NOV143. INCANDESCENCIA, de Ana Rosa de Artíñano Comin
El frio del invierno ha entrado de puntillas sin avisar, me hundo entre los almohadones del sofá ligeramente adormecida por el calor que despide el fuego de la chimenea, siento como mi mirada se pierde entre el rojo intenso de las llamas, no puedo apartar mi vista de ellas, estoy hipnotizada.
Mi mente retrocede al pasado, percibo como mis sentimientos se amontonan y arden en la hoguera y como con el fuego chisporrotean devolviéndome antiguas imágenes que titilan como si tuvieran vida.
«Sonrio al verte correr en bicicleta, calle abajo, como alma que lleva el diablo, mirándome de reojo. Cara de velocidad, pelo revuelto, pantalones sucios llenos de polvo y zapatillas manchadas de barro y miles de sueños que salen desbordados por tu gastada mochila«.
Oigo, entre el crepitar de los leños al arder, el eco de tus palabras, algunas veces tiernas, cariñosas y otras secas e hirientes que un día desplegaron sus alas y se esfumaron arrastradas lejor por el viento del olvido.
Busco entre las brasas las cenizas de nuestra historia y no encuentro nada. Veo como el fuego, que todo lo arrasa, también ha ido quemando tu recuerdo.
Sin temor a equivocarme y sin ser tu amigo Ana Rosa ,para mi es lo mejor que he leído, -mucha suerte, Héctor
muy hermoso