, cada uno tiene su color, síiii, cada uno es una historia en sí mismo. El cierre quería una vuelta a la realidad, triste pero dulce. A mi me ha encantado tu comentario. Por fa ve el video que he puesto en la respuesta a Marta, se que a ti te va a encantar…
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No sé si es bueno que la gente te conozca tanto como para recomendarte un video sabiendo que te va a gustar, pero, efectivamente me ha encantado, tanto, Maria, que lo he colgado en otras paginas de este mundo de internet, y como yo no creo en las coincidencias si no más bien en cosas que ocurren por que ha de ser asi, y aveces vienen llovidas del cielo, pues creo, que este video lo voy a hacer mi himno en estos momentos, que una necesita decir SI, SEGUIREMOS.Un besazo Maria
Begoña, era muy fácil saber que te iba a gustar, a emocionar, a tí te encantan los niños, escribes sobre ellos. Es bueno, al menos a mí me lo aprece, que se note que tienes esa sensibilidad. Y no, las cosas nunca ocurren por azar. SEGUIREMOS!!!
muy emocionante…
muy bien escrito con sencillez y corazón…
no sé si trabajas realmente en un hospital y encima en el servicio de oncologia, pero estoy segura que los de estos servicios lo compartirán contigo de esta manera porque en pocas palabras lo expresas de una manera muy profunda:
¡¡cuantas veces habrás tenido que expresar: «pegué una tirita más en mi alma»!!…
¡¡cuantas veces una y otra vez habrás dejado «una sonrisa revoloteando en mis labios»!!…
¡¡y siempre salir a «trabajar con estrellas de agua en la mirada…»!!
Hola Kistila,
Me gusta que te fijes en que está escrito con sencillez, eso prewtendia, a parte que tampoco a mi me da para mayores filigranas, las cosas sencillas, que mejor que tratarlas así. Nooo, no trabajo en hospital no podría, de hechos los profesionales de la medicina se llevan o todo mi desprecio o toda mi admiración, pero me ha tocado mucho mucho estar en hospitales y tengo efectivamente muchas tiritas encima y he salido muchas veces con estrellas de agua en la mirada y pocas con sonrisas… un gustazo verte por aquí, a disfruta de las mellizas, y deseo que tu amiga, la operada, vaya mejorando.
Ostras, ¡qué dulce lo has llevado!
Tengo los vellos de punta pero es tan bonito de leer, a pesar de la dureza que guarda, que te felicito.
Besos y mucha suerte.
Towanda… recuerdo que el mes pasado te dejé (o eso creía) un comentario pero desapareció, cosas de la técnica… Primero ahhhh otra María a quien le encanta Towanda (me chifla esa peli!!!) muchas veces , digo que me sale la vena Towanda, así que ya tenemos dos cosas en común, digo tres: escribir. LO he llevado dulcemente¿?,me alegro, arriba contestaba que me daba un poco de miedo de resultar o banal o ñoño/sensiblero. Que alguien te diga que le has puesto los pelos de punta, es un auténtico honor, ya sabes: el secreto está en la salsa…
Hola de nuevo, Mel.
Si eres pro-Towanda eres de las mías: luchadoras que no se conforman y para nada ñoñas, no señora.
Estos temas hay que tocarlos, creo que es necesario porque conviven con nosotros. La cuestión es cómo los contamos… Ahí has entrado tú en escena y lo has hecho de 10, por eso y por ser tomatera te mereces subir al podium.
No te preocupes por lo del comentario, estas cosas pasan. El domingo publiqué el de princesas (absurdo, comparado con el tuyo) y te invito a que me pegues un repaso, jajajaja.
Un beso muy grande, bonita.
Y ¡¡¡suerte!!!
Pd: Por supuesto, el secreto está en la salsa, jajaja.
María, gracias a las tiritas se puede trabajar así, también vivir, y escribir así. Suerte y saludos
Calamandra, me has pillado!!! Las tiritas tienen un efecto placebo impresionante… una de mis hijas decía de niña que las infantiles (con dibujitos) le curaban las heridas mucho antes que las normales, esas color carne plasticosas…
Un bonito adiós a la princesa. Tu relato me ha recordado algo: de jovencita estuve de prácticas en oncología infantil, y te puedo decir que a partir de entonces cambiaron mis prioridades en la vida. No hay más doloroso que ver sufrir y morir a un niño.Dame tiritas de colores…
Un abrazo, Mel.
