NOV38. PALABRAS ARDIENTES, de Pilar Pastor
Encendí el fuego con el calor de mis palabras. Envueltas en llamaradas ardían en el aire, que las zarandeaba … tornándolas incontrolables. Unas, altas y esbeltas. Otras, pequeñas e irregulares. Rojas, naranjas, amarillas, … ¡ todas chisporroteantes !
Entre sábanas de humo crecían… ¡ cada vez eran más grandes! Despiadadas y malignas, corrían por las calles. Iban camino del bosque, en busca de nuevos leños para que el fuego no se apagase.
Las vi cómo salían de detrás de los árboles. Pronto me vi rodeada de \»meigas\» con negros trajes, que ocultaban sus rostros para empezar el Aquelarre:
¡Conjuros de luna llena,
sortilegios en el aire!
Alzo mi pensamiento a los cielos, a las nubes y a la luna brillante:
– ¡Lágrimas inocentes – deseo – que este fuego apaguen !
Las estelas de humo ya se desvanecen en el aire. Empolvadas de cenizas, en estado agonizante, rescato mis palabras.
Recuperadas ya de sus heridas, bañadas con lágrimas de sangre, en mi alma las guardo.
¡De allí es de donde salen!
Muy, muy buena tus palabras, las unas y las otras, las de aquí, las de allá, todas.
Un beso y suerte.
Pilar, tu relato es muy hermoso y esta lleno de frases poéticas que lo adornan haciendo que algo se renueva dentro.
Te felicito porque me ha gustado mucho.
Que el fuego de tus palabras nunca se apague y que tengas mucha suerte este mes.
Un saludo
José Ángel, muchas gracias por leer y comentar mi relato. Tus palabras me halagan.
Cuando empecé a escribir vi que el relato iba tomando un ritmo poético y decidí continuar con él. Me alegro de que te haya gustado. Con las palabras de elogio que me dejas es imposible que el fuego se apague. Muchas gracias.
Un abrazo !!!
Pilar, menos mal que no te cogieron las meigas, debes de seguir escribiendo tan bién.
Un beso
Hola Epífisis, vivo en la tierra de ellas y no te puedes imaginar cómo proliferan. Aparecen por cualquier esquina :)))
Muchas gracias por tus palabras !!!
Un abrazo !!!
Hola, Pilar, muy bueno tu relato; le concedes una fuerza inusual a las mismas protagonistas, las palabras; les concedes carne y fuego y un poder sobrenatural de tal magnitud que no tienes otro opción que recoger de nuevo esas palabras dichas, entidades vivas que atraen las fuerzas oscuras, pero a la vez tienen el poder de dispar las tinieblas, aunque en la refriega espiritual resulten dañadas. Esta historia tiene reminiscencias bíblicas (palabra, acción, verbo divino) y de las corrientes actuales de la neurololinguistica. Una excelente historia para mí, llena de magia en las palabras.
Muchas gracias por tu espléndido comentario, Patricia. Las palabras siempre cobran mucha fuerza, sobre todo cuando son sinceras, profundas y apasionadas. Pero nunca se sabe en manos, o en boca, de quién van a caer. Ahí está la magia !!!
Me alegro mucho de que te haya gustado. Me siento muy halagada con tus palabras.
Un abrazo !!!
Una prosa muy lírica que invita a varias relecturas. Las imágenes y la idea creo que son buenas. A mí me has llevado a un inquisidor o exorcista. Casi coincidimos en el título. Venga, suerte.
Si te he llevado a un inquisidor, vas bien encaminado, Ximens, aunque éste sea en sentido
figurado. Sí, es verdad que los títulos son muy parecidos, casi iguales. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Gracias por tus palabras y tus deseos. Suerte para ti también.
Un abrazo !!!
Preciosa prosa lírica la que has utilizado para estas palabras que arden como el fuego. Me gusta cuando personificamos lo intangible, en este caso las palabras. ¡Y cómo no me va a gustar el título! si yo soy «de mis palabras y las vuestras».
Besos Pilar, mucha suerte.
Las palabras siempre van cargadas de sentimientos y sensaciones, son un vehículo necesario para vivir sueños y realidades. Personificarlas y darles vida es lanzarlas al encuentro de las aventuras y desventuras que la vida depara.
Me alegro mucho de que te haya gustado, Laura.
Mucha suerte con tu relato, es muy bueno !!!
Besos !!!