MAY30. ANHELO, de Cristina González Prieto
“La princesa esta triste… ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa que ha perdido el color”… Hacia tanto tiempo… Desconozco el motivo por el cual ese pequeño fragmento de la Sonatina regresaba después de tanto a mi memoria. No puedo evitar reírme sola. Recuerdo con que ímpetu mi padre siempre me repetía una y otra vez “esto es como montar en bici, una vez lo aprendes, jamás lo olvidas”. Mas, cuan errado estaba. Hace mucho olvidé como conducir aquel chisme, pero por mucho tiempo que pase jamás olvidaré el enigma de la princesa. Quizás los poemas sean mi bicicleta pues, por más que persista, me olvidé de olvidarlos.
¿Qué le pasaba a aquella princesa de ensueño? Pobre princesa de boca de fresa, si aun siendo princesa su rostro palidece ante la luz del sol y sólo la libertad de su prisión dorada puede devolverle la sonrisa.
Princesa que tiene todo lo que los demás anhelan mientras que ella desea poseer aquello que el resto del mundo ve como una condena. Siempre deseando lo que los demás tienen… Así es nuestro mundo… así es el mundo de la princesa.
Cristina, así es la naturaleza humana no estar nunca conforme con lo que tiene y desear de los demás aunque es una chatarra. Muy bueno y muy profundo tu relato, Sotirios.