56. Monstruos contra espectros
No sé bien cuándo empezó. O cuando terminó. O cuando empezó a terminar. Pero los últimos años he acabado viviendo prácticamente solo. En mi casa suele haber otras personas, pero, en realidad, solo estoy yo.
A pesar de mi edad -apenas soy un niño-, he logrado desenvolverme con bastante solvencia. Hago tareas básicas, como barrer y fregar. Incluso, con frecuencia, otras más complejas como cocinar macarrones o coser dobladillos.
También cuido de mi hermana pequeña, a quien explico las cosas a mi manera. Y eso no es precisamente fácil. Cuando mamá se levanta, pasado el mediodía, pululando ausente con la mirada perdida, le digo que realmente no está, que es un espectro. Ella intenta repetirlo. Dice «epétoro» y ríe y da palmadas.
A papá, por suerte, le vemos menos. Cuando aparece, solo bebe, ronca o grita. Rebusca por los cajones y nos empuja a un lado al cruzarnos en el pasillo. Yo le explico que es un monstruo y ella dice «mottuo», señalándole, con un descaro impropio de su edad. Le chisto con un susurro disimulado, tapando su dedo. Y bajamos a la calle a jugar a monstruos contra espectros. Aunque sea un rato, hasta la hora del baño.
Salva, esos seres mágicos tan entrañables que ha creado tu talento podrán derrotar a monstruos, espectros y cualquier cosa que se les ponga por delante, tanta es la fuerza que les has dado. Un relato delicioso y magistral. Gracias por compartirlo y suerte.
Muchísimas gracias, Belén! Hay magia sin magia y monstruos terribles en este mundo. Hay de todo, sin ir a países lejanos ni otros mundos. Esa magia me emociona más que cualquier otra. Gracias por tu cariño, como siempre! Besos
Mottuooooooooooo. Ale. Pal libro
Un mottuo de feo!!! Jajaja… En fin, la magia cotidiana. ¿Por qué no? Gracias, meiguita.
Besines. Loflu
Solo ante el peligro, esquivando los golpes monstruosos de una vida sin piedad. Haciendo de la desgracia un cuento mágico, para que duela menos.
Si no es eso magia, no sé que puede serlo… Hacer que parezca una vida esa «vida sin piedad».
Gracias, Edita! Besos
El tema es duro y muy traslado, pero contado así… monstruoso. Me ha encantado. Suerte!
Hasta en lo monstruoso, en la lucha contra lo monstruoso, en la transformación de lo monstruoso… puede hallarse belleza. Quizá la magia esté también en saber encontrarla.
Gracias, Yolanda!! Besos
La magia de tu protagonista para proteger a su hermana pequeña del horror me ha recordado un peliculón: «La vida es bella». Siempre hay magia donde hay amor, por muy dura que sea la realidad.
Pedazo de relato, Salva.
Besos.
Gracias, Asun! Esa magia (que todos sabemos, ¿para qué engañarnos?, que no es magia) es mi magia, la que a mí me conmueve. La magia que convierte horror en juego, en algo parecido a una vida.
Besitos. Muacks!
Totalmente de acuerdo con Asun en lo de la peli y en lo de tu relato. Los niños siempre perciben eso tan mágico q a los adultos se nos escapa, y q es mucho más real de lo q creemos. Enhorabuena
Gracias, Alberto! Este niño es un niño a medio camino entre la niñez y la edad adulta, pero un niño, al fin y al cabo… Ya sabe lo que está bien y lo que no. Ya comprende qué cosas quiere que su hermana vea… Es su magia.
Abrazooo
A veces en la vida hay que hacer verdadera magia para salir adelante cuando todo está en contra, comenzando por el entorno más cercano. Este muchacho, «apenas un niño» como él dice, ha de apechugar con una realidad terrible, de la que es difícil evadirse, pues es su día a día, lo hace a su manera, no sabemos si efectiva, pero seguro que le pone corazón, coraje y una responsabilidad poco corriente para sus pocos años. Siempre existe una persona con capacidad para ser el eje en el que giran otras. En la realidad cercana de un hogar pueden surgir muchas historias. Si cada persona es un mundo, cada casa puede ser un universo lleno de posibilidades y características propias.