Te mandaría toneladas de tiritas de colores si las tuviese, efectivamente las enfermedades te hacen pararte en la vida y ver las cosas con otra perspectiva, y en un hijo… lo cambia todo. Más abrazos.
Muy bello, María. Hay mucha ternura en el tratamiento de los personajes, mucha delicadeza. A pesar de que el tema es muy duro, transmite (es mi opinion) la valentía y optimismo de los chavales, y de los que día a día conviven de una manera u otra con ellos. Me ha encantado. Mucha suerte.
Gracias Mº Carmen, veo que se repite lo de delicadez, me alegro que lo veáis así. Sí lo más importante es la fuerza interior de los niños, eso quería transmitir con el cartel del ascensor. Gracias.
Muy bonito, Mel y me ha encantado cómo lo ibas describiendo: de hecho tan, tan bien lo has hecho que yo creo que sobraba la alusión al verdadero cartel, aunque ¿quizá lo has querido citar para dar paso a su versión infantil?. También me descuadra un poco la certeza del plazo ‘en unas horas más’, me ha hecho pensar en desconexiones, aunque a lo mejor cuando hablas de horas pueda abarcar días. En cualquier caso intenso y doloroso, aunque destile dulcemente la aceptación del hecho como algo implícito en la profesión. Un abrazo y suerte
Me encanta que me pregunten, así que contesto encantada. “Horas” en el sentido de inminente, horas son horas, no días, no para mí. Puede entenderse como quieras, a gusto del lector, en mi mente estaba el hecho de “ya”.
Sobra la alusión al cartel , a cual¿?. Lo que he querido hacer es que lo narra una enfermera digamos, pero he querido que el detonante de la despedida fuese la petición de la princesita, su fuerza, aceptación digamos, y el final también, la enfermera ve “oncología” y los niños han escrito “onco-landia, país mágico…” porque ellos son los verdaderamente fuertes, no entran y salen como los turnos de enfermeras, viven allí, es su mundo, y sigue siendo infantil = mágico. Gracias por venirte Eva, ah y mira el video que cito en la contestación a Marta, ahí arriba.
Leyendo la respuesta que das a Javier, me doy por respondida, lo que pretendía decir era lo mismo que él ha dicho tan bien dicho, sin hablar de ‘desconexiones’ (literales) como yo.A eso me refería con el plazo tan concreto. En cuanto a lo de los carteles, la esencia la había entendido, solo quería matizar que lo habías descrito tan bien que a mi ya me habías situado en la planta de Oncología y no veía necesario que hicieras referencia al cartel real, al que pone ‘Planta 8’. Sólo era eso. Miraré el video cuando tenga los ojos completamente abiertos, que a estas horas ya tienen las persianas a medio echar :o)
Hola, Mel;
Sí, soy yo, mereces que haga un esfuerzo y comente.
No te diré que es triste, porque es evidente. Destacaría que está muy bien contado, es decir, con 0 de ñoñerías, lo cual se agradece. Me encantan los personajes que aparecen, me ha tocado leer y releer por si me equivocaba, pero no.
Te pongo un «pero» (¡pero no te enfades, por favor!).
«Ella solo manifestó un deseo: despedirse de todos nosotros»
¿Se supone que sabía que se iba a morir? Es que me niego a pensar que en los hospitales den esa noticia a los niños. Me ha gustado, lo único que me ha descuadrado es esto.
Por lo demás, imaginativo y tierno-triste.
Un abrazo y suerte!!!!
PD: gracias por comentarme mes a mes…
Hola Javier, te has atrevido a comentar, cielos!!! afortunad soy. Yo no me enfado,bueno sí como todos, pero sólo por cosas realmente importantes, que son poquitas la verdad. A mi me ha tocado ver morir a algunas personas, y créeme, todos tenían una lucidez sorprendente y sabían que llegaba su hora y oficialmente nadie les dijo nada, pero eran adultos. En niños ¿?, solo conozco un caso, murió de cancer y con 14 años y ella pidió que le llevasen a casa a morir, siempre me ha impresionado. Mas abrazos, ahh y si consigo a cabar ya sabes qué, te diré que mi protagonista (aunque no aparece en realidad, toma subrealismno) se la Javier… de nadas. Un gtazo verte fuera de tu sitio.
que mal he escrito… digo que se llama Javier. Un gustazo verte
¡Madre mía, qué presión! Espero no ser el responsable d un previsible éxito totalmente achacable a tu persona 🙂
Yo espero que ganes tú y «disfrutes» del premio que tanta ilusión te hace y me dediques uno a mí… je je.
