83. Nostalgia (Patricia Richmond)
Yo te querré siempre. Aunque se te caiga el pelo y no huelas bien.
Recuerdo cuando me cantabas para que me durmiera y yo me abrazaba a tu cuello para sentir el olor a lavanda de tu pelo.
No me importa que ya no puedas hablarme porque ahora te tengo sólo para mí, libre al fin de los odiosos clientes.
Estamos solos tú y yo, sin tiempo, sin espacio, sin futuro.
Cántame otra vez, madre, como si volviera a ser tu pequeño Norman.
Yo, María Jesús, por si acaso, en tu motel no me ducho. Me viene a la cabeza esa musiquita y se me ponen los pelos de punta.
Original opción, la tuya. Norman no podía faltar!
Tenía otro relato en la cabeza pero es que es tan bonito el amor entre madres e hijos…
Gracias, Nieves.
¡Ayyy, PATRICIA, qué impresióóóónnnn! Ya lo decía yo que la ilustración del mes me recordaba al Bates Motel; veo hizo aflorar un costado truculento en tu prosa ;)… Hablando en serio, es «trucu» pero MUY BUENO, te felicito.
Cariños,
Mariángeles
(sigo temblando ;))
Gracias, Mariángeles. Ha sido una gamberrada inspirada en la ilustración, que es igualita que el motel Bates. Espero que no me echen de ENTC.
Besotes.
Muy fuerte tu relato, pero muy bien logrado.
Un abrazo y suerte.
Gracias por pasarte, Moli.
Un abrazo
¡Vaya crack! Este Norman no ha parado hasta que la ha conseguido solo para él. Ahora, al menos, hasta que el olor a muerto los delate estarán juntos. Vaya psicópata loco. Yo creo que más que nostalgia sería demencia. Otro relato Richmond de los de guardar en un cajoncito para tenerlos cerca siempre.
Pero si Norman es tan mono…. Es un incomprendido y reivindico el homenaje que se merece. Quién no ha tenido pesadillas con él después de ver Psicosis? La habré visto 50 veces y nunca falta a la cita en mi sueños. Tanta fidelidad se merece mi respeto. Y es más, no seamos hipócritas. Reconozcamos que la que sobra en la historia es la secretaria delincuente, que no era trigo limpio y a la gente se le olvida, y muy en sus cabales tampoco estaba, eh. Mira que alojarse en semejante antro y ducharse tan pancha. Pongamos al Sr. Bates en el lugar que le corresponde.
Me has convencido, he sido injusto, ahora sí me dan nostalgia, les voy a hacer un huequecito en mi casa y los adopto. Los voy a cuidar como dos angelitos. 🙂
¡Mira que me gusta esto de las secuelas de un clásico! La tuya, para decir la verdad, me la ‘olí’ en cuanto terminé la primera frase… Pero está tan bien enfocado el relato, es tan justa la voz narrativa, que me dejé llevar… ¿Correré el peligro de sucumbir yo también bajo el cuchillo de Norman Bates?
Saludos.
Gracias, Eduardo. Norman sólo pide un poco de cariño, vamos a dejarle dormir mecido por sus secretos.
Un beso de su parte.
!Ojú! Yo que cada vez que voy a ducharme miro detrás de la cortina, cuando he leído tu micro se me pusieron de punta los pelillos del cogote.
Ja, ja… Eso lo hemos hecho todas alguna vez. A partir de ahora propongo que cantemos ñañas en la ducha, por sí acaso…
Quería decir nanas, que no sé qué se toma a escondidas este maldito corrector automático.
Has hecho muy bien aprovechando la ilustración del Motel Bates.(también a mí me vino el parecido nada más verlo) Ha quedado un dúo redondo.
Hace poco crearon una precuela de la famosa peli pero con Norman jovencito. Te dejo la intro https://www.youtube.com/watch?v=kl4P4FuQ2J0
Lo tuyo sería una especie de secuela o el epílogo de la historia.
Con cualquiera de las dos musiquillas, tu recreación es muy buena.
Mucha Suerte.
Besos.
Qué intro tan espectacular, con esos chirridos de puertas… Volví ayer de vacaciones y me ha sorprendido que nadie hubiera escrito sobre Norman. Será demasiado obvio pero tenía que estar presente y ser homenajeado como se merece.
Es imposible estar a la altura de Hitchcock así que podéis darme fuerte, que me lo merezco por mi osadía.
Besos!
Buena versión de la peli, Norman acurrucado en los brazos de su deteriorada mama, casi da ternura… Pero yo por si acaso no me duchare tan alegremente, no vaya a ser que vuelva su locura.
Me ha gustado, un beso patricia.
Gracias, Belén. Con estos comentarios seguro que abandona el cuchillo por una temporada.
Besos de Norman para ti.
Jeje, Patricia muy bien, por fin Norman pudo salir triunfante de su hotel.
Abrazos.
Pero guardemos su secreto, no vayan a venir a llevárselo otra vez.
Un abrazo, María.
Un buen homenaje a un genio del cine en una de sus películas más impactantes. Creo que «Psicosis» tiene escenas que han pasado a formar parte del imaginario colectivo del s. XX, y tu relato recoge bien lo que la mente de Norman proyecta como real. Besos y suerte.
Gracias, Ana. Estoy muy contenta con vuestras opiniones y de que mi tontería haya servido como excusa para recordar el Motel Bates.
