MAY166. SOY UNA PRINCESA, de Mònica Sempere Creus
Allí estaba con su corona hecha con pedacitos de papel de chocolatinas. Los bucles le caían limpios sobre la frente. La falda de tul, rescatada del baúl de la abuela, olía a anís. Los zapatos rojos pintados con rotulador lucían como nuevos. La vieja cortina aterciopelada abrigaba su espalda y en los labios la más dulce de sus sonrisas. Cuando llegó a la fiesta no le dolió el silencio, ni la explosión de carcajadas. Lo que más le dolió a Pedro fue la mirada de Luís, su mejor amigo. Disfrazado de bucanero dejó caer un par de espadas al suelo y echó a correr. Desde entonces Pedro habita en el reino del armario.
Como siempre sutil y manejando las distancias cortas.Lo tuyo son las manualidades brillantes de plata ¿eh?
Pues una coronita para tu princes@ y tu relato.
Un abrazo.
Qué rebueno, Mónica!!!
Quizá, ahora que lo releo, creo que no le habría puesto el primer «Pedro», con el último bastaba. En mi opinión, vaya. Que me sueltas, tú qué sabrás, y me quedo tan a gusto, Moni.
Un abrazo, que antes no te lo di.
Apoyo a Miguel Ángel, ya que él lo ha dicho, yo lo pensé, pero no osé, porque total, eso con goma de borrar se arregla.
Más abrazos, dobles, por los dos.
Al empezar a leer he pensado en una chiquilla haciéndose un disfraz de princesa y me olí lo que pasaba con la magistral descripción que haces de la entrada en la fiesta. ¡Enhorabuena!
Imágenes infantiles hasta llegar a un final demoledor, muy bueno, Mónica.
Un abrazo.