MAY122. LA CELDA, de Tíndaro del Val
Fue todo demasiado típico, como el guión de una película que ya has visto. Nos conocimos hace hoy veinte años, cuando él paró su motocicleta en el arcén de la autovía. Le dije que no sabía cambiar la rueda y me ayudó. Tenía unos ojos preciosos. Yo ese mismo día estrenaba vestido y acababa de cortarme el pelo, pero no se lo conté. Me invitó a cenar y me enamoré. Nos casamos al cabo de unos meses. Vivimos en una casa grande, para los niños casi un castillo. Con el tiempo he descubierto que tiene celdas que nadie más conoce. Cada aniversario me encierro en una de ellas y, envuelta en un ovillo de remordimiento, lloro en silencio. Me siento una farsante, una intrusa del destino. No soy la princesa de ningún cuento. Sigo siendo la misma chica que cambió de nombre hace ya veinte años. La que no paraba de temblar al ver al policía pararse junto a mi coche. Y mi cuento se difuma cada vez que imagino a mi marido llevando su mano a la culata de la pistola, mientras me pregunta qué hay debajo de la manchada lona del maletero.
Este tema, el de las historias secretas que se ocultan en el seno de las familias, me parece uno de los más interesantes narrativamente hablando. Todo demasiado típico, dice. Hay que tocarse los…
Buenísimo, señor Tíndaro. Ya sabe que esa cabeza suya me provoca una gran envidia.
Besazos!
Muchas gracias señora Alba, me alegra mucho que le haya gustado mi nefasto relato.
Es cierto que nada es típico ni nadie es tan bueno. Todas las familias guardan un cadáver en el armario, lo único que unos huelen más y otros casi nada.
Me ha gustado mucho. Es un verdadero cuento d princesas. No todas han de ser virtuosas!! Muy bien.
Muchas gracias Aurora, las princesas menos virtuosas también cuentan!
Qué buen relato. Como dices al principio de él, parece el guión de una peli. Es de los que más me ha gustado.
Felicidades.
Saludos
Muchas gracias Asun. Tengo que suplir mi inutilidad en la escritura con un guión que enganche 🙂
Tíndaro, es muy bueno. El modo que vas escondiendo todo tras una bonita historia me parece excelente. Si yo fuese una vaca te lamería la cara. Mucha suerte.
Un abrazo.
Gracias Barlon, viniendo de un crack como tú significa mucho para un servidor. Si fueras una vaca te ordeñaba poemas. Mucha suerte tb y felicidades por tu reciente premio!
Para mi es un relato muy bien contado, que va llevando al lector por diferentes caminos para mostrarle un final inquietante. Nada que me sorprenda conociendo tu habitual maestría.
Suerte y un abrazo Tíndaro.
Gracias Juancho, aunque ya quisiera yo escribir como tú.
Tindaro que nos conocemos…
Salvo que entiendo que no deberías de haber convertido el adjetivo ‘manchada’ en un epíteto, el relato es muy bueno.
Suerte.
Santi.
Gracias por la crítica Santi, tal vez tengas razón. Tengo un serio problema con los adjetivos, de hecho no suelo usarlos. Herencias del microrrelato, imagino.
Todo paz y amor, precioooso, por el ritmo, por el escalón al que nos empujas…Y justo en la mitad destapas al psicópata.
Yo creo que hay dos párrafos en este texto. Y que el lector suele agradecer ver diferenciados, para tomar un respiro. De todos modos, me parece muy bueno el contraste de lo que cuentas, Tíndaro, y se vería reforzado con una redacción más estudiada. Yo ando todavía en ello.
Un abrazo.
Muchas gracias Susana, tal vez me pudo el ansia a enviarlo, luego si no se me olvida. Seguramente se pueda reescribir mejorando el ritmo y dejando al lector respirar.
Mucho ánimo con tu relato, espero no tengas la ideas demasiado revueltas 🙂
Me gusta mucho lo de las celdas. Encerrarse para llorar su pasado porque todavía se siente culpable y no se identifica con su nueva identidad.
Suerte, Tindaro.
Gracias Inés Z*, me pareció sugestiva la idea de las celdas.
Suerte a ti también!