MAY36. RENUNCIA, de Inés Zapirain López
Aquella mañana me di cuenta de algo insólito. En mi historia no había lugar para las flores. Repasé despacio mi extensa biografía,ningún acto cubierto de pétalos y olores dulces. Ningún regalo romántico,cubierto de celofán y lazos turquesa.
Caí en la cuenta,de que las flores apenas me rozaron en algún momento. Un aniversario puntual en mi familia, o alguna rosa solitaria entregada a mis amigas. Pero ninguno de esos brotes, cubiertos de hojas de colores, se quedó conmigo. ¿Por qué? si en algún lugar recóndito de mi mente, yo recordaba amarlas. A veces las miraba desde lejos, pero no porque las aborreciera,algo me impedía acercarme. Mis padres evitaron responderme y mis hermanas me dieron largas. Le pedí explicaciones a mi novio, por no adornar nuestro amor con flores;me dijo que muchas veces lo intentó,pero nunca pudo hacerlo. Me dirigí a ver a mi abuela,que bajó la vista ante la pregunta…
-Teníamos que ofrecer algo a cambio de tu vida -musitó -te escapabas de nuestras manos y no queríamos perderte. El precio que pagamos, fue renunciar a tu pasión. Te curaste, y a partir de entonces, jamás tendrías flores-.