NOV14. EUFEMISMO GARCÍA, de Javier Sánchez Campos
Salió temprano de casa. Debía participar en la junta interdepartamental que estudiaría el ajuste de personal. Los anfitriones serían el Coordinador General y el Comité Ejecutivo de la zona Este, “muy implicados en vuestro proyecto”. Mostrarían, además, la virtudes que proporcionaba la movilidad exterior, la descentralización geográfica, las amplísimas oportunidades de progreso personal y laboral que ofrecían. “Ningún trabajador sensato rechazaría esta oferta. Tienen ante ustedes una excelente manera de conocer otras culturas”. La conclusión fue esperanzadora: parte de la empresa sería recolocada en La Unión Europea. Las condiciones se respetan, “faltaría más”. Él era uno de los afortunados.
——————————————————–
Salió de casa y aún era de noche. El día anterior le habían “invitado a participar” en la reunión donde concretarían el brutal ERE que le afectaba. Allí estaría el jefe y sus socios (dos cuñados y tres concejales), los cuales, para muchos, no tenían rostro. Fueron claros: si no querían irse “a la calle”, debían aceptar la propuesta. “Europa no es tan grande; peor sería vivir en Estados Unidos”. Cobrarían lo mismo. “Si queréis a vuestros hijos, ya sabéis. En la puerta tengo cien esperando vuestro empleo”. Él fue uno de los perjudicados.
Muy actual. Me temo que el modelo ha cambiado. Yo me he jubilado con un ERE de estos, pero me ha pillado ya con casi 65 años. Los jóvenes van a tener que inventarse el mundo de otra manera. Lo tiene difícil, pero lo encontrarán. Eso espero.
Buen relato
Saludos.
Hola, Jesús. Lo inventaremos, como se ha hecho siempre. Gracias por comentar. Saludos,
Una situación lamentablemente de nuestra época.
Dicen que se cierra una puerta y se abren otras, esa es la esperanza.
Suerte y recibe mis saludos
Hola, Anna;
Gracias por comentar. Es cierto lo que dices (por fortuna, tengo las puertas abiertas en muchos ámbitos). Lo que más me preocupa es el cómo se cierran esas puertas, las formas «bonitas» de decirte que te vas a la put… calle. Saludos y, de nuevo, gracias.
Afortunado el que no sepa de qué hablamos.
¡Mucha suerte, amigo!
Un abrazo
Gracias por pasarte. Me considero afortunado, y mucho. Un abrazo!
Se puede decir de muchas formas, inventar todas las palabras que se quieran o utilizar cualquier eufemismo (García, Pérez o el que sea), pero la realidad no puede mentir y todos lo vemos, y tú la has dibujado muy bien.
Saludos y suerte.
Rafa, gracias por tus palabras. Creo que has captado mi micro de una manera que me hace sentir ganas de seguir escribiendo. Te dejo algo que para mí es un regalo y espero que para ti lo sea. Una reflexión del gran Einstein que dice algo así:
«Cuando tengas qUn abrazo.ue decir algo dilo, y la elegancia déjasela al sastre».
No está nada mal, Javier. Gracias por el regalo.
Un abrazo.
Javier , un relato actual y muy bien llevado. Me gusta como está escrito!
Enhorabuena!
Un saludo!!!
Miguel Ángel, es un orgullo que te guste. Gracias por pasarte. Un saludo!
Con tu toque de humorcillo subrealista y esta vez un poco oscuro, pero relatando la cruda realidad. Disfracen las palabras de lo que las disfracen duelen igual. Abrazo compi
Mel, gracias por pasarte. Y duele, claro que duelen. Quizá más que si dijeran la verdad con las palabras que tocan. ¡Un abrazo!