MAY11. ESPERANDO EL FINAL, de Gloria Arcos Lado
Aquel día no hubo flores para celebrar la llegada de la primavera.
Eran demasiadas las cosas que urgía cambiar en sus rutinas diarias, antes de que su familia pudiera permitirse el lujo de intentar retomar de nuevo la normalidad.
La trágica noticia de que la madre sufría una enfermedad incurable´había irrumpido de forma atropellada en sus vidas.
No, esa vez no había flores que atrajeran con sus colores la alegría de la vida para celebrar un año más el Día de la Madre.
Tendrían que esperar los seis meses que le habían dado de plazo los médicos, para que esas bellas flores alegrasen no su vida, sino su sepultura como prueba innegable del amor que le profesaban los suyos.