MAY63. ESCAPATORIA, de Sara Lew
El columpio se movía solo aun cuando la brisa estaba ausente. Arriba, abajo; arriba, abajo; arriba, abajo. Ese chirrido de hierros oxidados me erizaba la piel. También a las hiedras se las veía inquietas; lo digo por el modo en que se aferraban al muro del patio y se elevaban, retorcidas, intentando saltar al otro lado. Me arrimé al enano de piedra pero no me inspiró nada bueno, quizás por ese grotesco mohín en su sonrisa cincelada. Corrí hasta el viejo banco de madera y me senté. Bajo la pérgola se acentuaba aquella tenebrosa sombra que oscurecía el parque. Todo era tan yermo y gris… No había flores, salvo una roja y brillante que me inventé para que luciera en mi pelo.
Sara, a pesar de escenario lúgubre que describes tu texto rezuma optimismo. Esa rosa roja…
Gracias por la nota de color
Cuando todo se nos presenta negro, la nota de color la debemos poner nosotros…
Gracias a ti, Mei por tu comentario. Un saludo.
a mi lo que mas me gusto es la participación de la hiedra al clímax del ambiente…
tétrico este columpio que se balancea un día sin viento: muy bien ambientado
Gracias Kistila. Un saludo.
Pues ya sabe, a seguir imaginando hasta cambiarlo todo.
Por algo se empieza… hay que perseverar.
Un abrazo.
Sara, has creado un escenario tan lúgubre y de tal forma, que me ha parecido estar allí, eso sí con mucho miedo. Y es que cuando peor están las cosas más salen a relucir las mejores imaginaciones.
Suerte.
Abrazos.
Nada mejor que escapar e inventarse una realidad nueva.
Me encantó, Sara
Un abrazo!
Me gusta mucho ese final, Sara. La flor que está porque te la inventas, para adornarte el pelo. Me gusta. Esto se hunde, pero deja que me ponga guapa y sonría, que la sonrisa se me refleja por dentro y me hace sonreir.
Un abrazo, Sara.
El final redondo, redondo, la nota de color para un relato en blanco y negro. Bueno, muy bueno.
Suerte.
Un abrazo,
Parece una leyenda urbana, lo digo porque hace unos meses se hablaba de que en Buenos Aires, no recuerdo en qué plaza, los columpios se mecían en ausencia de viento. Lo he recordado apenas leer tu texto. Texto excelente por cierto.
Saludos
Soñar en blanco y negro, no me prohibe mis colores :))
Besazos enormes
A veces se nos olvida la coherencia entre narradores-personajes y los acontecimientos, y tu relato es una lección: «…lo digo por el modo…» es un giro narrativo que podría parecer inocente pero que nos envía un mensaje de inseguridad y alerta detrminante en este texto. Precioso escenario.
Muy inquietante, digno del mejor género de terror Sara. Esa flor roja me da mala espina, ¿para adornar el pelo de un fantasma, de una asesina? Un beso.
Todos los elementos muy bien escogidos, tenebrosos, hasta lo rosa roja da una cierta aprensión. ¡Felicidades!.
Cric cric me ha encantado!!! Muy visual y cargado de símbolos, enhorabuena!!!
Sara, ya sabes lo que pienso de esta mágica flor roja y brillante que te has «inventado». Pero para que lo sepan los demás: la pincelada final, ascendente. La sonrisa de la maga que mira cómo todos nos quedamos embobados ante su actuación de color.
Felicidades de nuevo.
Un abrazo.
Tiene una ambientación cercana al video de inspiración que han colgado en el blog, el de Flowers de Emilie Simon. Preciosos ambos, el video y tu relato.
El columpio, Sara, arriba y abajo, nos deja el eco de un chirrido que rompes al final con una flor roja, más optimista y que transmite algo de esperanza.
Me ha gustado mucho. Un beso.