Tan desolador como bello. Ese contraste narrado con tanta sensibilidad -que no sensiblería- tiene una fuerza tremenda. Destaco sobre todo la forma en que has apodado a los invitados a la fiesta, muy acertada.
Suerte.
Gracias Miguel Angel, me alegra que lo veas sensible y sí los disfraces le dan fuerza yo tambiñen lo creo, gracias…
Me has hecho recordar la película de Mercero con el Bola, «Planta 4ª». No obstante reflexiono sobre el valor de las enfermeras de estas onco-landias, manteniendo su sensibilidad a través de los años, goteando en sus almas estas despedidas, desgraciadamente, tan frecuentes.
Te felicito por lo creativa y ocurrente que ha resultado la escena de la descripción de disfraces.
Un abrazo.
Conozco la peli pero de oidas, prefiero ver cosas más alegres para tristezas ya está la vida real, al cine me gusta ir a reirme. Me alegra que te parezca ocurrente la escena, no quería ni poner demasiado ni que quedase obvio… Mas abrazos,
Hay que ver Mel la capacidad que tienes para ponernos la carne de gallina. Has contado una historia terriblemente triste como si fuese un cuento infantil. Has sabido travestir a los pacientes en personajes de fantasía y has abierto también una ventana a la esperanza con ese cartel de colores donde los niños han escrito Onco-landia.
Felicidades.
Que una maestra como tú diga que le he puesto la carne de gallina me, me … emociona. Creo que se puede escribir de cualquier tema haciendolo con cariño, y en este texto, creéme está gran parte de mi corazón.
ya está dicho casi todo, un tema muy duro, muy bien tratado y estupendamente narrado, con ese aire de cuento infantil que por un lado lo desdramatiza y por otro consigue que la mirada se torne vidriosa. Un abrado y muchas felicidades.
Pue sí Juancho a medida que leo vuestros comentarios me voy convenciendo de que he conseguido una dosis justa de dulzura sin ser ñoña, me he quedado contenta con este texto, gracias por venirte por aquí.
María, qué relato más triste pero a la vez tan didáctico y real. Te deseo mucha suerte, Sotirios.
Soti, aprecio especialmente que lo veas didáctico, me gustan los cuentos que cuenten una historia y enseñen algo, sí lo ves en esta línea de instructivo, de que hay cosas realmente importantes, me alegra enormemente. gracias campeón.
Una hermosa historia, narrada con tal sentido de la positividad, que a pesar de la terrible realidad que refleja, hace resaltar lo bueno que pervive en el ser humano. Enhorabuena por tu precioso relato.
En una cosa estoy de acuerdo el ser human o es capaz de lo mejor, y de lo peor. Gracias Rafael me alegra que veas que en el fondo es un canto a la esperanza.
Nel Nebrea= María Elejoste. Deberías decir a Jams que ponga también el nick en el título, me cuesta localizaros. Dicho esto de mi mala memoria para los nombres, debo decir que tu relato debe estar por su ternura entre los nominados del mes. Me gusta mucho el título y la relación de los asistentes, demuestra ser buena observadora e imaginación en las asociaciones. El primer párrafo nos hace creer en guardias armados para en seguida darnos cuenta de que estás hablando de oncología. Muy bien por ese final donde el profesional debe ponerse tiritas y sonrisas para seguir adelante. Quizás esté de más la aclaración de la «planta 8: oncología» y hubiera quedado más tierno y fuerte no nombrarlo, nada importante. Qué grande los profesionales (funcionarios) de la sanidad.
Ximens me encanta que veas mis cuentos tantas veces en el top, pero está claro que nunca aciertas…je je… me basta con que haya gente a quien le llege al corazón. El título, me alegra que alguien lo mencione. Tuve dudas, pero me pareció el mejor de todo lo que se me ocurrió, al fin y al cabo la enfermedad nos cambia/disfraza la vida, cuando nos disfrazamos adoptamos otro papel, somos otros y podemos hacer cosas que de normal no podemos… Lo de la planta 8, me lo decís varios, puede ser que sobre, pero me salió así el contrate de la realidad que ven los que entrar/salen del ascensor y lo que dicen los niños, como si fuese en una película…no se no le quiero dar más vueltas. Una gozada verte por aquí.
