MAY126. LA PRINCESA PARTE DE SU REINO, de Elena Duce Pastor
La princesa miró por la ventana de su habitación, que daba a un patio interior de un barrio de extrarradio.
“Princesa” Así era como la llamaba su padre desde que era pequeña, como la despertaba por las mañanas y le daba un beso antes de entrar en el colegio. Princesa fue cuando acabó el bachillerato y fue aceptada en la universidad. Cuando se graduó y cuando…¿ahora qué? Princesa sin castillo, princesa sin fortuna, y lo que es peor, princesa sin futuro.
Princesa sin posibilidades en su reino, porque no hay trabajo, porque no hay esperanza, porque el futuro se ve incierto. Esta princesa debe coger las maletas y partir. En esta ocasión las princesas no parten con su príncipe encantado, sino solas, con la única compañía de sus ilusiones y de un portátil conectado a skype para hablar con su familia.
Pero la princesa labrará su futuro fuera, matará al dragón de la desesperanza y un día volverá a su reino amado cargada de sueños nuevos, cargada de nuevas ilusiones y con sus triunfos como nueva bandera.
Porque ser princesa implica muchas cosas, y una de ellas es soñar con una pasión que solo puede ser sofocada cumpliendo los sueños.