79. MORRIÑA (Cristina Rey Costa)
Morriña
Con sólo ocho años trabaja duro pero es feliz. Apenas le queda tiempo para jugar. El campo, el cuidado de los animales y la escuela le ocupan todo el día. Marisa sin embargo no echa de menos las cosas de su edad. Rodeada de amor por su familia, enamorada de la naturaleza, enamorada de su lugar. Todos estos sentimientos a pesar de su enorme esfuerzo. A pesar de su obligada renuncia a vivir una infancia como los demás.
Han pasado treinta y ocho años desde aquella. El autobús está a punto de llegar. Con los nervios a flor de piel y su mente cargada de recuerdos. Bonitos recuerdos que desea volver a vivir. Y sobre el regazo muchos papeles que agarra con fuerza con sus manos, por miedo a perder su esperanzador proyecto de vida.
En todos esos papeles está escrita su felicidad. Sabe que será muy duro, como aquellos años de infancia. Pero deja atrás una profunda tristeza y soledad que espera curar allí, en su lugar.
Bonito homenaje, Cristina, a esos recuerdos que aunque en demasiadas ocasiones no sean alegres, dan forma a nuestra vida. Cúantas personas que hayan tenido que dejar su hogar lo que desean, al ver llegar sus últimos años, es retornar a donde han jugado, aprendido, sufrido, amado, crecido… Suerte y saludos.
Muchas gracias Jesús, por tu comentario y tu tiempo. Saludos.
Hola Ana,tu historia es válida. Mi intención es que cada uno imagine su relato. No concretar datos para dejar libertad.
Mi imaginación me cuenta que Marisa se fue con más edad de 8,porque ella decidió ir a la ciudad pensando que iba a ser más feliz, y dado que no fue así decidió regresar a su lugar con una idea empresarial relacionada con lo que siempre fue su mundo; el campo,el ganado,la naturaleza…
De todas formas el objetivo del relato es mostrar ese sentimiento y el arraigo a su tierra. Son demasiadas preguntas para pocas palabras,cada uno hará su versión. Un saludo Ana