Tengo muy mala memoria (vaya escritorzuelo) y si tu dices que te he nominado muchas veces para el top podemos sacar la conclusión que me gustan tus historias y hechuras. Espera a que entre un mes en el jurado (jeje)
Me has emocionado especialmnte, precisamente llevo mes y medio a caballo entre el hospital y mi casa. Y pienso que todas las personas que cuidan de nosotros desde los médicos hasta los celadores o empleados de limpieza, son ángeles o hadas.
Tu relato es perfecto, hay todo un mundo paralelo dentro de los hospitales, allí lo importante son otras cosas.
Felicidades.
Guau, a mi me emociona tu comentario. Conozco el mundo de hospitales y tienes toda la razón, es un lugar paralelo donde el tiempo corre de otra manera, y es una cura de humildad , de paciencia, y hay gente que efectivamente solo le faltan las alas. relato perfecto ¿? a ver si hoy no duermo…
Fijate Ana, que creo que aunque la historia es de niños es un relato más para adultos. Optimista, sí, supongo que hay que disfrutar de lo que se tiene aunque sea poco o efímero, hay que ser optimista síii. Bueno lo del abrazo entre «bombas» no entiendo… please Anita¿?
Mel, nos haces creer que vas a narrar un cuento de princesas en su castillo con centinelas, y nos sumerges en la cruda realidad infantil… Lo has desarrollado fabulosamente. No sé si me quedaría en «…8ª planta : Oncología», y cerrar sin más explicaciones. No sé…
¡Qué triste me has dejado!
Un fuerte abrazo.
Amparo
No estés triste Petra/Ampa que siempre hay motivos para alegrarse y celebrar. Sí, parece que no nos ponemos de acuerdo con el final, que si no decir nada, que si dejar sólo el real, sólo el infantil… bueno me salió así. Alegrate, por cierto tu princesa triste es de lo más mona.
Muchos más abrazos
Excelente relato, MEL, donde has sabido combinar con gran habilidad la tragedia de la situación y la esperanza que encierra cualquier lugar de este mundo.
Yo quizás lo trabajaría un pelín en la linea de la «ocultación», de no dejarlo todo tan redicho y explicado. Quizás omitiría la parte de «Planta 8, Oncología», pues el lector tiene datos más que suficientes para llegar a esa conclusión.
Me gusta mucho el final de Onco-landia, y tb el título.
Enhorabuena y suerte.
NACHO RUBIO
Recibir un Excelente de tu parte no es moco de pavo ni ocurre todos los dias …. guauuuuu. Me alegra que te guste y también me gustan comentarios con sugerencias de mejora, gracias. Sí, muchos coincidís en el tema de la ocultación. Gracias!!
Un bello y triste relato del día a día en el mundo de Onco-landia.
Abrazos María Rojas
Una maravilla tu sensibilidad para entrar en temas tan duros. El segundo párrafo, además de un derroche de imaginación, es impecable. Solo hay una cosa que no sé…, es al final cuando la enfermera termina la jornada y la niña ya ha muerto, no me cuadra que tenga una sonrisa revoloteando. Hombre, sí que entiendo que la pequeña ya ha dejado de sufrir y ella es una profesional y sabe que tiene que dejar atrás el dolor para vivir. Es la vida, se tienen que acostumbrar a esas injusticias.
Un abrazo.
Me gusta tu comentario. Te cuento, la primera vez puse “con una sonrisa bailando” pero me pareció eso demasiado alegre. Pensé revolotear, que a mi modo de ver es algo así como querer volar y no acabar de conseguirlo, para arriba, para abajo, intentando decir que debe animarse y no decaer, se entristece pero quiere superarlo. Ha hecho su trabajo lo mejor posible, pero aún así… ¿no te ha pasado nunca eso de querer auto animarte en una situación triste/dura? Mi intención iba por ahí, quizás no lo haya conseguido y revolotear se entienda como algo más banal o superficial, si se te ocurre alguna expresión mejor, será bienvenida. Más abrazos…
Ana, lo de los niños sí te había entendido a quienes te referías, no sé, me sigue sin parecer cuanto para niños de ningún tipo, pero soo es mi opinión, probaré con mis hijas a ver que opinan… Lo de las bombas no lo había pillado no, pues abrazos oxigenados!!!!
Ahhhhh,cómo nos cuesta entendernos!!! que sí con la bombas, que lo de abrazos oxigenados era otro uiño médico, con más aire, más fuerza todavía .. he intentado leerle ste cuento a mi hija la mayor y me die que ni patrás que es la eurovisiónn y que deje deteclear y que ponga la tortilla de patatas YA!!!