Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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Micros-copa Semifinales: Juego de niños

Aquí os traemos el análisis de este cuento que ha llegado hasta las semifinales de la copa, enhorabuena a su autor.

 

Juego de niños

Aquel túnel le aterrorizaba. Sus amigos entraban en la oscuridad y permanecían apretados contra la pared gritando, mientras el tren pasaba a escasos centímetros. Él nunca pudo vencer su miedo, aunque le mortificaba el desprecio reflejado en los ojos de Bea.
Esa tarde la descubrió llorando junto a las vías: no encontraba su pulsera de comunión y temía haberla perdido dentro. Incapaz de soportar más tiempo aquella mirada, penetró en las tinieblas, repitiéndose entre lágrimas que nunca más le llamarían cobarde…
Quienes recogieron sus restos destrozados cuentan que fue imposible abrirle la mano, aferrada con desesperación a una pulsera ensangrentada.

 

31_angel

(+) Me gusta el título, con ese doble sentido de que era un juego literal (estaban jugando), que era sencillo (fácil hasta para un crío) pero en realidad era algo muy costoso para el protagonista.

(+) Encaja estupendamente con la inspiración de la leyenda de Becker. Quizás demasiado, luego me quito las alas y me visto con cuernos.

(+) El relato plasma una historia de miedo que recrea bastante bien el terror de las leyendas de Bécquer

(+) La última frase es digna de Gustavo Adolfo, se puede leer con voz tétrica de acompañamiento.

(+) El relato es perfectamente comprensible e impactante haciendo contraste con el título, aparentemente inocente.

 

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(-) El título es mejorable.

(-) Posiblemente haya jugado en su contra que el esquema del relato sea demasiado parecido a la leyenda en la que debía inspirarse, por lo que resulta predecible y un tanto plano en comparación con el de su rival.

(-) La frase “Incapaz de soportar más tiempo aquella mirada” se supone que hace referencia a la mirada de desprecio de la que se nos hablaba antes, aunque en este momento del relato se hubiera esperado que lo que fuera incapaz de soportar era la tristeza o las lágrimas de Bea.

(-) Es un cuento demasiado explicativo para mi gusto, el relato ganaría si nos mostrase el miedo del chaval en vez de contárnoslo todo «mostrar versus contar», por ejemplo en vez de decir que «nunca pudo vencer su miedo», dinos que «nunca aguantó más de unos segundos dentro»…

(-) Por el detalle de pulsera de comunión sabemos que son niños de 9-10 años, entonces el lenguaje se me queda demasiado alejado para ellos, no sé, historias de niños me piden un lenguaje más coloquial, quizás el autor haya querido usar el lenguaje más culto de las leyendas de Becker y sea algo buscado?

(-) Si no supiera que este cuento se basaba o inspiraba en la leyenda de Becker me gustaría mucho más, pero como sí lo sabía pues me parece que es demasiado igual, previsible.

 

Dios

(*) Suprimiría la frase inicial ya que junto con el título y saber que se basaba en la leyenda de Becker ya me ha contado el cuento, ya sé que se va a morir por entrar a coger algo de alguien que no le hace mucho caso. Así que creo que empezaría el relato con «Sus amigos entraban en la oscuridad…» que es una gran frase de enganche al lector.

También tacharía la frase de «Él nunca pudo vencer su miedo, aunque le mortificaba el desprecio reflejado en los ojos de Bea.» Quizás escribiría algo así «Incluso en la negrura percibía/sentía los ojos de Bea burlándose de él» o «Todo chirriaba allí dentro y nadie percibía el castañeteo de sus dientes, nadie menos Bea» en fin algo que nos sugiera el miedo que siente y por qué se hace el valiente.

Posiblemente le he cogido el gusto a las tijeras, pero ya que se me permite hacer de esquilador, también quitaría esto de «Incapaz de soportar más tiempo aquella mirada, penetró en las tinieblas, repitiéndose entre lágrimas que nunca más le llamarían cobarde…»  Me suena muy viejuno. Qué tal decir algo así cómo «Nunca entraba uno solo, nadie era tan valiente y ninguno tenía tanto que ganar como él. Sintiendo una nueva mirada en sus espalda penetró en las tinieblas». Por seguir con la cosa de la mirada y darle un toque positivo de valentía en vez de que entre llorando en el túnel.

La frase final me encanta, ¡estupenda, de leyenda!

 

 

y para Manuel una del rockero Becker

 

 

7 Responses

  1. Qué duro ese diablillo. A mí me gustó mucho este relato. Es cierto que el saber a qué texto hacía referencia le resta sorpresa, pero quien lo lea fuera del contexto del concurso lo disfrutará como merece.

  2. Te diré, Elisa, que hay dos ángeles y dos demonios, y sí, son buenos y malos, es su papel. Efectivamente el cuento hay que mirarlo tanto con y sin la perspectiva de la leyenda de Becquer, y eso han pretendido hacer todos ellos. Sin duda es un buen cuento, y como todos, mejorable.
    Bueno, y luego está Dios, que anda por libre y dice lo que piensa que para eso todopoderoso y nada pudoroso.

  3. Pablo Núñez

    Querido microscopio, no sabía que, además de jugar al tenis, Becker escribiera leyendas.

    Vamos a tener que pasar un microscopio al microscopio.

    Aparte de la broma sarcástica, decir que me encanta esta sección de la que se aprende una barbaridad.

    Gracias por mantenerla, Mel.

    Pablo.

  4. Manuel Menéndez Miranda

    Gracias por el análisis siempre enriquecedor. Supongo que cada uno de nosotros escribiría un cuento distinto con la misma historia, esta era la mía. Reconozco que lo de «viejuno» me ha llegado al alma, jajaja, me habéis pillado. Agradecido por haberme dejado llegar tan lejos en esta Copa, una maravillosa experiencia. Un saludo.

  5. Asun Paredes

    Como veo que se ha abierto el debate, vengo en defensa de Manuel y de su relato. A mí me gusta mucho, y creo que el estilo ambientado en la época de la Leyenda original es una opción tan válida como el uso de un registro más actual, a mí particularmente me parece un plus. Lo que está claro es que el relato de Towanda era muy bueno y alguno de los dos tenía que ser eliminado. Y, aunque repita lo que ya han dicho otros, la frase final es brutal.
    Gracias por esta sección, Mel, de la que todos aprendemos unos de otros.
    Un abrazo.

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