83. Mientras
Aislado en su cabaña del monte, Marino lleva semanas sin hacer su trabajo de piconero. Taciturno observa la desapacible nevada. Su hijo tirita en sus brazos. Intenta quitarle el frío avivando el escaso rescoldo de la chimenea con el último saco de picón, y su vaho caliente. Comienza la lectura de un desgastado cuento infantil; ilustrado y escrito con tizones por él mismo. El crío parece entretenerse; ilumina el azabache de sus ojos; asoma su sonrisa por la bufanda; y relee con su padre:
“Estrellita, exhausta, encuentra al fin los nardos mágicos de hielo. Respira profundamente. Sus olores parlotean como un susurro. Acerca sus puntitas brillantes a los cientos de pétalos, antes invisibles, y se iluminan.
Emocionada danza entre ellos. Recuerda la promesa de la tormenta trasparente. – Si los posees, cada pétalo te otorgará un deseo.-”
Marino y su hijo, azulados de frio, leen y se relamen los labios resecos con la lengua.
“-Quiero mi primer deseo, ordenó Estrellita al pétalo. Concédeme pastelitos de merengue. Tú, gritó señalando otro, me enviarás leche azucarada.-
Escogió el tercer pétalo, y, relamiéndose, le pidió helados de chocolate con almendras.”
Papá, murmuró somnoliento el niño. –Ya no tengo hambre. Mañana arrancamos más pétalos.-
Estupendo relato que encierra entre sus bonitas palabras la triste realidad de la penuria. Enhorabuena. Un abrazo.
Gracias Ana por tus palabras y tus buenos augurios. Me alegra que te guste. Abrazos
Ana, la penuria, efectivamente, nos muestra su triste realidad. Gracias. Abrazos
Calamanda, un relato muy triste y al mismo tiempo real.Difícil distraer el hambre y que duro.
Nos lo cuentas muy bien con ese lenguaje tan bien elegido.
Suerte.
Un saludo
María Elena, gracias. Me alegra haberte distraido. Suerte y saludos
Una tierna y triste historia. En la realidad existen personas que solo comen con la imaginación. Me ha gustado, suerte.
Saludos.
Beto, así es. Existen personas que, cierto tipo de comidas, solo las comen con la imaginación. Gracias y saludos
Original y perfectamente narrado. Al leerlo es fácil imaginarse al padre y al hijo pensando en esas delicatesen que en su caso, se intuye, escasean, escritas utilizando un tizón como pluma. Una lectura muy agradable. Un saludo.
Ángel, muy amables tus palabras. Efectivamente, habla de esas personas que escasean casi de todo. Saludos y gracias
Calamanda, me ha gustado mucho el ritmo de tu relato. En la mas absoluta y oscura miseria es un cuento el que les proporciona luz y satisfaccion, al igual que lo hace el tuyo. Buena Suerte y Un beso.
Esther, gracias. Es así, en su miseria buscan luces; algo que les proporcione soñar. Besos.
Dulcemente tierno y amargamente triste.
Saludos Calamanda!
Pilar, si, bonito resumen. Gracias y saludos
Preciosa historia, muy tierna esa imagen del padre con su hijo. A la vez triste. La has descrito muy bien, me ha gustado mucho. Un saludo.
Blanca, gracias. La situación es dolorosa si, y el sentimiento que les guia es tierno. Saludos
Buenas tardes Calamanda, me ha recordado a una de mis escenas favoritas del cine en la película Hook, cuando los pequeños en la mesa vacía comen manjares a través de su imaginación. Gracias por regalarnos un relato así.
Lorenzo, qué amables tus palabras. Si tengo ocasión buscaré esa pelicula; me encantará, seguro. Saludos
Hola, Calamanda.
Un micro precioso al estilo de los cuentos antiguos. Me ha parecido estupendo cómo ese padre ahuyenta el hambre con su imaginación.
Precioso, precioso, enhorabuena.
Un beso muy grande.
Towanda, es cierto, cuando se tiene tampoco, la imaginación puede suplir, incluso lo más necesario. Gracias y saludos
Towanda, y muchos besos.
