MAY151. PRINZESA CON Z, de Esperanza Temprano
Nació en una tarde de mayo mientras el cielo bramaba pariendo una tormenta de granizo. Deborah quiso su madre que se llamara, no contaba con que su padre no sabía cómo se escribía y finalmente la apuntó en el Registro Civil como Prinzesa con «z«. Z de zascandil que zapateó su infancia en el descampado al ritmo de las palmas de los más zarrapastrosos del barrio. Una vida en zig-zag sorteando al zote de su padre y las zurras de su madre. Zarandeada por la droga y zambullida en el fango, a punto estuvo de zozobrar en más de una ocasión. Sobrevivió a monumentales zapatiestas y una vez zurcidas sus miserias, cogió su zurrón y zarpó hacia nuevos horizontes donde las zancadillas no la hicieran caer. Lo consiguió, zanjó su pasado del que tan solo quedó el nombre. Se lo ha cambiado. Ahora se llama Reyna con «y«.
¡Genial!
Me gustan las «Zetas» y tu relato tiene un tinte de ironía perfecto. Una idea muy original.
Suerte y muchos besicos,Esperanza.
Capobá, gracias, pues te diré que esta hecho de retazos de distintas realidades.
Besos,
Muy bueno, Esperanza. Original relato donde la Z es protagonista. Dicen que el nombre que llevamos nos marca. Me gusta como desarrollas el tema, y el final, perfecto.
Un abrazo.
Yo también creo que el nombre que llevamos nos marca para siempre y que te lo cambien porque tu padre no sabe cómo se escribe, también. Me alegro que te haya gustado.
Un abrazo,
Esperanza, qué buen relato nos regalas este mes. Divertida historia marcada con la Z , con un muy bien elegido vocabulario y muy viva y dinámica. Enhorabuena, de verdad.
Gracias, Rosa, me apeteció dar un paseo por las palabras que empiezan con una letra tan rotunda y orgullosa, a pesar de ser la última.
Un abrazo,
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Un relato original, me gustó. Felicidades y suerte !!
Abrazos 🙂
Ángeles, gracias por tu comentario.
Abrazos,
Zy señora, muy bien llevado este original relato de Z y de acentos,. Me gustó mucho ese final de princesa a reyna. Te lo has currado y te ha quedado preZioso. Abrazo y suerte.
Me alegra que te parezca prezioso, era un experimento con moraleja y tenía miedo que sonara muy forzado a la lectura.
Un abrazo y grazias.
Una simpático juego, y peligroso rondando el riesgo sin caer en cacofonías.
Suerte Esperanza.
Me agregué a tu blog. Te seguiré de cerca.
Saludos
Tienes razón, el riesgo de caer en cacofonías era grande y el de que se trabara la lengua al leerlo, también.
Eres bien recibido en mi blog.
Saludos,
Qué historia tan original. Con «Zeta» de EsperanZa. Felicidades, es un relato muy simpático y un final redondo. Suerte y un abrazo.
Gracias por el comentario. Otros tantos abrazos para ti.
Esperanzzzzzzzzzzzzzzzzza!!! Muy bueno. Y no puedo dezzzzzzzir más!! Direzzzzzto a puestos de cabezzzzzza!!!
Lo de los puestos de cabeza siempre es imprevisible, además ya sabes, la zeta es la última de la fila.
Abrazzzzzos, Aurora,
Esperanza, la vida tiene un hilo conductor, invisible, que va uniéndonos a situaciones y personas; el devenir por ella de tu princesa es muy gráfico. Rítmico y muy hilvanado tu cuento. Suerte y saludos.
Calamanda, espero que el jurado lo considere hilvanado y no zurcido, je,je,je.
Saludos,
Feliz cuento de una prinzeza, a la que perseguían las Z. Me sobra «con Y».
Abrazos. María Rojas
María, lo de la «y» fue una ocurrencia de última hora para darle un toque distinto a una reina. Para gustos.
Gracias por tu comentario.
Abrazos,
Me encanta tu relato en Z, con cuenta atrás hacia el principio. ¡Suerte!
Belén
Gracias,Belén, por tu comentario.
Me ha encantado tu relato y todas las palabras que has ido hilando con zeta. Enhorabuena.Besos
Me alegro, Esther, la letra z es muy sonora y da mucho juego.
Besos,
Desde luego, una vida llena de vicisitudes, que ha llegado a superar tu princesa, consiguiendo dejar atrás su pasado, borrando hasta su nombre. Buen ascenso y previsible mejor futuro.
Muy original la historia, el uso de la «z» y con final feliz.
Un saludo y suerte.
Buen análisis del texto, gracias María Elena.
Un saludo,
A zuz piez Reyna Ezperanza….
¡Qué maravillozo!, me encanta la zutileza con la que noz cuentaz el tránsito de adoleszente a adulto zorteando milez de problemas, hasta llegar a zer una auténtica Reyna, me siento identifizada, poco convenzional y ezo… lo de la zeta es simplemente eztupendo, a mi también me va la locura de torzer y retorcer y palabroz.
Me eztraña que naciera en una tarde de mayo y no un atardezer de Marzo , y el nombre de Deborah (me otra vezzz) aunque hablando en zerio, eztudió conmigo una chica que se llamaba Elena pero..descubrieron que en realidad era Ainhoa porque zu padre, el muy zopenco, no le gustaba mucho lo de Elena y decidió en el registro cambiarzelo, pero no dijo nada, menudo lio tuvo la pobre para los papeles de Bup¿? Ozea que me ha guztado mucho tu princesa, adiós Reyna.
Gracias, Mel, tienes razón en lo de Marzo, no caí, ¡qué fallo! y lo del nombre de Deborah viene de una historía real, aunque su padre no la inscribió como «prinzesa» sino como Devorak, ¡verídico!
Un abrazo,
Empieza el relato tormentoso y después de las vicisitudes del personaje, termina también mal. O sea, muy negro el asunto. Gran mérito tienes al trabajar el texto con la zeta y conseguir un relato tan bueno , Esperanza.
Un abrazo.
Hola Susana, si te da la impresión que termina mal quizá no he sabido transmitir el mensaje, avanza un puesto en su existencia, de la «z» a la «y», de princesa a reina. Termina mejor que empieza o por lo menos eso pretendía.
Un abrazo,
Esperanza, mi impresión de que acababa mal fue por lo de reyna o reina, la loca de la noche: un apodo muy habitual en el mundo de la prostitución, por eso me parecíó que era un final triste.
Un abrazo.
Gracias Ana por tu comentario. Me gusta jugar con las letras,resulta divertido.
Un beso,
Yo también vi que la chica había mejorado su situación, pero sin caer en el conformismo. Esa «y» de «Reyna» marca una continuidad con la que siempre fue aunque haya conseguido dejar atrás un pasado terrible. Me encanta el juego que has planteado, con «z» de… jueZa.
Un relato muy bien hilvanado, Esperanza, sobre una historia que por desgracia no nos es tan lejana como aquellos cuentos de princesas. Me gusta mucho su fluidez, el efecto que produce el recurso de la Z, que lejos de quedar forzado, encaja como anillo al dedo en la historia y le suma encanto. Mucha suerte.
Un abrazo.
Original relato de esta princesa con mucha Z. Desde luego unos padres así marcan mucho, es difícil escapar a las circunstancias o zircunstanzias en este caso. Suerte, esperanza. Un abrazo