Abrazos.
Y quién no sigue teniendo miedo a veces, como cuando éramos pequeños? No justifico la locura de Norman, pero vamos a darle un poco de calor y una oportunidad.
Gracias, Ana.
Muy bueno!! Me uno a las felicitaciones por tu micro. Suerte y besos
Gracias, Charo. Pero vais a conseguir que me sienta un poco mal, por aprovecharme del pobrecito Norman. Precisamente ahora le veo venir por el pasillo, ¿o es su madre?
Un besote.
Bueno, pues yo también te requetefelicito por este micro tan impactante reflejando la locura de Norman, ese eterno niño que no fue capaz de romper el cordón umbilical, siendo de por vida una enfermiza extensión de su obsesiva madre. Por lo que veo, a muchos la ilustración nos llevó al mismo motel. Me ha gustado tu manera de poner palabras a este loco tan emblemático, Patricia. Suerte y un abrazo
Gracias, Juana. Qué buenos que sois todos, que nadie me ha dado un coscorrón…
Una montaña de abrazos.
Confieso que con el tema de este mes la primera idea que se me vivo a la cabeza fue escribir algo parecido, pero pensé que a alguien más se le ocurriría y por eso fui por otro camino. Norman se merece todos los homenajes y quién mejor para hacerlo que alguien con tu maestría.
Está bien que te vayas de vacaciones, siempre que a tu regreso nos regales joyitas como ésta, que pueden causar adicción, ya lo he leído tres veces.
Un abrazo, campeona.
Mucha suerte
Qué daño hacía a nadie el pobre Norman… Sólo quería que le dejaran en paz, disfrutando de su posesiva madre en silencio. Y claro, fueron a molestarle y pasó lo que tenía que pasar. También habría que hablar del hotelito, que vaya caserón siniestro, que hubiera vuelto loco a cualquiera. Todo circunstancial, señores del jurado.
No es el estilo de Norman mandar jamones, pero las pruebas demuestran su inocencia y pido para él el premio máximo de este mes.
Gracias Ángel por aguantar mis tontadas, que hoy es mi último día de vacaciones y se me va la cabeza.
Un abrazote.
Inquietante micro lleno de matices por su contenido y también por tu guiño al clásico,
Suerte
Gracias, Reyes. Me habéis dejado todos pasmada y emocionada por vuestros comentarios.
Un abrazo.
Muy bonito, me ha gustado ese amor madre-hijo. Has creado muy bien la escena.
Un abrazo
Gracias, Blanca, no puedo pedir más.
Besos
Patricia, la inquietud del dialogo nos lleva a las imagenes de la pelicula. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda. La verdad es que la imagen final de la madre no es para verla a la hora de cenar…
Un besote.
Muy bien visto: Norman Bates también fue niño y amó a su madre incondicionalmente. Nos brindas el lado más humano de Norman. Excelente narración.
Abrazos y suerte.
Gracias, Anna. Nunca estaré a la altura de lo que Norman se merece, pero es mi debilidad.
Más abrazos para ti.
Hola, Patricia. Un muy buen homenaje a Psicosis. Tu relato podría ser un prólogo a la locura de Norman. Has sabido meterte en su cabeza con originalidad. Lo curioso de este Norman es que todos conocemos al más clásico de la película, pero el de la historia en la que está basada, el libro de Robert Bloch (que me parece buenísimo), en algunos aspectos no se parece en nada. Así que por qué no vamos a imaginarlo de la manera que queramos.
Suerte y saludos.
Gracias, Rafa. Anoto tu sugerencia y voy a buscar el libro de Bloch.
Un abrazo.
Patricia, en pocas palabras has sabido impregnarnos del espíritu y la atmosfera de Psicosis. Muy bueno. Abrazos.
Sí has temblado un poquito, Norman se alegrará.
Gracias, Salvador.
Curiosa la sensación que te deja al tratar temas tan sentidos (como el amor madre-hijo) con ese enfoque ciertamente escabroso que apunta truculencias varias. Lo cual, dicho sea de paso, es mérito del escribiente. Lo has alineado a la perfección con la foto y si lo que querías era un sincero homenaje a Bates, a fe que lo has logrado. Mucha suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio, quise jugar con el contraste.
Un abrazo.
Enhorabuena Patricia.
Buen homenaje a hitchcock que nadie hasta ahora se había atrevido este mes. Cortito, intenso, jugando con lo que se sabe sin decirlo…
Este mes tienes, creo, buenas opciones de estar ahí arriba.
Recuerdo a todos que el concurso de microSeñales de humo está abierto :`)
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
¡Hola, David! Ya he confesado por arriba que ha sido sólo una gamberrada veraniega… Así que mientras no me tiren «desde arriba», contenta.
Le dejé tu libro a una amiga y está emocionada, que lo sepas.
Porque yo, señoras y señores, ya tengo las magníficas microSeñales de Humo, libro refrescante para este calorcillo que ya nos machaca (en Zaragoza ya no respiramos).
¡Beso indio!
¡Qué bueno esto que me cuentas Patricia! Me alegra mucho cómo no… hace «la calor» más llevadera, jeje
Muy bueno, Patricia. Y ese final que pone los pelos de punta. Un abrazo
Gracias, Concha.
Un abrazo sigiloso, no le vayamos a despertar.