57. MI PARTICULAR RECUENTO
Como si fueran a acabarse mi tiempo y mi mundo con el fin de año, hago balance del hostigamiento al que me has sometido estos años. Tres interminables horas en el balcón, desnuda, rezando para que me dejes entrar. Poco amor, casi todas las veces fueron violaciones. Dos hijos. Algunos puñetazos en plena cara antes de perder el conocimiento. Siete días a la semana con miedo a que vuelvas. Cada vez menos copas para envalentonarte conmigo. Una orden de alejamiento. 90 veces 9 disculpas insinceras con sospecha de reincidencia. Varias denuncias de malos tratos. Y, aquí es donde más me atraganto, demasiados segundos paralizada mientras recibo tus golpes.
Al fin, con el último aliento, la energía justa para decir NO.
Cari, qué fuerza tiene tu relato. Este fin de año debe ser el fin de una tortura soportada largo tiempo por tu protagonista. Me gusta mucho el abordaje que le has dado a un tema tan duro. Un besote
Gracias, Conchi! Aprecio mucho tus comentarios y sigo aprendiendo de todos.
Las doce campanadas, la primera cifra con la que comienza una nueva etapa de 365 días con cambio de dígito, con todo su valor simbólico, no es nada ante las cifras que aporta la protagonista ante ese «particular recuento», números todos recubiertos de sufrimiento. Una mujer que necesita que termine su tortura y que se cumpla aquello de «año nuevo, vida nueva».
Un texto que golpea, pero también una resistencia valiente ante el peor de los asedios.
Suerte y un saludo
Terrible dramón el de las mujeres maltratadas, que aquí dejas patente con maestría.
Todos debemos estar con ellas cuando lo precisen.
¡Que echen a correr ya esas pobres mujeres! Ni un segundo más al lado de esas bestias.
Enhorabuena.
Yo, a esos maltratadores los pondría desnudos a escuchar las campanadas de Nochevieja en la Plaza Roja de Moscú, a 30 grados bajo cero..
Un relto terorífico, muy crudo, pero denunciando muy bien una lacra.
Muy duro y tristemente muy actual, esperemos que todo sea diferente al menos en este aspecto el próximo año. Relato de denuncia y de rascar la conciencia social, duro y muy descriptivo.
Un abrazo y suerte
Gracias por vuestros comentarios. Pensé hacer el relato desde el punto de vista del maltratador, pero me fue imposible:demasiada distancia entre esos especímenes y la gente que me rodea, tengo mucha suerte!
Crudo relato de una realidad cada vez más oída. Lo has relatado de manera maravillosa, visual y contundente.
Ojala tu historia quedara solo en eso, en historia.
Un beso cari.
Ojalá otro mundo sea posible…
Cari, denucias las situaciones de violencia, mas insoportables en estas fechas que en otras, y abres una puerta a la esperanza. Suerte y felices fiestas
Gracias, Calamanda, por pasarte. Es cierto que estas situaciones son insoportables en todo momento, pero especialmente durante los encuentros familiares.
¡Siempre nos queda la esperanza y sobre todo la resistencia!
¡Madre mía! Qué cruda realidad, parece tan lejana, tan ajena y sin embargo es totalmente cotidiano.
Muchos NO NO NO NO y BASTA necesitamos aprender a decir para parar todos los abusos.
Felices Fiestas y besos.
Un relato duro y cargado de fuerza. Me ha gustado esa mirada hacia dentro que conduce una de tantas mujeres maltratadas. Un aplauso para ese final que mira hacia otro comienzo. Mucha suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio, por pasarte. Siempre esperanza, siempre!!!