Calamanda, qué micro tan precioso dentro de su dureza. Me ha recordado a algunos cuentos que me contaba mi abuela de pequeña, y también a algo que leí: parece que la canción de «Imagine» está influída por poemas de Yoko Ono sobre su infancia en Japón durante la Segunda Guerra Mundial, en los que le describía a su hermano deliciosos menús para distraer el hambre que pasaban. No sé si la anécdota es cierta. En cualquier caso, tu micro destila ternura y belleza en medio de la penuria. Un beso y suerte.
Ana, gracias por la anecdota; posiblemente cierta, y por tus palabras; sinceras y amables. Besos
Me parece un acierto que hayas escogido a un padre para protagonista de una hisotira tan tierna y triste como la que cuentas. Además, tus personajes se ven, otro punto a tu favor. Te felicito.
Saludos
Paloma, como a tí, me gustó la idea de trasladar la ternura a un padre. Gracias por análisis y tus palabras. Saludos
Muy bien ambientado y con descripciones muy visuales. El padre era un poeta. Se pueden tener las manos muy tiznadas y el corazón muy blanco.
Mucha poesía en la estrella y los pétalos del cuento.
Premio a la dulzura para ti.
Abrazo y suerte.
Antonia, es ciero lo que dices; se puede ser muy pobre y poeta. Gracias por tus buenos deseos, y abrazos
Pues a mí de principio me pareció que el chiquillo pedía cita para el más allá. Está muy bien escrito y es imaginativo y tierno. Mucha suerte.
Abracísimos.
Barlon, gracias. Si, al pricipio puede parecer que esta todo perdido; pero el padre con su fuerza lo intenta sacar adelante. Abrazos.
Preciosas las imágenes en contraste con lo triste de la historia. Muy bien narrado. Es uno de mis favoritos este mes. Felicidades por la sensibilidad que demuestras y lo bien que escribes.
Abrazos
Anna, felicidades por tu amabilidad. me alegra saber que te gusta. Abrazos.
La imaginación engaña al estómago del pobre niño. Muy visual tu relato, lleno de ternura y de amarga realidad. Mucha suerte y besos.
Raquel, gracias; es cierto, los buenos trucos de este padre intentan engañar al hambre. Besos
Calamanda, una bonita historia alimenta el alma, pero, por desgracia, no el cuerpo. Triste y emotiva. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Salvador, alimentar el cuerpo es mision d la comida, es verdad; entreteniendolo solo le hará más llevadero el hambre. Abrazos
Calamanda, triste y bonita historia en la que me gustaría destacar ese maravilloso padre que te has inventado y lo que consigue con la imaginación y los tizones.
Suerte y saludos.
Rafa, un padre que te da esa ternura es un tesoro verdad? Saludos.
Calamanda, enhorabuena por tu micro. Me ha gustado cómo está trabajado, esas pinceladas con que rozas la historia sutilmente. Un abrazo; nieves
Nieves, me alegra haberte entretenido. Así es. Intenté trabajar esa sutiliza que dices. Gracias y abrazos
Uno de mis cuentos favoritos es el de La Cerillera. Tu cuento me lo ha recordado aunque el protagonista es muy afortunado, comparte el frío con un padre muy que le cuida y le lee cuentos. Muy bonito.
Saludos
Uno de mis cuentos favoritos es el de La Cerillera. Tu cuento me lo ha recordado aunque el protagonista es muy afortunado, comparte el frío con un padre muy bueno que le cuida y le lee cuentos. Muy bonito.
Saludos
Isabel, intentaré leer este cuento que dices de la Cerillera, será tierno y hermoso. Pienso como tú, dentro de la pobreza, la fortuna de tener un padre protector y bueno es un tesoro. Saludos
Muy triste y a la vez tierno tu relato. Los sueños por lo menos que no nos los quiten, ni la lectura, ni la cultura, ni la esperanza…
Suerte Calamanda.
Besicos muchos.
Nani, Si tienes toda la razón, que no nos quiten todo eso tan importante para vivir. Gracias y besos