Monstruoscopio 34
Ilustrador: PSICÓPATA
Escritores: PÁNICO y FLOR MUSTIA
PÁNICO: Sin rencor… y sin gafas de sol
Tranquilo cariño, estoy contigo, cuidándote. Sé lo que sientes, he estado encerrada muchas veces. Respira hondo. ¿Tragas arena? No pasa nada, yo he tragado dientes con sangre y lágrimas. Es por tu bien, te protejo como tú hacías conmigo. ¿Te duele la mano, amor? también pasará. Mi brazo está mucho mejor, gracias, incluso cavé tu camita yo sola. ¡Tienes espasmos! Relájate cielo, estoy aquí. Viendo temblar tu mano, aflojarse, caer, morir. ¡Por fin muerta! Está fría, voy a cubrirla bien y me voy. No te olvidaré cariño, acariciaré mis cicatrices cada díay te traeré tres puñados de arena para que estés calentito. Vendrán los niños a jugar sobre ti, ya que contigo no pudieron y les contemplaré felices, sin gafas de sol.
FLOR MUSTIA : MISERIA
El capitán con el rostro ensangrentado, sucio y sudoroso, se dispuso a rematar a los pocos sobrevivientes. Era una tarea propia de sus subordinados pero a él los gritos de dolor y peticiones de auxilio de los moribundos, el olor a piel quemada mezclado con pólvora y sobretodo el botín de alhajas y joyas le producía un éxtasis igual o mayor que la propia batalla. Se acercó a la mano que yacía inerte semienterrada. Le molestó que no tuviera una lujosa alianza. –Con tamaño dedo, menuda pieza hubiera encontrado, pensó para sus adentros. La tomó y tiró de ella en busca de alguna pulsera que rodeara la muñeca. No halló pulsera y sí el brillo de una espada que atravesaba su alma.
Una vuelta de tuerca, sin rencor y sin gafas de sol, a los micros sobre violencia de género. Me ha parecido magnífico. Mis felicitaciones, Pánico, por tu buen hacer.
Muy irónica y «suavecita» la mujer, se ve que ha quedado a gusto.
Me gusta la sutileza con la que se descubren dos historias terribles: la que ella ha vivido y el final que ha tenido el susodicho.
Si paso por allí…pondré mi granito de arena.
De Pánico a Psicópata
Gracias por una imagen tan inspiradora como aterradora! Según la ví se me fué la cabeza por otros derroteros pero enseguida salió ese grito- monólogo que me produce más pánico que los zombis.
Gracias, Mel, por la iniciativa».