Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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Los participantes con los alias: HICHTCOOK y RAPUNCEL

Rinden homenaje al Patito feo y los 7 Cabritillos

Tendrán de plazo hasta las 23:59 horas de España peninsular del sábado 2 de Octubre del 2021 para escribir un microrrelato que cumpla con las siguientes bases:

 

  • *Debes elegir 4 palabras, 2 de cada bloque (en vertical) de cuentos clásicos. Te proponemos 3 palabras relacionadas con 2 cuentos, tu seleccionas 2 de cada cuento. Se admiten variantes de género, singular/plural, diminutivos… Si escoges un verbo puedes conjugarlo.
  • *Relato : 123 palabras MÁXIMO (título no incluido) y debe aparecer 3 de las 4 palabras antes escogidas. 
  • *Título : de la extensión que quieras, pero debe contener la 4º palabra.

 

Patito feo 7 Cabritillos
Cisne Harina
Invierno Puerta
Mamá Lobo

 

 

Envía tu relato AQUI Recuerda que una vez enviado ya no se podrá editar el relato. Por favor, escribe las 4 palabras en mayúsculas. 

Votación del encuentro (se activará cuando se hayan presentado los 3 relatos). Recordamos que solo se permite el voto a participantes del concurso y del blog. Uno no se puede votar a sí mismo.

3 Responses

  1. Mel

    LOBO, ergo sum de HICHTCOOK

    Los veía nadar en el lago y me fascinaba su blancura, el largo cuello, ese pico perfecto. Me gustaban mucho los CISNES. Pasé el verano de granja en granja cogiendo pienso, que había oído que era su mejor alimento, y llevándolo hasta la orilla. Hay que ver como les gustaba. Durante un tiempo cambié mi dieta y abracé el veganismo. Ellos lo notaron y, como además les daba de comer, me cogieron cariño, así que no huían cuando me acercaba. A las PUERTAS del INVIERNO estaban rechonchitos y deliciosos. Y es que no se puede luchar contra la propia naturaleza. Con un aullido de satisfacción, al más grande me lo comí de una sentada. No dejé ni las plumas.

  2. Mel

    Batallitas a la PUERTA de mi abuela de RAPUNCEL

    «Uy, cariño, eso es HARINA de otro costal. Recuerdo que según me acercaba al medio siglo se me instalaron en el pie derecho un dedo martillo, en el izquierdo un disforme juanete y un par de puentes en la boca. Apenas traspasé los sesenta se alojaron, en mi otrora cuello de CISNE, una persistente tendinitis que viaja de hombro a hombro como Pedro por su casa, y unos calambres en las piernas que se multiplican cada vez que llega el INVIERNO. Además de este insoportable dolor de rodillas, cataratas en ambos ojos y dedos arqueados en las manos, desde que cumplí los setenta apenas duermo cinco horas».
    La niña la miró estupefacta…
    «Abuelita, yo solo te he preguntado… qué son los achaques».

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