03. MULATAS Y WALKIRIAS EN TOKIO (Susana Revuelta)
Cada vez que dos o más miembros de la familia Nang coincidían en la entrada o en la cocina de su apartamento, tenían que cederse el paso acomodándose como piezas del tetrix. En cuanto cumpliera los dieciocho años, Ho, el hijo mayor, pensaba sacarse el carné y olvidarse para siempre de aquellas cuatro paredes. Encerrado en el cuarto de baño, fantaseaba con Tatiana, la diosa rusa que tumbada en cueros sobre un lago helado frotaba con nieve sus pezones; con la insaciable Joanna, que jugueteaba con su lengua entre los muslos de Giselle en la orilla de una playa del Caribe; y con Sandrina, la más viciosa de todas, que chupaba y mordía la…
Toc Toc. Unos golpes en la puerta le sacaron de su ensueño.
─¡Ho, pesado! ¿Te falta mucho? ─le apremió uno de sus hermanos. Justo en el momento más crítico.
─Ya… ca… si… es… toy… ─gimió balbuceante, dejando caer al suelo la revista.
Con un trozo de papel higiénico se secó la mano y tiró de la cisterna. Aún le quedaban dos años para poder hacerse socio del sex shop del centro comercial que con grandes letras de neón anunciaba cabinas.
No entiendo muy bien lo que cuentas Susana, ¿tiene diarrea? o ¿vómitos?, pobrecillo y la familia metiendo prisas. Es lo que tiene las casas en Japón, tan pequeñas.
Esperaré las explicaciones de la peña.
Un beso
¡Oh, Gran Maestro, qué desilusión! El próximo relato me llevo a Ho Nang al monte a buscar orgasm…. digo, oréganos.
Beso, chavalote.
Susana, bien contada la experiencia erotica del chico; y de forma sutil y elegante. Suerte y saludos
Me alegro que lo veas así pues esa era mi intención, Calamanda.
Abrazo.
Vaya sorpresa nos has traído para empezar el mes jeje. Qué estaría mordiendo, Sandrina. Menos mal que el chico es curioso y elimina las pruebas antes de que entre el siguiente. Un saludo y suerte.
Es que si no aprende a convivir toda esta tropa en 20 metros apañados iban. Lo que tenga Sandrina en la boca lo dejo a la libre interpretación.
Abrazo.
¡Y yo que creía que los japoneses eran distintos!
Buen arranque de mes con Epi y Susana, intercalados por JAMS que debe guardar las formas.
Este Mayo promete.
Suerte Susana.
En Japón, en Perú, hasta en la biblia hay un tal Onán que fue el primero en ser pillado in fraganti. Sí, pobre jams, le hemos hecho una encerrona, jaja.
Abrazo.
Genial escena adolescente en casa mínima con baño compartido. No hacía falta que te fueras hasta Japón que aquí también hay de esas…pero así ha quedado más gráfico.
Es que Japón me venía bien por lo de la isla, los mini-apartamentos, el tetrix y la lejanía y exotismo de las extranjeras como valor añadido.
Abrazo.
Ahora me explico por qué tienen los ojitos así los japoneses.
Se les quedan pequeñitos de tanto mirar esas revistas.
Menudo mes nos espera. Menos mal que los calores aún no aprietan.
Abrazos.
Es la primavera que la sangre altera o esta propuesta del mes tan curiosa. De todos modos el relato trata principalmente sobre las lucha por el espacio y la intimidad. Por cierto, o me lo parece a mí o he recuperado súbitamente capacidad visual, porque ahora al escribir esto veo que las letras son negras y no del mismo color del fondo. Qué descanso para la vista.
Susana, poca intimidad para esa desenfrenada testosterona que no entiende de razas ni credos. El tiempo pasa deprisa, la isla de neón llegará para el protagonista. Muy original. Abrazos.
El tiempo pasa deprisa ahora, Salvador, pero a esas edades todo parece marchar más lento y todo es muy urgente y se ve muy lejano.
Abrazo.
Los japoneses y el poco espacio de sus viviendas (muy bueno lo de acomodarse como piezas del tetrix), el descubrimiento del propio cuerpo por un adolescente, que sueña con una primera experiencia sexual, pero que ha de tener la paciencia de aguardar dos años, conformándose mientras tanto con imágenes de papel.
Una isla de mujeres muy particular y reducida en metros cuadrados, en un relato atrevido y con ternura.
Suerte y un saludo.
He visto fotos de algunos pisitos de Japón que de verdad parecen más un armario que una vivienda. Así que a conformarse toca en ese espacio y a esperar un futuro con más horizonte.
Un abrazo, Ángel.
El chico refugiado en su propia isla de mujeres dentro de esa pequeña isla de su casa. Muy bien contado. Suerte y un abrazo
Gracias, Concha. Refugiado o atrapado, no sé yo, pero es lo que hay.
