NOV137. MODICIDIO, de Tíndaro del Val
Me detuvieron por combinar traje de rayas con camisa de cuadros. Pasé aquella noche encerrado en un calabozo, junto a un par de señoritas en leggings de leopardo y un turista con sandalias y calcetines blancos. Al día siguiente me llevaron ante el juez. Vestía una toga cuidadosamente planchada con cuello de terciopelo y puñetas de encaje de bolillos. Me sentaron en el banquillo de los acusados y leyeron los cargos: “Modicidio en primer grado”. Los testigos empezaron a desfilar: mi jefe me acusó de no saber combinar nunca el color de la corbata, y mi vecino me llamó asesino porque me vio tirando una camisa de Armani con manchas de tomate. Además, durante el registro de mi domicilio incautaron un chándal beige, dos riñoneras y varias chaquetas con hombreras. El juez dictó sentencia: dos años de prisión. Protesté airadamente. Cambié de abogado. Hasta hice una huelga de hambre. Pero no sirvió de nada; al parecer mis reivindicaciones estaban pasadas de moda. Ahora sólo me queda esperar a salir de la cárcel. Aunque podría haber sido mucho peor si hubieran investigado los montículos de tierra del jardín trasero de casa.
Oh! Me encanta Tíndaro, ese final es la repera, «Aunque podría haber sido mucho peor si hubieran investigado los montículos de tierra del jardín trasero de casa.» ENHORABUENA!
Un saludo! 🙂
Muchas gracias Miguel Ángel! Dudé mucho con el final, pero no puedo evitar ponerle un punto de intriga.
Cada vez que te leo me dan ganas de tomarme un Ristretto…un abrazo!
Estás invitado!! 😉
Muchas felicidades, Tín. Me he reído mucho con las descripciones del manual de estilo. Un relato muy original y nada demodé.
Hace un par de meses que no comento por aquí. No he podido resistirme.
Suerte y beso.
Pues muchas gracias por pasarte a comentar mi relato, un verdadero honor. Espero haberte arrancado al menos una sonrisa…
Tíndaro, buen ritmo y original relato y final. Suerte y saludos
Gracisa Calamanda, no creo que llegue muy lejos el relato, pero me doy por satisfecho. Un saludo
Je,,je,,je….je,je. Y je. Yo me confieso modicida compulsiva e irredenta, vete haciéndome un hueco en la celda…
Suerte
Pues ya somos dos Eva. Hay sitio para todos en la celda. Gracias por el comentario. Un abrazo
Tíndaro, original y divertido. Me ha gustado mucho. Un abrazo y suerte.
Muchas gracias Salvador. Un abrazo
Dos años entrullao? Ya anunciaremos apelación.
Pues, que lo sepas: vuelven los pantalones pesqueros con zapatos de «chúpame la punta»? ¡Habrá que incluirlos en el CP como modicidio en primer grado con alevosia y muuuuuucha nocturnidad y aplicarles la perpetua revisable!!
M´hancantao tu «delito».
Un abrazo con carcajada incluída.
Gracias Aurora, tenía la idea de este relato en la cabeza y la he «encajado» este mes. Guardo unos pantalones pesqueros en una caja de seguridad acorazada. No te diré dónde.
Un abrazo
Yo voy a hacer unos montículos para esconder las hombreras, los boatinés y los calentadores, pero como todo vuelve y va y viene, pues no haré muy profundo el agujero.
Divertido, mucho, el estilismo.
Suerte y abrazo.
Muchas gracias Antonia. Qué buenos los boatinés y los calentadores!!! Me los apunto para la segunda parte. Un abrazo
Muy divertido, original e irónico. Sabes sacar una buena sonrisa y jugar con la historia y las palabras (me encantan esas reivndicaciones pasadas de moda). Ahora, que si soy y el juez, solo por cada chaqueta con hombreras le hubieran caído diez añitos (por hombrera). De lo del jardín, mejor no hablamos, no vaya a ser que la liemos.
Suerte y saludos.
Gracias Rafa. Es complicado hacer algo original, sobre todo este mes con tantos buenos relatos. Muchas gracias por pasarte a comentar. Un abrazo
¡Que tiempos aquellos los de las hombreras!. Simpático relato, enhorabuena. Nuria
Muchas gracias Nuria. Yo guardo unas cuantas hombreras para cuando vuelvan a ponerse de moda. Gracias por pasarte a comentar. Un saludo
Tindaro, muy divertido tu relato, me ha gustado mucho.
Te mando un saludo.
María Elena
Este muchacho tiene más futuro que rajoy. El relato es muy original, parece mío, ameno y bien escrito, evidentemente parece mío. Te desearía muchísima suerte si no quisiese guardármela para mí.
Dos abracísimos y un besín, amigo.
Me se ha colao Rajoy con minúsculas, será que se lo merece…
La idea que has tenido para el relato y lo bien desarrollada que está se merecen un diez. A mí el final me parece apropiadísimo, al darle ese giro inesperado y sorpresivo al texto.
Un abrazo.