47. Medio lleno siempre (Luisa Hurtado)
Nunca nos hemos puesto de acuerdo en nada. Tú siempre has dicho que si nos conocimos fue porque me quitaste la merienda, cuando yo recuerdo que la compartimos. Has sostenido que me tirabas de las coletas y levantabas las faldas por hacerme rabiar; yo siempre creí que era porque no podías vivir sin mí. Ya de adolescentes afirmabas ser un don juan; o un indeciso, he apuntado yo cuando he tenido ocasión, siendo prueba de ello este matrimonio que hemos construido juntos.
El médico acaba de darnos las malas noticias, ha hablado de unos meses y nos ha prometido que no sufrirás. Yo confieso estar contenta y prometo ya desde ahora que, si no llegas al año, aguantaré y afirmaré siempre que fuiste un buen marido, aunque solo sea porque por una vez tú y yo parece que nos hemos puesto de acuerdo en algunas cosas: yo siempre fui una ilusa, tú nunca me quisiste, aquí no hubo ni amor ni respeto, solo la mala costumbre de que las parejas debían de serlo para toda la vida, o parecerlo, algo en lo que el mundo ha cambiado y mucho, a lo que yo llego a tiempo y tú no verás.
Luisa, la veo muy amargada. Pienso que cuando muera el marido no va a ser más feliz. Lo entiendo, dices que ha sufrido el desamor de él, pero la venganza y el resentimiento hacia alguien pasa factura a quien la siente.
Es como una vida desperdiciada.
Has conseguido captar la esencia del personaje, remueve sentimientos.
Qué terrible vivir una mentira toda la vida. Al menos ella todavía tendrá tiempo de aprovechar el tiempo que le quede, cosa que parece tomar como una revancha contra el marido. Muy triste y muy bien escrito, Luisa.
Un abrazo y suerte.
Cuántos años perdidos, seguro que la vida se les hizo larga cuando en realidad es corta…Un desperdicio total para ambos por no tener el valor de mirarse a la cara, sentarse y tomar decisiones. O tal vez sí lo hicieron pero no supieron llevarlo a cabo…Nadie sabe lo que podría haber ocurrido.