Un abrazo.
Ya se decía por ahí que iba a resultar curioso por dónde saldrían los relatos con una propuesta como la frase elegida para este mes. Nunca se me hubiera ocurrido para ello utilizar una revista porno como isla de mujeres, pero es que es tal cual. Y a tu chino mírale si pueden falsificarle el carné, hombre, no le tengas todavía dos años obstruyendo el baño, que cualquier día le dan un disgusto. Muy divertida la historia y con un título que engancha.
Suerte y saludos.
No sé yo eso de falsificar documentos que por algunas latitudes te crujen hasta por cruzar mal la calle o tirar una colilla al suelo. A ver si va a ser peor…
Abrazo, Rafa.
Menos mal que son sólo 200 palabras. Le textura del micro es perfecta. Sugiere, encaja, describe, alude, tiene un tiempo y un espacio, es visual, imaginativo, ocurrente…, es impecable. Está muy bien hecho.
Bueno, bueno, Daniel, me alegra mucho que veas tantas cosas buenas en el relato. De verdad.
Un abrazo.
Hola, Susana.
Hacía en esos pocos metros lo mismo que hacen otros en grandes palacios.
Es el despertar a la sexualidad tratado con elegancia y hasta con ternura.
Pobre Ho, aún le quedan unos añitos para ser mayor.
Un beso.
Como es un asunto cotidiano, tampoco nos vamos a rasgar las vestiduras por el chaval. Lo que me alegra es que veas el asunto tratado con elegancia y ternura porque no me habría gustado nada que me quedara el párrafo de la revista en plan porno barato.
Abrazo.
Susana, qué bonita historia. Cuentas muy bien y sútil la «aventura» del chico.
Me ha gustado.
Un abrazo
Anita, gracias maja. Una alegría verte por aquí. Pero no hables de «desperdicios» que hay mucho malpensao por la vida.
Abrazo.
Gracias por tus palabras, Blanca. A este chico le veo yo de protagonista en más relatos, me parece que da el perfil de víctima.
Abrazo.
El onanismo es de las primeras experiencias a practicar en la juventud, esperemos que tu protagonista pueda gozar de mas intimidad en futuras ocasiones.
Suerte y un beso.
En la tele cuando sale Tokio en los reportajes me da una sensación de ahogo tremenda, créeme. Por eso lo quise llevar a este extremo, que incluso no me resulta nada inverosímil.
Y si no, siempre habrá una cabina con luces fluorescentes, snif.
Un abrazo.
Desde luego, el tema sexual pesa más en la cabeza que en cualquier otro sitio. A tu relato me remito. Imaginación al poder. Mucha suerte 🙂
¿En mi cabeza o en la de Ho Nang? Sinceramente, Juan Antonio, creo que en la de todos. Y eso, ¡viva la imaginación!
Un abrazo.
Me gusta la sutileza con que describe esta masturbación, muestra habilidad para no caer en lo vulgar, bien logrado el resultado final. Buen relato.
Saludos.
Primera vez que oigo la palabra masturbación. Gracias, Beto.
Parece que habitamos en una metáfora, sí, se vive con menos rollos así.
Escena cotidiana en cualquier cuarto de baño de una casa con adolescentes. Pero me parece muy original situarlo en Japón, en una casa pequeña. Gran imaginación para darle este giro al tema del mes.
Felicidades.
Isla y mujeres, Asun. Creo que encaja con la propuesta. Las estrecheces me las saqué de la manga para poner en «aprietos» al chaval, si no no había relato.
Un abrazo.
Susana te ha salido un relato tierno y sutil. Original manera de tratar la falta de intimidad de este adolescente situándolo en Japón, con sus pisos diminutos. Muy divertida la imagen de la familia vista como fichas de tetrix. Me ha gustado.
Solo he leído los tres primeros relatos de este mes y dos de ellos con el erotismo como ingrediente principal, pero curiosamente ambos con un enfoque distinto del que sería más obvio hablando de la isla de las mujeres. Estimulante.
Suerte y abrazos
Lo chulo de cada mes, Anna, y lo que me encanta comprobar, es ver cómo cada uno saca adelante el tema, a su manera. Ahora que ya vamos por los 100 relatos lo puedes ver mejor.
Un abrazo.
Original y buen relato. Aplausos.
Pues gracias, María.
Abrazo.
No te digo… Nos ha salido pajillero el Koji Kabuto éste.
Ah, los años de la pubertad y las biblias de cabecera ( el Lib, el Macho, la Globos…)
Que nos queda ahora? Ver a la Mosquera en Interviu…
Que sí, que ya sé que existe Internet, pero a mi siempre me gustó leer tras polucionar.
Buen relato Susana, que siga la fiesta…
La fiesta sigue, Modes, of course. Y por favor no me pongas las tetassssss de la Mosssssquera en mi cacho del blog, que me lo ensucias.