84. MEMORIAS SOBRE UN FENÓMENO (Óscar Quijada Reyes)
Mi rostro lo decía todo, estaba compungido, contrariado y ofuscado. No era el único, mis amigos salieron a las calles, la plaza principal se llenó de gente y cada quien reflejaba a su manera la molestia que lo invadía. Nadie encontraba forma de llenar el vacío, era domingo y todos habían cumplido con sus quehaceres y obligaciones. Algunos leyeron los diarios más de una vez y, hasta el prefecto, un hombre de pocas palabras, se detuvo en una esquina y no paraba de quejarse. Experimentamos en carne propia la magnitud de un fenómeno de la época.
A punto de convertirme en nonagenario tuve recuerdos funestos de aquel episodio de mi juventud. Me afectó tanto, que aún sufro sobresaltos cuando viene a mi mente. Ese día ocurrió una tragedia real para mis paisanos y para mí: la única emisora de radio de nuestro pequeño y apartado pueblo estuvo fuera del aire por varias horas, las mismas en las que se efectuaba el tan esperado derbi.
Con todo mi respeto a los aficionados, aunque reconozco que yo no lo soy mucho, a algunas personas, si les suprimen el fútbol de sus vidas, quedarían vacías. Cada uno tiene sus gustos y sus pasiones, supongo que a otros nos sucedería con los libros, con el cine, o si nos impiden llenar de letras una pantalla o un papel con la intención de decir algo.
Me alegro de volver a leerte, Óscar.
Un abrazo y suerte
Gracias Ángel, me alegra que hayas leído el relato. También me ha contentado de sobremanera que, al regresar al acontecer literario, me he percatado de tus progresos narrativos, enhorabuena.
Ángel me ha quitado la esencia de mi comentario. Es así, el fútbol para la mayoría es una droga. ¿Qué tendrá este deporte que gusta en todos los países, en todas las capas sociales y en todas las edades?.¨
Óscar, para exponerlo, has utilizado una imagen muy entrañable. El pueblecito apartado, donde el derbi, es la única conexión con la el mundo exterior.
Espero tengas suerte con tu propuesta.
Muy agradecido María Jesús, es halagador recibir comentarios tan animadores como el tuyo, pues hacen pensar que uno dio en el clavo. Espero que también tengas mucho éxito. Un cordial saludo.
Muy creíble y me solidarizó con todos los que sufrieron tal desconexionesión. Suerte y abrazos
Muchas gracias Manuel por el estimulador comentario. He visitado varias veces el blog Montesinadas, es muy interesante y se ha mantenido consistente a través del tiempo, eso es muy importante. Un saludo cordial.
Hoy día el «llanto y crujir de dientes» nos llega cuando se nos cae la conexión a Internet o se nos muere el móvil, y eso que siempre tenemos alguna fuente de información alternativa a mano. Así que en aquellos tiempos, que la radio fallase en un momento cumbre como ese tendría que ser una verdadera tragedia. Besos y suerte.
Gracias Ana, esa es la idea. La forma como escribes y haces la equivalencia con nuestro tiempo es digna de admiración. Un abrazo.
Radio y fútbol, desde que tengo recuerdo, han ido de la mano. Como ha dicho Ana, hoy en día la cosa quedaría en anécdota, pero hay muchas otras cosas que de buen seguro provocarían en nosotros una reacción similar. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio. Lo cierto es que hoy se requieren otras cosas para inquietarnos. Varias décadas atrás solo había varias medios electrónicos de comunicación. Que Dios bendiga a tu hijo, éxitos.