MAY77. SONATINA DE LA ESCRITORA FAUSTINA, de Marta Trutxuelo
La escritora está triste… ¿Qué tendrá la escritora?
Las ideas se escapan de su mente creadora.
Que ha perdido su musa, que ha perdido la inspiración.
La escritora espera en su silla rodada,
ahora está mudo el teclado de su ordenador.
Pero en la pantalla aún parpadea un mensaje revelador
—Admito el trato, escritora —responde el diablo—;
raudo y veloz como el rayo, en tu camino me hallo,
en el cinto doscientas palabras y en la mano un título sugerente,
feliz caballero me siento, como un genio benevolente,
y que llega desde el infierno, aceptando el trueque:
tu alma a cambio de un cuento susurrado a tu mente.
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Echaba de menos algún cuento-homenaje este mes y he aquí uno chulísimo. Suerte, Marta ;o)
Jo… muchas gracias, Eva!
Es que yo también pensé en el homenaje, olvidándome de la princesa, ja, ja… Además, estaba bloqueada, como la escritora, y eso es lo único que se me ocurrió.
Me alegro mucho de que te haya gustado.
Un abrazo
Marta
Hola, Marta.
A mí me ha gustado mucho tu sonatina a la escritora.
Además, no me van mucho las princesas al uso.
Muchísima suerte.
Besos.
Gracias a ti!!!
Encantada de saludarte y me alegro mucho de que te haya gustado… a mí tampoco me inspiraban las princesas ñoñas, je, je…
Participas también??? Suerte para ti, entonces!!!!
Besooos!!
Marta
«Silla rodada»… No entiendo la expresión.
Saludos.
Eva.
Es que en la sonatina de Rubén Darío se dice «la princesa está sentada en su silla dorada…», entonces, he querido darle una vuelta y reinterpretalo a esta princesa escritora: está sentada en una silla de ruedas o «rodada» (un guiño a «dorada»). Otras alusiones también van en esa línea…
Un abrazo, Eva
Marta
Marta, este trueque con el diablo me ha gustado mucho. Aunque estés bloqueada sigues escribiendo divinamente 😉
El principio-homenaje ha estado muy bien.
Suerte, y un abrazo enorme!!!
Gracias, Inés!
Creo que al final lo que me animó-inspiró es saber que gente tan maja como tú va a leerme, je, je… porque no estaba yo muy centrada en el tema principil…
Eskerrik asko, politta!!!
Muxutxu!!
Marta
Pues siento disentir del resto, Marta, pero creo que te has cargado una buena idea al poner en verso lo que deberías haber escrito en prosa.
Primero, porque una trama pide un molde narrativo, y eso implica, hoy por hoy, el uso de la prosa. Es cierto que Darío es capaz de escribir una historia en verso… Pero es Darío.
Y en relación con lo anterior, en segundo lugar: porque intentar un ‘homenaje’ a Darío, orfebre del verso, usando el verso, es no ya arriesgado, sino una temeridad.
El resultado es que, a mi entender, no has escrito un microrrelato ni un poema, sino una serie de ripios que no se ajustan a molde alguno (y eso que los modernistas como Darío eran obsesos de la forma).
No obstante, estoy seguro de que, si lo rehicieras en prosa siguiendo la idea, te quedaría un micro pero que muy chulo, no hay duda.
Saludos.
Hola, Eduardo!
Muchas gracias por tu comentario… creo que si lo hubiera hecho en prosa hubiera quedado aún peor, primero, porque no se hubiera entendido el pretendido homenaje a Darío y, segundo, porque mi idea era reinterpretar el poema, cuya base y «gracia» precisamente es el verso.
Sí que disiento en una cosa: un poema puede esconder muchas historias, cuya base siempre es un hilo narrativo; cambia la forma: prosa o verso.
Y la propuesta que me lanzas al final de rehacer el texto «siguiendo la idea» no creo que sea factible, porque ésa era «mi idea»: homenajear a Darío en verso… peroooo… no me ha salido… lástima!!!
Gracias por pasarte por aquí!
