123. MÓDULO 3-A (Jes Lavado)
Yo siempre he vivido aquí. Mamá dice que cuando nací era un gusarapo arrugado. Menos mal que ya no estoy arrugado, debe ser por la magia de esta isla, que hace que los niños que soplan el tres viajen misteriosamente al Mundo Real. Dicen que es súper bonito, pero yo no lo creo, porque sus mamás nunca viajan con ellos, se quedan aquí y lloran durante días. Puede que siglos. Yo siempre pienso que sus hijos también estarán llorando allí, igual que ellas. Yo ya he soplado el seis, pero sigo aquí porque mis ojos son achinados como los de un esquimal, aunque nunca he tocado la nieve. La nieve es muy fría, dicen, como las puertas de metal que retumban al cerrarse por la noche. La Polaca también estaba muy fría el día que no se despertaba y se la llevaron tapada. Mami dice que pronto yo también me iré. Que está bien ver nuevos horizontes. Qué será eso. Se lo he preguntado a la señora del uniforme y me ha señalado los muros con alambres. No creo que me gusten esos horizontes, por muy nuevos que sean. Porque, al fin y al cabo, yo siempre he vivido aquí.
Jes, sutilmente nos llevas de las mano por esas instalaciones y por las emociones del niño. Triste histora bien contada. Suerte y saludos
Gracias por tus palabras, Calamanda.
Ay, Dios. Qué tristeza tan grande y qué buen cuento. Felicidades. Me ha gustado mucho, mucho.
Me alegra que te haya gustado, María. Alégrate mujer, que ya está cerca el verano. Un abrazo.
Muy bien ambientada y con ese gusto agridulce del niño que desconoce otros mundos y que prefiere vivir allí donde el horizonte son los muros con alambres.
Acabo de visitar tu blog y con tu permiso me quedo de visita .
Un saludo
Quédate a vivir, Puri! Yo te pongo un sofá cama o algo… Gracias por tus palabras. Un abrazo.
Bonita sugerencia la de los ojos achinados para explicar la excepcionalidad de permanecer allí, después de los seis años, ese niño tan especial.
Enhorabuena Jes.
Gracias, Rafa. Me alegra que te guste. Besos.
Achino los ojos y se me encoje el alma al imaginar tu niño con su pijamita de rayas, aunque (según dicen)eran precisamente ese tipo de niños los primeros en atravesar el túnel, debido a su mayor imperfección. Ojalá nunca, nunca, vivamos momentos como aquellos.
Enhorabuena, Jes. Un abrazo.
Fernando, intuyo que te has ido por los campos de concentración nazis, verdad? El texto da pie a ello, claro… Lo cierto es que lo escribí después de leer un artículo sobre la vida de los niños en las cárceles de mujeres. Sobre la conveniencia o no de que se críen allí. Al parecer están con sus madres hasta los tres años. Y me dio mucho que pensar. Pero tu interpretación es tan buena y legítima como la mía, que para eso eres el lector.
Gracias por tus palabras. Abrazos.
Emocionante, enternecedor, duro… Y muy bien escrito con pluma cargada de sensibilidad.
Qué amable, Edita. Un abrazo y gracias.
Hasta una cárcel puede ser el mejor de los mundos si es el nuestro y no conocemos más. Una propuesta muy interesante y bien narrada.
Suerte y un saludo.
Totalmente de acuerdo, Ángel. Sobre todo si es donde está tu madre, que para un niño es el mundo entero.
Un abrazo
Triste realidad, no se si será así exactamente, pero nos hace pensar.
Saludos
Según he leído, los niños están con sus madres hasta los tres años, pero no suelen dormir en la prisión. Se intenta que los módulos maternales se parezcan lo menos posible a una cárcel para que los niños no paguen por los delitos de sus madres.
Saludos.
Este y el de Juan Antonio los que más me han llegado hasta ahora. Has hilado muy bien para sacarte un relato diferente al resto con el lema de las mujeres. Lo que más me ha gustado ha sido la expresión «puede que siglos».
Gracias, Lorenzo. A mí también me gusta especialmente esa frase. Un abrazo.
Bien Mes me gusta el ambiente carcelario y la triste historia de niños abandonados que salen sin que se sepa donde van.Pero mejor que pruebe y salga de allí.
Abrazos y suerte
Gracias, Manuel. Pues sí, tarde o temprano hay que salir del nido, verdad? Suerte para ti también.
Además de que el relato es bueno por sí solo coincido en varias expresiones que me han gustado mucho. El enfoque hasta ahora si no me falla la memoria inédito me parece muy bien buscado. Vehicularlo con la niña la guinda. Suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio. Siempre un placer leer tus comentarios. Suerte for you too.
Reflexiones de un niño muy especial, sobre su entorno entre muros y experiencias muy fuertes.
Felicitaciones y suerte Jes
Gracias Jorge. Un abrazo.
Muy bien conseguido el punto de vista del niño: el lenguaje entre inocente y poético («se la llevaron tapada») le da un realismo amable a un relato crudo. Por otro lado la reflexión de que para cualquier niño de tres años el mejor de los mundos posibles está siempre al lado de la madre y las preguntas acerca de dónde van los niños cuando soplan el tres. Fantástico. Me gusta mucho, mucho. Felicidades y suerte.
Guau, Anna. Me encanta que te guste mucho, mucho. Un abrazo bien gordo.
Una isla poco recomendable. Interesante relato desde la inocencia, que dice sin decir, cuenta sin enseñar. Muy bien, noraguena. Mucha suerte.
Saludísimos.
Gracias, señor Mrando. Un placer recibir comentarios positivos de usted. Saludérrimos.