MAY159. FRACASADA, de Elisa de Armas
Desde pequeña dormía a pierna suelta en colchones bajo los que los lacayos amontonaban guisantes, garbanzos o incluso puñados de nueces; nunca consiguió mantener el equilibrio sobre tacones de cristal; si encontraba un sapo rehuía besarlo, pues sabía que son ellos, y no los príncipes, los que están en riesgo de extinguirse; ignoraba el significado de la palabra «melancolía«. Cuando suspendió definitivamente el examen de graduación como princesa, no tuvo más remedio que abandonar el palacio. Ante la sorpresa del rey, la madrastra, que siempre había sido su mejor amiga, decidió fugarse con ella. Desde entonces vagan por los anaqueles de la biblioteca. Aún no han decidido si ayudar a miss Marple en sus investigaciones detectivescas, aprender robopsicología con la doctora Susan Calvin o afincarse al pie de las colinas de Ngong, junto a aquella baronesa que tenía una granja en África.
De seguro que éstas dos tienen futuro cuidando gorilas.
Ja, ja, a ver si los salvan, pobrecitos.
¡Plas, plas, plas! ¡Ole las princesas rebeldes!
Gracias, Rosa :-).
Supender suspendió, pero tiene su meritazo dormir sobre un puñado de nueces. Un ameno relato inverso.
Saluuudos.
Barlon querido, qué gusto verte fuera de la taberna. Aunque me parece que el descanso va a durar poquito :-).
Uhhh, difraces a mí, se ve que no me conoces bien. Mortadelo a mi lado es un aficionado. El descanso durará poco, sí, y miedo me da que andes tú liberada de obligaciones. A ver si paso una rondita al menos.
Saluuudos.
Así me gusta, con rebeldía y explorando nuevos universos, como debe ser, Señora jueza. Un abrazo.
Un abrazo, Esperanza, gracias por tu comentario. ¿Buscando disfraz?
Bien por la princesa lectora!!! ¿Y no ha pensado ser pirata?
Besotes
Podría ser. Había un cuento muy bonito «La princesa y el pirata», pero terminaba casándose con él. Busqué heroínas que no terminaran en boda y no hay tantas. Es curioso que cuando hicieron la película «Memorias de África» le dieron a la historia de amor un protagonismo que no tiene en el libro, el libro es una historia de amor entre la tierra africana y la narradora.
Es que había que aprovechara a Robert Redford.
Que bueno Elisa, solo espero que no acaben montando un Instituto NOOSequé, je je.
Suerte, un abrazo.
No, por favor, Miguel, Noos no, que estas chicas no se mueven por dinero. Un abrazo.
Siejke ya lo decía Joaquín, ‘las niñas ya no quieren ser princesas…’ Y olé por esa madrastra. Un abrazo.
Gracias, Eva, conozco algunas madrastras adorables y adoradas por sus hijastros.
Pues mientras lo piensa, nos seguiremos leyendoy disfrutando de cosas tan bonita como tu micro. Mucha suerte Elisa.
Besicos muchos.
Gracias, Nani, un beso, nos seguimos leyendo.
Elisa, tu historia contiene giros y mas giros en distintas direcciones; le proporcionan ritmo, novedad y una narración bien conseguida. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda, suerte también a ti.
Hola Elisa, me gusta.
Se te ve oficio y eso siempre saca buenos resultados.
Por un momento he visto a unA Indiana Jhones, surcando por la vida.
Me gusta, especialmente, que fracasa y que no tiene miedo.
Me enganché a tu blog: ¡Te seguiré de cerca!.
Estás invitada al mío. Será grato sentirse perseguido por ti.
Saludos y suerte
Montesinadas, lo del oficio es un halago envenenado ;-). Me paso por tu blog. Saludos.
Me gusta lo diferente, la originalidad, no imprevisible, la rebeldía… y tu princesa y su madrasta (qué buen golpe que se escapen juntas), lo tienen.
Un abrazo, Elisa.
Muy buen relato, diferente y divertido.
Abrazos. María Rojas
Gracias, María, «divertido» es un estupendo piropo.
Ana, creo que no podemos juzgar a la gente del pasado con los valores de hoy. El colonialismo africano es injustificable y no ha traído más que problemas. Sin embargo leí mucho a Isak Dinesen hace tiempo y recientemente he vuelto a leer Lejos de África. Es una mujer con una vida apasionante, que escribía muy bien y que dejó un testimonio sincero de una época y una mentalidad. Rechazarla por ser hija de su época es como si no pudiésemos comprender la grandeza de la Iliada porque somos pacifistas, no sé si me explico. Creo que dejó África porque se arruinó y también influiría, supongo, la muerte de su amante y que ella misma estaba enferma de sífilis. Hace poco volví a ver la película El festín de Babette, que está basada en un cuento suyo, y la disfruté muchísimo. Los relatos de Isak Dinesen son estupendo y muestran mucha sensibilidad y una enorme capacidad de observación de la naturaleza humana.
Esta rápida sucesión de escenarios despista en un micro, Elisa. Nació, no se graduó, abandonó el palacio… Está muy bien la sucesión de los hechos, pero te trasmito lo que me dijeron a mi en un cursillo: un micro no avanza cronológicamente.
Ub abrazo.
Gracias, Susana, lo que no me queda claro es lo que quieres decir con «despista» ¿Que no se entiende? ¿Qué le vendría mejor a la historia un formato más extenso? En cuanto a la formulación «un micro no avanza cronológicamente» supongo que dependerá de la intención del autor, de la idea. No creo que se puedan hacer afirmaciones de ese tipo en general y, si alguien las ha hecho, como toda norma, lo mejor es saltársela.
Elisa, ahí conectamos, saltarse las normas. Cuando leo el temario de los cursos muchas veces discrepo. Pero la idea es esta; una escena prevista por el autor, y el resto de personajes o vivencias ya irán apareciendo, antes o después. Y siempre al servicio de lo que quieres contar. Y esto, en una secuencia cronológica, es difícil de hacer.
Un abrazo.
Síííí, pero… a las dos primeras preguntas no me has contestado ;-).
Voy, voy, pero dame más tiempo, que ahora me obligas a estudiar y diseccionar el cuento. ¿De verdad te interesa mi opinión?
Claro, Susana, si no no te habría preguntado. Es el «despista» lo que no sé muy bien en qué sentido va.
El despiste es mi propio despiste, disculpa, Elisa. El cuento no deja lugar a dudas, soy yo la que anda despistadísima.
Abrazo.
Ooooohhhhh, ¡no vale! Bueno, que conste que me hacía ilusión que me lo explicaras y que todo lo que sea aprender siempre es bueno.
Ana, se piró a Africa porque era solterona y amante de un hombre casado y le miraban muy mal, así que para limpiar su honor se casó con el hermano del amante y se fue lo más lejos posible, porque como era un matrimonio de conveniencia el marido se liaba con todo lo que llevaba faldas y para evitar las habladurías y se volvió porque se divorció y luego se arruinó y se volvió a su pais con su madre, que era una anciana. Así que snob, snob, no creo. Mas bien victima de su tiempo y ser una mujer en esa epoca no era nada fácil. Además, parece ser que hizo mucho por mejorar la vida de las tribus africanas de los alrededores.
Enhorabuena, Elisa, por la mención y por esta princesa mundana de las que hay a montones por el mundo, y no solo en el ficción. Quizás las llaman perroflautas. In abrazo.