NOV111. DE LA RAE, de Rafa Olivares
Su nombramiento como miembro de la Real Academia de la Lengua levantó gran polémica. Los medios se poblaron de artículos y cartas reprobando tal designación. La causa era el histórico maltrato que Don Servando había dado a la lengua, en sus crónicas periodísticas, durante los últimos cinco años. Especial rechifla provocó el que le asignaran el sillón «g» minúscula, una letra cuyas normas de uso en la escritura, notoriamente desconocía.
Don Servando no se inmutó. Tomó posesión del puesto con un discurso de entrada en el que no faltaron algunas de las perlas que le daban fama, sin embargo manifestó firme propósito de enmienda.
Su búsqueda de redención no se demoró. En la primera sesión de trabajo presentó una propuesta para incorporar al diccionario tres nuevos vocablos que, con sus acepciones, eran:
-Preveer.- Verbo Irregular. Acción de prever pero con mayor anticipación. (Participio: preveído. Gerundio: preveyendo).
-Ostentóreo.- Adjetivo. Suntuoso a la par que ruidoso.
-Fuertísimo.- Superlativo de fuerte. (En castellano antiguo: fortísimo).
La propuesta incluía que su aprobación tuviera efectos retroactivos de un lustro.
En ese instante, y con gran estruendo, el retrato al óleo de Don Fernando Lázaro Carreter, con su gran marco tallado, se desplomó hasta el suelo.
http//:potajedepalabras.blogspot.com.es
***** RELATO FUERA DE CONCURSO *****
Me reyido a maníbula vatente, jo mío. Más mejón hubiera sido que le jubiera caío el cuadro en la mesmésema cocorota.
Me reyido a maníbula vatente, jo mío. Más mejón hubiera sido que le jubiera caío el cuadro en la mesmésema cocorota.
Tus risas son las segundas, Carmen. Puedes imaginar que las primeras son las mías. Soy de los que se ríen de sus chistes aunque los haya contado mil veces.
Gracias y un beso.
El siguiente estruendo será el trueno que se cae a la cabeza de don Fernando. Ja ,ja , ja , Rafa, muy simpático relato. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Que le cae no, que le sale de la cabeza a Don Fernando. Me alegro que te guste amigo Sotirios.
Un abrazo.
Precioso texto, ¿homenaje a Juan Ramón Jiménez? O, más prosaico… ¿al televisivo Luis Piedrahita?
Sea como fuere, te ha salido redondo. Enhorabuena.
Mal tiene que haberme salido si hay confusión. El homenaje es todito para Don Fernando de cuya figura soy rendido admirador.
Gracias tocayo del ilustre.
Pues con este divertido relato me ha entrado la curiosidad de saber como se gana un asiento en la real academia.
Salduos.
Escribiendo barbaridades es una forma. Y en eso estamos.
Un beso Asun.
Muy ingenioso y divertido tu «Don Servando» académico, Rafa. Me ha encantado. Saludos
Hola Juana. Gracias por estar siempre animando.
Un beso.
Jajaaj no me extraña el susto, pobre Lázaro Carreter. Bonito micro, merecido homenaje.
Susto por susto, Rosy. El que se llevó con lo que escuchó y el que dio al despanzurrarse.
Un beso.
Rafa, seguro que Lázaro Carreter le lanzaria sus famosos dardos. Un abrazo.
¡Seguro!. Y no en las palabras sino en las palabrotas.
Un abrazo.
yo tengo varios vocablos recogidos de la neolengua porque hace tiempo me dio por escribirlos y algunos son bien gráficos. Por ejemplo, me encanta ostentóreo: un ostentoso que ventosea. Un micro muy alipendi.
No hay duda de que dan juego y divertimento. Gracias Ópalo.
Muy bueno el relato, Rafa, me gusta mucho. Un saludo.
Me gusta que te guste, Ana.
Un abrazo.
Rafa, los clásicos se resisten algo a los cambios, pero como son inteligentes terminan comprendiendo y usandolos. Saludos
Sí, aunque sea a base de mucho bicarbonato para poder digerir todo lo que se lee y se escucha.
Gracias por comentar, Cala. Un saludo.
Excelente relato, de lo mejorcito que he leído en este noviembre-a, que seguro no premiarán.Saludos
Lo del premio es seguro que no. Lo que no está tan claro es que sea de lo mejorcito de este mes, pero si para ti lo es ya valió la pena.
Gracias Lola. Un saludo.
¡Ay Rafa! Cada vez te admiro más.
Tienes un don que no es el don Servando, segurísimo.
Me paso por tu blog. Un abrazo.
Mi manchega preferida me acaba de sofocar.
Sí, pero fíjate que Don Servando llegó a académico y yo ni siquiera llegaré a Don Rafael (ni quiero).
Un besote, Virtudes.
Jajajaja. Me has hecho reír con el flamante y torpe académico. Por si no bastara con los hablantes para hacer polvo el idioma, agregamos a los propios académicos… Un horror si fuera verdad.
Simpática la referencia al insigne Lázaro Carreter.
Un abrazo, Rafa.
Proliferan tanto que ¿por qué no van a llegar hasta la RAE?. Celebro que te haya divertido.
Un beso Isabel.
Uhmm, es una cosa curiosa esto del idioma. El pobre ha pasado un lote de transformaciones para llegar hasta aquí y ahora queremos coingelarlo. Es como pedirle a un hijo que deje de crecer. Curioso, sí. El relato bien, muy ameno, pero si me lo permites te haré un minicrítica pequeñita, pequeñita. ¿No crees qué «hasta el suelo» sobra? Es hasta donde suelen desplomarse las cosas. No te me lo tomes a mal.
Te iba a desear suerte pero ¿pa qué?
Saludísimos.
No sólo se permite sino que se agradece cualquier oportunidad de mejorar. Puede que tengas razón pero a mí ese «hasta el suelo» me parece que refuerza la caída y que no ha quedado en un simple «descuelgue». Ahora que la RAE ha determinado que decir «subir arriba» o «bajar abajo» es admisible, aunque mejor no escribirlo, parece que lo que estamos comentando queda en minucia.
Gracias Barlon. Un abrazo.
Un relato bien escrito y además divertido.
brazos.
Es que estamos de oferta, María, dos por uno.
Un abrazo.
Gran homenaje, Rafa. Me gustó el relato por su extraordinario sentido del humor!
Enhorabuena!
Un saludo!!! 😉
Don Fernando se lo merece y el tono de ironía intenta parecerse al que él utilizaba con tanta maestría.
Gracias Miguel Ángel. Un saludo.
Si que me has recordado a Lázaro Carreter, lanzando sus dardos contra los palabros. Pero en este caso tu don Servando los reivindica para la Academia. Me temo que igual le acabarán haciendo caso. Tal como está el patio….
Gracias por esta perla. Felicidades.
Ya sabes, Anna, que la osadía no tiene límites. Gracias a ti por darle la calificación de perla, espero que no como las de Don Servando.
Un beso.
Vengo desde tu potaje de palabras, y como tenía la pantalla abierta…mi chaval se ha quedado con el gerundio preveyendo…. Son los peligros de este mes con tantísimos juegos de palabras.
Bonito homenaje a Fernando y te deseo mucha suerte este mes. Con premio o sin premio, ya tienes el mío propio: plas, plas, plas… Un aplauso desde mis palabras y las vuestras. Besos.
«Eso no, caca» hay que decirles a los niños cada vez que se les escape un barbarismo y al que se lo ha enseñado fusilarlo directamente, aunque sea Don Servando.
Con tu premio no necesito más.
Besos.