90. NOMBRE DE MUJER
Caminaba perdido tras la derrota.
Todo se torció en el juicio cuando la defensa llamó a la testigo final.
Al escuchar su nombre, sintió un estremecimiento.
La mujer, ciega, entró en la sala. El silencio se adueñó de los presentes.
Hacía años que no la veía, pero recordaba el encuentro perfectamente…
Como fiscal del estado, debía probar los cargos del imputado consiguiendo su condena. Aunque, para ello, tuviese que «maquillar» las pruebas en algunas ocasiones. Como en ésta.
Sólo una vez había perdido un caso. Fue la primera vez que ella le miró de frente con sus ojos ciegos.
Y estaba allí, sentada en el estrado, desmantelaría las teorías que tanto le había costado preparar.
Mientras la escuchaba, su mente asumía la derrota.
Poco después abandonó el juzgado y comenzó a caminar bajo la nevada, dejando un rastro fácil de seguir.
Habían pasado horas cuando el rumor de un río le hizo levantar la mirada.
Frente a él se alzaba la torre de Belem.
Ascendió por la escalera llegando a la azotea. Las aguas del Tajo le hipnotizaron.
Su mente repetía el nombre de la mujer que le había vencido: JUSTICIA.
Saltó al vacío y el agua diluyó sus pensamientos.
Si esa señora se pasease más veces por los juzgados, no habría tanta desigualdad en este mundo, ni tantas risitas de políticos ante irrisorias condenas. Muy bueno y alegórico.
Sí Lorenzo. La justicia está tan ciega que no ve, o no quiere ver, lo que tiene delante de la cara. Por algo dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver.
Gracias por comentar.
Un abrazo.
Belén, coincido con el comentario de Lorenzo. Saludos y suerte
Yo también coincido Calamanda.
Gracias por tu opinión.
Un abrazo.
Me ha gustado que por una vez la justicia gane en algún juicio. Eso en cuanto al tema, en cuanto al relato me ha parecido llamativa la localización, la torre de Belén y no logro imaginarla nevada, quizá porque yo la visité con un calor importante.
En fin me ha gustado mucho, te felicito.
Abrazos
Asun, si no gana más juicios es porque no la dejan ni aparecer por los juzgados.
En cuanto a la localización, yo tampoco he visto la torre de Belem nevada, pero me pareció que debía estar preciosa y, aprovechando el tema del mes, dejé que nevara sobre ella.
Gracias por opinar.
Un beso.
Me ha gustado mucho Belén. Esa señora ciega, anda despacito por miedo a tropezarse y casi siempre llega tarde, o no llega.
Suerte y saludos
Y lo peor, Anna, es que no tiene un lazarillo que la indique por donde debe caminar.
Gracias por tu opinión.
Un abrazo.
Me ha encantado tu original comentario.
Gracias.
Un abrazo.
Ya podían aplicarse el cuento más de uno (sin llegar a soluciones tan drásticas). Me gusta la elección del escenario y la explicación que das sobre la torre de Belem, esa capacidad que tenemos de elegir cualquier cosa que nos apetezca cuando imaginamos nuestras historias.
Suerte y saludos.
Así es Rafa. Remover las conciencias y dejar que esta señora haga su trabajo sin intrusismos. Esa sería la misión de quienes nos juzgan y, por desgracia, no a todos por el mismo rasero.
La imaginación nos hace libres. Es lo que nos queda.
Gracias por llegar hasta aquí.
Un abrazo.
La torre de Belem, un escenario bien elegido para un notable relato, donde ha quedado muy bien representada esa Justicia con mayúscula, que tantas veces hemos visto en cuadros con los ojos tapados. Necesitaríamos, como ella, estar ciegos para poder ver de verdad. Con ceguera o sin ella, se aprecia de lejos que estamos ante un buen texto. Un saludo.
Ángel, me alegro de que te haya gustado.
No sé si videntes o ciegos pero, lo que está claro, es que necesitamos mucho la intervención de esta buena mujer.
Gracias por tu amable comentario.
Un abrazo.
Belén, qué mujer tan esquiva la justicia. Relato de rabiosa actualidad, fiscales que si no manipulan cejan de sus responsabilidades. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Esquiva, pero siempre presente. Para encontrarla sólo hay que querer buscar.
Me alegro de que te haya gustado.
Gracias por opinar.
Un abrazo.
Belén, me ha encantado tu relato. La justicia tan escasa hoy en día, ojalá se pusiera de moda, porque estoy segura que es cuestión de moda o de que los de arriba del todo, la dejen pasar. Enhorabuena y suerte.
Besicos muchos.
Nani, los que tienen la sartén por el mango no dejan que se prodigue, por eso es tan raro verla hacer su trabajo.
Gracias por tus buenos deseos y por tu opinión.
Besos.
Belén,el relato me puso los pelos de punta. El final es impactante. Sin duda es un relato de altisima calidad. Un fuerte abrazo, amiga, Sotirios.
Qué amable!. Me alegro de que te haya gustado.
Gracias por dejarme tu huella.
Un abrazo.