MAY34. CAYÓ EL TELÓN, de Alberto Quiles
Luces, silencio y se abre el telón.
Aclaro mi voz, levanto mi mirada y me enfundo de valor.
Repito notas y recuerdo palabras en mi mente, miro a mi alrededor.
Temor más silencio y aquel foco me ilumina.
El mundo se hace pequeño.
Mi garganta suena, mi cuerpo se tensa y por fin me concentro.
Ahora me relajo, miro al público y siento mi canción.
Destilo notas, articulo palabras y miro a mi alrededor.
Miradas ausentes, lejanas y de sinsabor.
Me enfundo en las letras, en la historia y vuelo a otra dimensión.
Es aquella chica, siento su dolor.
Un corazón roto, dice aquella estrofa.
Un amor perdido, habla aquella otra.
Por último, se pierde la pasión y hace colofón.
De nuevo estoy en aquel escenario.
Los ojos se concentran en mí.
Exhalo un suspiro,
varias lágrimas se escapan de mis ojos,
por unos instantes había sido aquella niña.
Luces, silencio y cae el telón.
Aquella noche no hubo flores ni aplausos,
solo decepción.
Muy poético y muy bonito. ¡Felicidades!.
Se puede sentir el escenario alrededor y el público ante los pies, muy bueno.
Gracias a amb@s
el chasco… sentirse incomprendido…
haberse entregado al publico y «Miradas ausentes, lejanas y de sinsabor.»…
dura experiencia…