74. Mi reflejo está en tu espejo (Mercedes Marín del Valle)
Ella era pragmática, realista y suficiente. Él era filántropo, iluso y entregado.
Se conocieron en una librería.
Él palpitaba leyendo poesía, a ella le apasionaba la neurociencia.
Sus móviles vibraron a un tiempo y a la vez salieron para coger sus llamadas. Volvieron a entrar juntos y, sincronizados, pidieron información al librero.
La misma tarde se encontraron en un bar, tomaban idéntica bebida y degustaban la misma tapa.
Ella abandonó su mesa y, copa en mano, se sentó frente a él y le dijo su nombre. Él, con el ruido de fondo no pudo escucharla, ella tampoco oyó el de él.
Salieron de la mano y, sin preguntar ni explicar, acabaron en la misma cama.
Él deseaba no irse nunca y ella aceptó que se quedara, de la observación y el análisis de su comportamiento aprendería todo lo que necesitaba saber.
Él, al escucharla, se sintió grande al sentir que toda la poesía que quería aprender estaba en ella, en sus ojos y en sus labios, los mismos que nunca paraban de hacerle preguntas.
Ella terminó su trabajo y él se pasó a la prosa y, cuando se despidieron, ambos sintieron que hacia mucho que ya no estaban allí.
Para que surja el entendimiento y se encienda una chispa parece obligado que existan intereses comunes, similares inquietudes y aficiones, por aquello de las «almas gemelas». Sin embargo, también es cierto que unas personas complementan a otras y que de lo que parece dispar pueden surgir puntos de encuentro interesantes y únicos. Tu pareja es un buen ejemplo, como tú también demuestras, una vez más, facilidad para dotar a tus personajes de perfiles psicológicos, para narrar lo que sucede cuando la
Los individuos interactúan, sus conexiones e influencias mutuas.
Un abrazo y suerte, Mercedes
Hola, Ángel. Aquí estoy de nuevo, aunque nunca me fui del todo porque siempre hablo de esta página y de todas las personas que he conocido aquí.
Muchas gracias por ser y por estar. Un abrazo y feliz tarde, amigo.
Hola, Mercedes.
Ha sido una grata sorpresa descubrir que estás de vuelta. Me preguntaba si habrías decidido no seguir publicando en ENTC. Es una alegría encontrarte otra vez por aquí.
Dicho esto, comentarte que me ha gustado mucho tu relato. Creo que aquí más que un romance como tal hay un intercambio enriquecedor para ambos: él convierte la relación en poesía y ella la convierte ensayo. La frase final lo expresa de una forma genial: Ella terminó su trabajo y él se pasó a la prosa… Espero haberlo interpretado bien.
Bienvenida de nuevo. Un abrazo.
Holaaa!!! Lo has interpretado más que bien. Nunca me he ido porque siempre os nombro. Estaba ahí con mis novelas y otras zarandajas, muy liada sí, pero siempre os llevo en el corazón y a todo el mundo le hablo de este espacio donde tan bien lo paso y al que siempre volveré.
Un abrazo Barceló. Feliz tarde.