41. MI AMIGA
MI AMIGA
Suelo salir a pasear por la mañana temprano, cuando los calores estivales no imponen la lógica de quedarse en casa a la sombra, con el botijo.
En mis paseos, me acompaña mi amiga, paso a recogerla pues vive cerca de mi casa, de camino hacia la parte alta de la ciudad, donde acaban las edificaciones y empieza un gran parque natural.
La ascensión es fatigosa, nunca se queja, a pesar de lleva la carga de mi peso, animándome a no desfallecer sobre ella, que sería de poca hombría.
Llegar hasta donde nos proponemos, varía en función del día y de las fuerzas acumuladas en las piernas, aunque suele ser una subida de una hora.
Tras ese tiempo, con el esfuerzo asomando en la cara y el sudor en el cuerpo, llegamos a una carretera plana, de tierra polvorosa, donde su recorrer es un descanso, por el cual contemplamos a nuestros pies, la majestuosidad de nuestra ciudad.
Al llegar al final del recorrido, tras cruzar algunas casas, dejar atrás unas fuentes y pasar por un puente peatonal, hay un pequeño mirador flanqueado por cipreses y pájaros.
Uno me preguntó, cómo se llama tu compañera, bicicleta le respondí.
Alfredo, lo mejor de tu relato para mi es el primer parrafo, tiene literatura y nos trae las sensaciones del verano.
Un abrazo
Si te ha gustado, sin darte demasiado calor, me parece bien.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Hola Alfredo. Me ha gustado la forma en la que vas vinculando el esfuerzo del pedaleo, con las pinceladas del paisaje por el que discurres.
Suerte,
Ton.
Muchas gracias Ton por tu comentario, me anima a seguir pedaleando, no sé si con el pincel en la mano, pero pedaleando seguro!
Un abrazo.
Hay objetos, que nos acompañan en etapas de nuestra existencia, haciendo que nos sea una vida más plácida. Ciertamente el valor económico es secundario.
Un saludo.
En un corto espacio de líneas, nos dejas una buena narración, entre lo que entrecomillas, sois tú, y tu compañero de viaje.
Tienes comentarios muy bien puestos.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario. Se trata de mi compañera la bicicleta.
Un abrazo.
Me temo que este tema va a ser un tanto repetitivo en cuanto a argumentos.
Historia bien narrada, pero sabiendo que al final la compañera es la bicicleta.
En fin…
Saludos y suerte.
Gracias por tu comentario Modes, no es original ni sorpresiva, pero ella, mi bici se merece un post, la relación con la bici es muy especial, acabamos hablando de casi todo, no tengo secretos para ella, aunque hay temas que no le gusta tocarlos y los obvió para no molestarla.
Un saludo.
Joo qué comentario más bonito, hace crecer mucho a tu relato. Un abrazo, Alfredo.
Gracias por comentar así, me das ánimos.
Un abrazo Lorenzo.
Quien monta una bicicleta es mi amiga(o). Saludos desde Colombia, donde tenemos cientos de caballitos de acero.
Ole los colombianos, reyes de la montaña, en el Tour de Francia, durante años.
Aquí un amigo.
Compañera inseparable, de paseos y confidencias. Un relato que te invita a pedalear por sus letras.
Suerte Alfred, un abrazo.
Gracias MªBelén, ciertamente en las salidas, me habla al ritmo de mi pedaleo, luego lo transcribo en letras que forman palabras, con las que pergeñar un relato.
Un saludo.
Hay veces que objetos materiales se hacen inseparables a las personas, tanto que se le puede llamar «amigo».
Un saludo
Ciertamente un objeto con el que tienes una relación tan estrecha se convierte en algo más que una cosa material.
Un saludo.
Más que una amiga y tras la lectura de relato y comentarios la veo como una prolongación de ti mismo. Bonita y estrecha relación con ese objeto tan especial. Suerte Alfred.
No se si puede llegar a tanto dicha relación, pues no siempre está dispuesta a escucharme.
Un saludo Yashira.
ALFREDO, bonito cierre final y sentida historia. Suerte y saludos
Muchísimas gracias, eres muy amable.
Saludos.