91. ¡Mirad!
Ni si quiera los gritos de << ¡Tierra! ¡Tierra!>> de mis compañeros me distraen de mis cuentas matutinas: <<…ochenta y cuatro del génesis del horror, día ciento treinta y siete de la muerte de mi padre, día noventa y dos de la muerte de mi madre, día cincuenta y tres de la última vez que vi a mi hermano…, día veintiséis del inicio de este viaje>>. Terminados los rezos, levanto los párpados; todo un océano ante los ojos, una única esperanza a la vista.
Muy original relato, esa cuenta diaria nos dice todo del personaje y sus circunstancias.
Me ha gustado mucho, quizá otro título podría haber jugado un papel mejor (pero esto es una opinión muy personal)
Un abrazo.
Hola Dulce.
Duro relato, como todos los que tienen que ver con seres humanos que ponen en riesgo su vida huyendo de la miseria y de la barbarie.
Enhorabuena y mucha suerte.
Ton.