NOV21. MI HERMANO, de Paloma Casado Marco
Mi hermano Miguel era dos años menor que yo, y una carga que me seguía a todas partes como una mala conciencia.
Éramos apenas dos adolescentes cuando estalló la guerra, y aquel día que llegaron los soldados, nos sorprendieron trabajando la tierra. Altaneros y terribles, se pararon frente a nosotros para enfrentarnos con una siniestra disyuntiva: el primero que matara a nuestro perro, que les ladraba insistente y amenazador, quedaría libre. El otro tendría que acompañarles a la plaza del pueblo para ser fusilado.
No sé si fue el terror que me movilizó en sus filas pero, sin pensarlo siquiera, empuñé el azadón para acabar a golpes con la vida de ese inocente que me miraba encogido sin comprender mi furia. Las risas de los soldados me despertaron de esa cruenta enajenación, y entonces miré hacia atrás. Con los ojos bajos y los brazos caídos, Miguel permanecía impasible. No había intentado siquiera algún gesto para defender su vida. Mi hermano.
Solo habían querido divertirse a nuestra costa, y nos dejaron libres a los dos. Fue entonces cuando levantó la vista para ver como se alejaban; Después nuestras miradas se encontraron. Sus ojos quemaban como el fuego.
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hermanita has cambiado el registro, eso del azadón…pero está muy bien. El caso es que yo he hecho otro de hermanos (peor que el tuyo) y me ha dado un escalofrío al leerlo ¿por qué será?.
Nuria.
pues publícalo ya.
¿Nos habremos leido los pensamientos?
Que yu yu las hermanas paranormales.
Interesante y bien llevada esta historia.
Suerte.
Se me ha encogido el alma, chica. ¿Serás cobardica?
Ahora en serio, qué bien escrito, qué bonito escrito y como me ha conectado con las emociones más profundas.
Paloma, pues si al principio su hermano le seguía como una mala conciencia, al final se convierte en su mala conciencia de verdad. Es un relato terrible porque tal y como lo has escrito es muy fácil verlo y vivirlo. Me recuerda a mil historias de mi abuelo en el pueblo. Qué época más terrible les tocó vivir. Muy buen. Enhorabuena una vez más. Un abrazo.
Tengo, todavía, los pelos de punta, Paloma. Cruel broma y desesperada reacción de supervivencia. ¿Qué habríamos hecho en su lugar?
Un relato lleno de vida, de burla, de muerte, de miedo… y seguramente de futuro rencor.
Un buen micro para aumentar esta hoguera de noviembre.
Un beso grande, Paloma.
Amparo Martínez Alonso.
Intensa tu historia Paloma, no deja indiferente.
Suerte.
Esa mirada si que quemaba muy bonito.Abrazos
Paloma, es cinematográfico y, hasta el final, una incógnita tu relato. Un saludo. Suerte.
Gracias a todos por leer y comentar. Si, reconozco que esta vez me ha salido una historia terrible, porque en situaciones extremas no sabemos como vamos a reaccionar y a veces, el más insignificante es el que mantiene intacta su dignidad. Y sí, he querido que la mala conciencia del narrador fluya desde el principio del relato.
Brutal tu relato, Paloma!! Estremecedor, tremendo. Revelas en muy pocas palabras (y de forma magistral!!!) el lado mas mezquino de la naturaleza humana; el mas honesto e integro; y el de aquellos que, titeres del destino, se dejan arrastrar por los acontecimientos…
Este relato DEBE estar arriba este mes.
Un abrazo y mucha suerte.
NACHO RUBIO
Muy bueno.
Muchas gracias por vuestros comentarios, me hacen muy feliz y más viniendo de quien vienen. Estoy de acuerdo contigo Ana U. En ocasiones somos cobardes y mezquinos para luego, en mejores circunstancias sacar lo mejor que llevamos dentro.
Como cuenta la canción «Playa Girón» de Silvio Rodriguez:
¿Qué debiera decir, qué fronteras debo respetar?
Si alguien roba comida y después da la vida
¿qué hacer? ¿Hasta dónde debemos practicar las verdades?
Brutalidades de la guerra, situaciones límite… Basta un sólo instante para convertir la adoración en odio. Está muy bien narrado Paloma, como siempre.
Paloma, tu relato es crudo como lo era la vida en los tiempos difíciles.
Nadie sabe lo que puede hacer en una situación desesperada. Queremos pensar que el amor por nuestros seres queridos se impondria al insrltinto de supervivencia pero las personas somos capeces de lo mejor pero tambien de lo peor.
Que tengas suerte, saludos
Tiene todo el ritmo y la descripción correcta para ser el guion de un corto de película. En cuanto a la historia, es impactante, casi espeluznante. Creo que no la voy a olvidar nunca.
