MAY160. ALCURNIA, de Mei Morán
Llega a la cola del paro mucho más tarde que los demás. Se ha pasado tres horas frente al espejo maquillándose, dándole vuelos al secador para las acrobacias del pelo y escogiendo el vestido. Cuando le toca el turno tiene hambre y saca el bocadillo que le ha hecho su madre. El funcionario le espeta una mirada de reprobación y carraspeando la conmina a olvidarse de la comida. Después de preguntarle nombre, dirección y demás parafernalia quiere saber su profesión. Ella sacude la rubia melena, enarbola las pestañas inundadas de rímel y con aires de realeza le contesta:
– Princesa.
Seguirán sin darle trabajo.
Triste futuro y realidad de esta princesa. Por desgracia encontramos demasiadas.
Suerte.
Besicos muchos.
Una historia tristemente real para muchas princesas hoy en día.
Suerte y un abrazo Mei.
Mei, Sacar adelante a su familia no es tarea pequeña; aun así lo hace. Bien narradas esas imagenes de penuria.
Gracias a LA CASA ENCENDIDA, Yashira, Calamanda y Ana por vuestros comentarios.
Abrazos
Una princesa de otras esferas distintas a las reales.
El relato me ha parecido muy conseguido, casi fílmico, porque lo he visto como si fuera una película mientras lo leía.
Un abrazo y seguiremos en contacto, que no me he ido del todo, sólo por un tiempo (un viaje de 15 días).
Es un contraste tremendo imaginarse a esta rubia con el bocata en la cola del paro, me gusta justo por eso.
Un abrazo.
Enhorabuena, Mei, por la mención. Tu relato nos habla de las princesas que la corte de los recortes está nombrando con su falta de humanidad. Una primera escena muy visual y el giro para mostrarnos los palacios por los que transita. ¿Qué tal el queso? Un abrazo.