NOV144. PALABRAS AFECTOEFECTIVAS, de Juana Mª Igarreta Egúzquiza
Mi madre no pudo ser una mujer de letras, pero sí fue una mujer de palabras. Además de recitar de memoria las fábulas de Iriarte y Samaniego, ella hizo que jugar con las palabras fuese en casa una costumbre.
Con ella supimos que un comunicardor es el mejor informador de incendios; que los invitardos son esos invitados que siempre llegan tarde; que al pulgatorio van las pulgas a redimir sus picados.
También nos hizo herederos de palabras como: chirlis, mirlis, paternalis y zorronzonclo, según ella, inventadas por mi abuelo Joaquín, maestro de escuela, para expresar en escala de menor a mayor los grados de la borrachera.
Ya mayor, tuvimos que hospitalizarla debido a un problema neurológico. Cuando volvió a casa no podía andar, ni leer, no entendía el reloj…
Nosotros, para motivarla, le preguntábamos: — ¿Cuáles eran esas palabras que se inventó el abuelo? Ella nos miraba seria y no respondía. Así un día tras otro.
Llegó Navidad. En Nochebuena, después de cenar, toda la familia rodeamos su cama. Sin darnos tiempo a entonar el primer villancico, pudimos oír de su boca: “chir..lis, mir…lis, pater…nalis y zorron…zonclo”. Fue nuestro mejor regalo navideño. Lo celebramos con un cóctel de champán y lágrimas.
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Precioso relato Juana,
Me ha encantado, graciosa pero tierna historia de una madre con su propio vocabulario que hereda de su padre y que trasmite a sus hijos.
Un saludo.
Mil gracias, Blanca, por tus generosas palabras.Celebro que te haya gustado.
Un saludo afectuoso.
Muy bonito, Juana, ¿ En que familia no hay palabras inventadas? Cada una tiene la suya o suyas, al menos en la mía hay unas cuantas, que resultan ser como un nexo de unión entre nosotros, sobre todo cuando algunos( como yo) andamos lejos, son nuestro saludo familiar, me ha encantado.
Tienes razón. Hay algunas palabras en cada familia que son como su sello de identidad. En la mía, sobre todo en la rama de mi madre, tal como lo cuento, existen palabras, dichos y chascarrillos muy curiosos. Lo importante es ir transmitiéndolos de padres a hijos para que perduren en el tiempo. Muchísimas gracias, Begoña. Un abrazo.
juana, tu cuento, cercano y bien contado, rezuma matices y deliciosas imagenes. Suerte y saludos
Bueno, esta vez el relato tiene para mí un valor añadido. Sobre todo porque está inspirado en mi madre, y lo que sobre ella cuento se ajusta, cambiando algún escenario en el tiempo, a la realidad. Mil gracias, Calamanda, por tu generoso comentario. Un cordial saludo
Hola, Ana. Me alegra que comentes lo del título porque lo dudé mucho. Suena un poco forzado, pero como quería resaltar el afecto y el efecto que las palabras de mi abuelo tenían sobre mi madre, y que perduran hoy en día en la familia, me pareció adecuado titularlo de este modo.
A ver si consigues recuperar el juego de palabras con tu hijo.
Muy agradecida por tus interesantes palabras, Ana. Saludos
Juana, un relato muy entrañable donde aludes a todas aquellas historias, dichos y palabras que de abuelos a nietos se van sucediendo, con un aspecto muy importante para mi, la familia.
Me ha gustado mucho.
Te mando un saludo.
María Elena
Muchas gracias, María Elena, por leerme y dejar tus amables palabras. Estoy de acuerdo contigo en la importancia de la familia. Conforme pasan los años, la herencia de los que se han ido, al margen de lo material, va ganando valor. Un afectuoso saludo
Tu escrito traspasó la fría pantalla,te felicito Juana .Héctor
Mil gracias, Héctor, por este comentario tan halagador y por tu felicitación. Un saludo afectuoso
Juana, me ha gustado mucho tu relato, no solo por lo divertido y sagaz de las palabras inventadas, sino también por la historia que cuentas. La primera y última frase muy buena. En fin, que dentro de dos días estés borracha de premios y no te olvides de pasar por el bar, digo publicidad.
Hola, Ximens, me alegro mucho de que te haya gustado el relato. En cuanto a lo de las palabras inventadas, es cierto lo que cuento de los juegos de palabras. Si te animas a visitar nuestro blog, verás que hay algunas páginas como «Con h de humor», «Encuentros en la certera frase», «Origen El-timo-lógico de las palabras», donde podrás leer algunos ejemplos. Y muchas gracias por tus deseos, lo mismo para ti. Saludos (paso por la publicibar).
Hola Juana:
Me gusta el relato. La sabiduría se puede encontrar en las personas que nos acompañan cada día. No hace falta que sean de letras o ciencias, o de ninguna de las dos. Lo único que hace falta es estar atento, esperar el momento.
Como la protagonista de tu historia.
Un beso y suerte.
Es verdad, a veces de la persona más sencilla aprendes la mejor lección. Yo así lo he vivido. Agradezco mucho tus palabras y deseos de suerte. Ya la estoy teniendo con vuestros interesantes comentarios. Otro beso, Virtudes.
Bonito y emotivo relato. Una vez más el amor a la familia hace milagros.
Abrazo fuerte.
Muchas gracias, María, por leer y comentar. Sí, la familia es el pilar que nos sostiene. Otro abrazo fuerte.
Qué emotiva tu historia. Me ha gustado mucho.
Te deseo suerte.
Rosy
Me alegro mucho de que te haya gustado, Rosy. Y gracias por desearme suerte. Un saludo afectuoso
No está nada mal, Juana. Tierno y conmovedor. Te deseo mucha suerte.
Unos abracísimos.
Muchas gracias por tus palabras, Barlon. Otro abrazo.
Juana, muy original, me ha gustado mucho. Saludos y suerte.
Me alegra que te haya gustado, Salvador. Agradezco mucho tu comentario. Saludos
Que conmovedor y a la vez ilustrativo. Me ha gustado mucho, felicidades y un saludo.
Muchísimas gracias por tus generosas palabras, Esther. Saludos
Juana, emotivo relato el que nos cuentas a través de la vivencias de esa familia, y que nos lleva recordar las palabras propias que tenemos en nuestras familias, o nuestras propias tradiciones que solo nosotros podemos comprender. Me gusta que en tu relato las utilices como motor o fuerza para tratar de despertar a la madre.
Suerte y saludos.
Muchas gracias, Rafa, por leerme y por tu jugoso comentario. Suerte a ti también, que seguro la tienes, con tu fabulosa Libropirina.
Muy tierno tu relato, se intuye que posiblemente con visos de realidades. Me gusta especialmente el arranque tan potente que tiene, y el final emotivo. Como dicen por arriba en todas las familias tenemos palabros propios que extrañan a los demás y que nos hacen sentirnos tan tan especiales a veces. Abrazos,
Sí, en lo que cuento hay mucho de realidad. En casa siempre hemos jugado con las palabras, y las inventadas por mi abuelo, por mi madre, por nosotros, van pasando de padres a hijos. Muchas gracias, Mel, por tus interesantes palabras. Abrazos