Me ha traído a la memoria una «tragedia» infantil. (Perdóname por usar tu sitio para un recuerdo personal)
Teníamos apenas cumplidos 7 años de edad. Yo era el «niño bien», el veraneante de ciudad. En el pueblo nuestras travesuras solo las sufría, en azotes en el culete, mi primo Malio. Yo era intocable. Por ello, Malio, anidaba un lógico rencor hacia mí. Me tenía ganas y otro primo, mayor que nosotros, que gustaba de ver peleas, lo sabía. Hizo con un palo dos rayas en el suelo y nos dijo:
-Esta raya es tu madre y esta otra la de Malio. Si pisáis la raya contraria ya tenéis un motivo para «engarraros».
Atónito vi como Malio pisaba a mi madre raya, no le creía capaz. Se quedó quieto y tenso, con un odio furibundo en sus ojos, esperando mi reacción. Se me hizo un nudo en la garganta, rompí a llorar y subí a casa a refugiarme en los brazos de mi madre:
-Ama, te ha pisado.
Jesús, con tus recuerdos has escrito un buen micro, no tan terrible como el mío, que al fin y al cabo es ficción, pero con parecidos ingredientes. Este tipo de historias forman parte de la humanidad, por algo el mito de Caín y Abel.
Qué fuerte, qué fuerte. Paloma, no sé si prefiero truco o muerte, pero si tu relato.
Un beso ( esperaremos el de tu hermana ).
Gracias Epi. Mi hermana ya ha escrito el suyo que también se las trae, debemos arrastrar algún trauma. Es el número 25 (ya sé que tiene una buena rima)
Tanta película de nazis y estar acostumbrado a su innovadora crueldad que llegando al final he intuido lo de la broma, en cualquier caso esto no afea tu estupendo relato.
Espeluznante. Me ha dejado mal cuerpo lo de la muerte del perro con el azadón, la muerte de la inocencia. Porque me parecía estar viendo sus ojos llenos de afecto y de sorpresa. Tu relato golpea, al menos en mi caso, donde más duele. El hermano y su mirada de fuego, tal como apuntas al principio del micro, representan el cargo de conciencia. Es una historia muy triste, con mucha miga dentro, muy bien contada y que deja un interrogante en el aire: ¿se alzará hermano contra hermano?. Las guerras siembran odios que, a veces, son recoldos tapados con cenizas, dispuestos a despertar en cuanto sople el viento. Me ha gustado mucho el relato. Mucha suerte. Un beso.
Tremendo relato, Paloma. Qué cruel lo del perro, y además con azadón, allí está Caín . Sin embargo Abel/Miguel no hizo un gesto para salvar su vida, librando así de la muerte a su hermano. Vaya bromita de parte de los soldados.¡Qué asco de vida!
Un abrazo, compañera.
Jesús, no pensaba en nazis cuando escribí el relato sino en los causantes de nuestra guerra civil. Mª Carrmen, me alegro de que alguien se haya fijado en el perro, verdadera víctima inocente de esa gracieta cruel. Los hermanos continuarán igual con sus vidas, porque el odio del pequeño está dedicado a los soldados. Es el mayor quien siente el fuego de la verguenza. Gina, la vida sería un asco si no existieran las buenas gentes y los buenos amigos.
Gracias por leerme.
Lo que quería decir es que he visto tantas películas de nazis que de algun modo cualquier tortura se me antoja dentro de lo posible, y que por eso he anticipado que se trataba de una broma, de hecho al leerlo -efectivamente- he asumido que el contexto era la guerra civil.
Doloroso relato,Paloma, en el que describes muy bien el instinto de supervivencia humano; ese que no nos diferencia tanto de los animales.
Inhumana la broma de los soldados, desgarradora la reacción del protagonista, y dura y helada la consecuente evolución de su hermano. En conjunto, muy bien trenzado, no me sorprendería verlo entre los seleccionados o mencionados
Un saludo.
Tremendo, muy tremendo, Paloma. El perro encogido, sin furia, me le imagino perfectamente con su mirada sumisa y el rabo entre las patas. Nos has puesto a todos en una situación límite y eso es lo más fuerte del cuento.
Un beso
Muy duro tu relato, Paloma, me da escalofríos. Un relato psicológico en su esencia, sobre los espantos y la verguenza de los niños, que se quedan grabados en la memoria y pueden determinar su conducta futura, como adultos.
Un abrazo.
Muy bueno y escalofriante tu relato, Paloma. Las guerras, por desgracia, están llenas de episodios como éste y aún peores. Lo has contado muy bien. ¡Suerte!
Paloma, un relato precioso y con moraleja. Desde luego me quedé petrificado. Enhorabuena te deseo mucha suerte,Sotirios.
Tocaya, qué relato más intenso has escrito. Me duele todavía.Visual, directo, tremendo. Me ha gustado mucho.
Mucha suerte.
Me ha gustado la historia que cuentas, por lo que muestra de cruel. Venga, suerte.
Qué relato tan brutal en todos los aspectos, por la guerra, por la mezquindad humana, por la cobardía… y qué bien escrito. Me ha dejado el alma encogida.
¡Suerte!
Belén
muy bien escrito… muy visual… muy «crudo» y cruel…
aterra pensar en lo que se convierten los humanos en una guerra… tanto los soldados como las victimas…
me trajo a la memoria los «niños-soldados» de áfrica…