Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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123. MÓDULO 3-A (Jes Lavado)

Yo siempre he vivido aquí. Mamá dice que cuando nací era un gusarapo arrugado. Menos mal que ya no estoy arrugado, debe ser por la magia de esta isla, que hace que los niños que soplan el tres viajen misteriosamente al Mundo Real. Dicen que es súper bonito, pero yo no lo creo, porque sus mamás nunca viajan con ellos, se quedan aquí y lloran durante días. Puede que siglos. Yo siempre pienso que sus hijos también estarán llorando allí, igual que ellas. Yo ya he soplado el seis, pero sigo aquí porque mis ojos son achinados como los de un esquimal, aunque nunca he tocado la nieve. La nieve es muy fría, dicen, como las puertas de metal que retumban al cerrarse por la noche.  La Polaca también estaba muy fría el día que no se despertaba y se la llevaron tapada. Mami dice que pronto yo también me iré. Que está bien ver nuevos horizontes. Qué será eso. Se lo he preguntado a la señora del uniforme  y me ha señalado los muros con alambres. No creo que me gusten esos horizontes, por muy nuevos que sean. Porque, al fin y al cabo, yo siempre he vivido aquí.

28 Responses

  1. calamanda

    Jes, sutilmente nos llevas de las mano por esas instalaciones y por las emociones del niño. Triste histora bien contada. Suerte y saludos

  2. Muy bien ambientada y con ese gusto agridulce del niño que desconoce otros mundos y que prefiere vivir allí donde el horizonte son los muros con alambres.
    Acabo de visitar tu blog y con tu permiso me quedo de visita .
    Un saludo

  3. Achino los ojos y se me encoje el alma al imaginar tu niño con su pijamita de rayas, aunque (según dicen)eran precisamente ese tipo de niños los primeros en atravesar el túnel, debido a su mayor imperfección. Ojalá nunca, nunca, vivamos momentos como aquellos.
    Enhorabuena, Jes. Un abrazo.

    1. Fernando, intuyo que te has ido por los campos de concentración nazis, verdad? El texto da pie a ello, claro… Lo cierto es que lo escribí después de leer un artículo sobre la vida de los niños en las cárceles de mujeres. Sobre la conveniencia o no de que se críen allí. Al parecer están con sus madres hasta los tres años. Y me dio mucho que pensar. Pero tu interpretación es tan buena y legítima como la mía, que para eso eres el lector.
      Gracias por tus palabras. Abrazos.

  4. Ángel Saiz Mora

    Hasta una cárcel puede ser el mejor de los mundos si es el nuestro y no conocemos más. Una propuesta muy interesante y bien narrada.
    Suerte y un saludo.

    1. Según he leído, los niños están con sus madres hasta los tres años, pero no suelen dormir en la prisión. Se intenta que los módulos maternales se parezcan lo menos posible a una cárcel para que los niños no paguen por los delitos de sus madres.
      Saludos.

  5. Además de que el relato es bueno por sí solo coincido en varias expresiones que me han gustado mucho. El enfoque hasta ahora si no me falla la memoria inédito me parece muy bien buscado. Vehicularlo con la niña la guinda. Suerte 🙂

  6. Jorge Guillén

    Reflexiones de un niño muy especial, sobre su entorno entre muros y experiencias muy fuertes.

    Felicitaciones y suerte Jes

  7. Muy bien conseguido el punto de vista del niño: el lenguaje entre inocente y poético («se la llevaron tapada») le da un realismo amable a un relato crudo. Por otro lado la reflexión de que para cualquier niño de tres años el mejor de los mundos posibles está siempre al lado de la madre y las preguntas acerca de dónde van los niños cuando soplan el tres. Fantástico. Me gusta mucho, mucho. Felicidades y suerte.

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