Has creado un ser lleno de magia en el espacio de unos pocos metros cuadrados, que puede ser un mundo entero.
Un abrazo y suerte, Salvador
Amigo Angel, con tus comentarios, diseccionas y enriqueces cada relato, ayudándo a profundizar en él. A comprenderlo mejor. Tus análisis siempre son justos, certeros.
Esos pocos metros cuadrados… ese micromundo de horror y amor.
Te lo agracezco muchísimo.
Salvador, cuentas una vida muy dura, pero llena de magia. Narrado así parece dulce y todo.
Monstruo el protagonista y el escritor.
Un saludo
Muchísimas gracias, Blanca! Hay que ser un poco monstruo (o espectro) para saber leer toda esa magia en un espacio tan oscuro… Gracias por leerme tan bien! ;-)))
Salvador, te has desenvuelto muy bien en este tema tan dificil por lo duro, y has acertado de pleno. Suerte y saludos
Muchísimas gracias, Calamanda! He tratado de buscar la magia en un ambiente en el que era improbable encontrarla, pero siempre se puede confiar en el corazón de un niño.
Gracias!
Y esto es la magia, si señor. Explicar lo inexplicable a un ser inocente, al más puro estilo de «La vida es bella». Me ha encantado.
Suerte (aunque no creo que la necesites) y un abrazo
Muchísimas gracias, Anna! La verdad es que no había caído en el paralelismo con la peli, pero es verdad que se encuentra. Al final, es solo eso, alguien tratando de hacer más fácil la vida a otra persona. Magia cotidiana. Besitos
La magia está en convertir un mundo oscuro y violento en un sitio más transitable. Muy tierno y conmovedor ese niño que procura mantener a su hermana pequeña fuera del mundo real, el que sin un toque de magia, se haría insoportable. ¡Mucha suerte, compañero!
Muchísimas gracias, Patricia. Me apeteció tirarme por esa otra clase de magia… quizá por evitar lo obvio. El terror está en la casa, en esa terrible vida (que sabemos que, por desgracia, existe). La magia está en lo que logra el protagonista para su hermana.
Muchísimas gracias, Patricia!
Ni que decir que hay niños que no pueden serlo, lamentablemente; me gusta que hayas hecho un hueco aquí para ellos.
Sin embargo, hay una cosa que no: habla como una persona mayor, leída, las palabras que utiliza y el modo en que lo hacen, hace que (para mí y solo es mi opinión) el micro pierda fuerza. Hubiera preferido un discurso más aniñado, recordándome en cada línea la diferencia entre las tareas y el edad.
Sí, Luisa. Es posible que tengas razón. Hay alguna palabra o expresión impropia de un niño, aunque sea un niño mayor. Más aún teniendo en cuenta el ambiente social bajo en el que debe ubicsrse. Supongo que una licencia literaria o simplemente un error a corregir.
Muchísimas gracias por la apreciación. Estos comentarios ayudan muchísimo.
Gracias!!!
El relato es espeluznante, de los que a mí me gustan, tan evidente que te pone los pelos de punta, tan misterioso que lleva a querer saber más, tan abierto que cada uno puede elegir su final. Enhorabuena Salvador!!! Suerte!!!
Abrzssss!!!
Muchísimas gracias, Juancho!!! He querido poner toda la monstruosidad del dolor más real y la magia sencilla de quien trata de volver invisibles a esos monstruos…
Gracias por ver lo invisible.
Un fuerte abrazo!!!
Monstruos que convierten a personas en espectros.
Terrible, ojalá fuera ficción.
¡FELIZ AÑO 2018!
Es una ficción terrible, basada en realidades más terribles aún. Y, en medio de todo ello, el hilo de esperanza que solo puede tender… el amor.
Gracias, Isabel!