MAY25. ENTRE TREBEJOS, DAMAS, BARCOS Y PUENTES, de Mª Elena Sánchez Álvarez
Arabia no era dichosa con su vida. Sus padres los Reyes, siempre ocupados sorteando un mundo de estrategias, no tenían tiempo para lamentaciones ni llantos infantiles. Cualquier paso en falso podía costarles la vida.
Peones, oficiales y grandes torres protegían el Palacio. Pisaban tierras cuadriculadas teñidas de blanco y negro.
Harta la Princesa de la desdicha y aprovechando su mayoría de edad quiso tener amigas. La experiencia con las damas fue ingrata. Aquel cuadrilátero era una jaula de fieras, unas comiéndose a las otras.
Abandonó las tierras y comenzó a navegar surcando los mares y con el viento en popa, a toda vela abrió su corazón al Príncipe de las Mareas. A la segunda tirada, quedó tocada.
De regreso a Palacio, la Reina había sido devorada por el feroz enemigo y al Rey, primero un jaque, después un mate le dejó vencido.
Desconsolada, sola, la mirada perdida y la mente ausente, plegó las cuadrículas y dejó su destino en manos del azar, cayó en la oca y comenzando a jugar exclamaba enloquecida: ¡De oca en oca y tiro porque me toca!
Cincuenta y cuatro casillas le aguardaban para alcanzar la felicidad.
Elena, singular escenario para una princesa. Seguramente ese hervidero de personajes daban mucho juego y problemas. Sus distintas lecturas le dan originalidad y un final abierto. Suerte y saludos
Gracias Calamanda por tu comentario y me alegra que te haya parecido original.
Un saludo
¡muy ingenioso!!… es como un juego de rol…
podría de la misma manera participar en «la fuga de golsbitz» (orth?…) a ver cuantas cuerdas o tenazas consigue para de una vez salir de su encerramiento… o en «cluedo» para investigar la muerte de sus padres… porque con los tres en raya se arriesga a una sobredosis…
Elena, destaco de tu propuesta el juego que haces con el ajedrez (y los juegos de mesa) y los avatares de la princesa, metáfora de la vida de muchas personas. Me gusta el nombre: Arabia. Suerte a final de mes.
Interesante y elaborada historia. Me ha gustado tu manejo del juego y de las piezas que lo componen y su variante final. Suerte con los dados.
Pongo aquí este poema por su afinidad con tu historia.
AJEDREZ
(Jorge Luis Borges)
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?
Muchas gracias a todos:Kistila, Ximens y Antonia por vuestros comentarios. Me alegra que os haya parecido ingenioso.
A Antonia le agradezco el regalo que me ha hecho con el poema de Borges. Todo un detalle.
Un saludo para todos