MAY172. NO ES TRISTEZA, de Mei Hiei
Al mirar por la ventanilla del avión, a medida que ascendemos, veo la terminal aérea de Toronto empequeñecer. Karl, mi amigo por internet, quedó allí. No pude evitar que se escapase una lágrima cuando se despidió:
“Temo mucho no estar a la altura de mi compañera de batalla. En el videojuego, personificando a la Princesa Karuna, eres astuta, intuitiva, osada, de movimientos gráciles, asertiva… Yo solo soy la fuerza bruta que sigue tus órdenes, neutralizando los enemigos de cada nivel, mientras tú descifras los acertijos y localizas los trofeos que nos permiten avanzar. Eres igual a tu personaje, eres real, eres hermosa.
No quiero perderte. Haré todo lo posible para estar a tu nivel, para ser tu compañero en las batallas de la vida real. Eres mi princesa, prometo que lucharé por volver a estar juntos. Hasta entonces, no permitas que tu corazón se entristezca, pues me harás sufrir.”
Vuelvo a mi realidad, en un vuelo comercial de vuelta a casa. Mi familia, de origen asiático y tradicionalista (cuando conviene) no estará muy feliz con esta relación.
Espero que Karl me perdone, no estoy triste sino preocupada. Por esta princesa tendrás que enfrentar muchas batallas… algunas te harán sufrir.
Me gusta, creo que marcas una línea hasta ahora inédita aquí. La ciencia ficción, pues me mola un montón.
Suerte