NOV130. ALGO PARA REVIVIR, de Puri Otero Domarco
Escribió una y mi veces en un folio en blanco todo lo que ella sentía cuando estaba a su lado y se percató de que todas aquellas palabras estaban vacías y que solo los hechos tenía su significado.
Por eso decidió enumerar las cualidades que ella veía plausibles y descubrió que era un hombre cariñoso, atento, comprensivo, conciliador, buen amante y mejor amigo y compañero, en fin el hombre perfecto a sus ojos, pero había un problema y era que \» ese\» no era su marido.
En realidad a su lado dormía el que era el padre de sus hijos y el que reunía todas las caracteristicas no deseables por ella, pero era su marido.
Por eso antes de acostarse para fundir en el sueño todas aquellas palabras inconvertibles en hechos consumados optó por una decisión mas drástica.
Cogió el papel se fue hacia la chimenea del salón miró atentamente el fuego que lentamente se marchitaba y que al igual que su vida le pedía a gritos algo para revivir y sin dudarlo le arrojó el papel , consiguiendo con este hecho el fin previsto, pero no así la meta deseable.
Blog = dulcinea del atlantico
Gracias por tus palabras,claro que a veces esa tercera persona solo está en el pensamiento, y el adulterio es igual, aunque nadie lo sepa.
Puri, me ha gustado el final de tu relato. Las llamas que piden algo para revivir se asemejan con el alma de la mujer, cuyo fuego interior se apaga sin amor.
Un abrazo.
Gracias Nicoleta por tu comentario. El fuego a veces es la única solución a ciertos problemas, es igual a poner tierra por medio.
Otro abrazo para tí.