Monstruoscopio 37
Ilustrador : EL AMO DEL CALABOZO
Escritor : LA PESTE BUBÓNICA
PESTE BUBÓNICA : EN SU FIESTA ME COLÉ
Nos conocimos en el pub del barrio y enseguida me invitó a su fiesta.
Vela en mano me condujo a una sala donde el hedor y la humedad se hacían insufribles.
Las calabazas rellenas de luz que pendían del techo eran como abuelas desdentadas a punto de reventar y el chirriar de la aguja sobre el vinilo, apenas dejaba escuchar la composición de Mozart, tan apropiada para la ocasión.
¡Qué chapuza! dije sin poder contener la risa. Él, contrariado, me miró fijamente y las calabazas se apagaron instantáneamente.
Sus ojos se volvieron del revés mostrándome un blanco tan brillante como tenebroso. Quise gritar pero acercó su boca a la mía y una masa de patas y cuerpos negros quedó enredada en mi lengua.
Mensaje del Amo del calabozo a Peste bubónica:
Has descubierto mi secreto mejor guardado. Así es como caen todas rendidas ante mí. Bien es cierto que el escenario no es el más idóneo, pero aunque no quiero enamorarlas, ¿quién puede resistirse a mis dulces besos?
Peste bubónica, has ideado el beso definitivo, digno del Gran Akelarre Enteciano. Merecería figurar en un lugar de honor, y tú recibir un beso festivo de esos, cuando menos por tu creación.
Puag qué asco. Eso te pasa por irte con extraños.
Fdo.: Mamá
Mensaje de Peste Bubónica al Amo del calabozo
Gracias por tus palabras sobre el micro pero tengo que decirte que la próxima vez que me invites a tu fiesta asegúrate de que haya más luz en ese lugar y sobre todo procurs que esos bichos que salen de tu boca estén, al menos frititos vuelta y vuelta, o sea, al dente, que dicen que son nutritivos y el alimento del futuro.
Nos vemos Amo del Calabozo.
Se me han revuelto todos los estómagos, los míos y los de todos esos bivhos que llevamos dentro. Enhorabuena.
recomponte pronto, a mi me ha costado. para pasar una feliz tarde de sábado.
Puajjj, y yo que soy aracnofóbica… ¡Qué ascoooooo! ¡Se me erizaron todos los vellos de la nuca! Definitivamente, me quedo con las calabazas rellenas de luz, aunque parezcan abuelas desdentadas.