Un saludo
Marta
Marta, leí tres veces el poema buscando donde está la princesa. Menos mal en el comentario lo explicas. Qué envidia me das, maravilloso poema a ver si me atrevo yo también a escribir uno. Un fuerte abrazo,Sotirios.
El único parecido con la princesa de Darío es que ella está esperando a un príncipe y la escritora está esperando a las palabras… lo demás, poco más…
Atrévete, hombre!!! Ya iré yo a criticártelo, ja, jaaaa!!!
De momento, me voy a leer el tuyo… hala!!!
Otro fuerte abrazo para ti!!
Marta
…¡pues a mi me gusta «justamente» tu relato por su ritmo «saltarin» entre poema y prosa!!…
como tú disiento de Eduardo y comparto tu parecer:
» un poema puede esconder muchas historias, cuya base siempre es un hilo narrativo; cambia la forma: prosa o verso»…
no había en absoluto visto que era un homenaje a Ruben Dario, me parecía un homenaje al escritor que estaba provisionalmente en «vacío de inspiración»…
como a ti me disgustaba la imagen de princesa noña que nos presentan en particular todas estas colecciones de muñecas y disfraces que proponen a las niñas de ahora…
por honradez precise en mi primer comentario a mi propio relato que es la lectura de otro relato que hizo oficio de «diablo» inspirador…
Gracias, Kistila!
Bueno… este espacio está para opinar y no todos los comentarios tienen que ser favorables… estamos mal acostumbrados, creo yo… pero bueno, hay que admitir las sugerencias y admitir las críticas.
Me paso por tu relato, Kistila!!!
Graciaaas y un abrazo!!!
Marta
Hola Marta, a mí, como me gusta hacer rimas, aunque lo haga fatal, siempre me pinta una sonrisa encontrar historias en verso. Me parece original el guiño a Darío, pero chica de vender el alma al diablo que sea po un best seller o el nobel no crees¿? que para 200 palabras de apañas muy bien, palabra!!
A mi tembién me tienen las musas abandonada, snif
Je, je… gracias, María!!!
Te mando un poco de inspiración, busca, busca, que tendrás a alguna princesa de la época medieval por ahí escondida, seguro!!!
Y bastante mal trato he hecho con el diablo, que menuda birria de cuento de ha vendido… poco valdrá mi alma, snif!!! (je, jeeee…).
Espero leerte pronto… ahí va un poco de inspiración!!!
Muxu handi bat
Marta
No creas, Marta, que a veces cuando me quedo sin ideas también me entran ganas de vender mi alma al diablo. Lo que hago, por si te sirve, es cambiar radicalmente de sitio, actividad, de todo. Incluso un día enterito sin hacer NADA puede ser muy productivo. Un cuento homenaje al folio en blanco.
Un abrazo.
Gracias por el consejo, Susana… de hecho, es lo que hice, pero el ronroneo de la falta de inspiración seguía ahí y es cuando me vino a la cabeza el caso del pobre Fausto… mezclado con la princesita y su tristeza…
Un abrazo, Susana!
Marta
Muchas gracias por el comentario, Ana!
Ya presenté una vez un poema sobre el romance entre un pastelero y una frutera con final trágico, por lo menso para la frutera, je, je… y cuando mandé con pseudónimo uno de un roble que se «enamora» de un brote de jazmín… así que, igual te refieres a ése…
Bueno, la cosa es experimentar, seguramente a nivel formal de métrica y esas cosas, tal y como dijo Eduardo, mi poemilla ha sido una cagada, porque Rubén Darío cuidadaba mucho esas cosas, pero yo simplemente quería hacer un «guiño» a su obra emblemática.
Pero mira… es lo que hay… ya iremos aprendiendo… o no!!! ja, jaaa!!!
Te mando un fuerte abrazo!!!
Marta
Hola, Anita!
Ya no están los relatos que no fueron ni ganadores ni mencionados… el mío, mi poesía, era uno titulado «Romance invernal» y mi pseudónimo era Lamia.
Además, ahora recuerdo que le pedí a Juan que los retirara del blog para poder presentarlos en otros concursos.
Bueno… no importa!!!
Un abrazo!!!
Marta