NOV48. VOCES, de Susana Revuelta
—¿Y cuándo será el incendio?
—Eso no se lo puedo confirmar, don Luis. Hoy mismo, dentro de unos días… Las órdenes las mandan los de arriba, ya se lo dije.
El de la barba gris garabatea algo en un papel y recogiendo su maletín se levanta para marcharse.
—Te veré en una semana, Rodrigo, a ver si sabes algo más.
El muchacho asiente, aturdido, sin parar de retorcerse las mangas de la camisa.
Agotado tras la última consulta del día, el doctor abandona el edificio. Aspira una bocanada de aire fresco y busca en la chaqueta el paquete de cigarrillos. El vigilante de la puerta le ofrece lumbre. Qué cabeza, otra vez se ha dejado el mechero en casa.
Estupendo relato, Susana, muy logrado desde ese título «voces» que nos da la primera pista y que remite a las alucionaciones auditivas, las más frecuentes en los esquizofrénicos. Genial el comienzo «in media res», muy creíble el diálogo entre doctor y paciente. En pocas líneas se palpa el desasosiego del paciente ante esas voces incontrolables que pueblan su cabeza y su sentimiento de abadono ante la desidia del psiqiatra. Inquietante final. Demuestras que unas pocas palabras bien escogidas en manos de una escritora con talento son suficientes para construir una historia con tantos matices. Un besote y suerte.
Mercedes, pienso como tú. Escoger las palabras justas y exactas da vida a lo que uno quiere contar. Por eso me apasiona el género micro. Sigo intentándolo.
Un abrazo.
Esta vez menos es más. Sugieres más que cuentas y nos obligas a construir la historia a través de los gestos de sus protagonistas.
Eres una artista del minimalismo amiga Susana.
No dices nada y sin embargo se entiende todo a la perfección, una maravilla vamos. Esta escrito con sumo cuidado, perfectamente ideado.’Sola una cosa, lo de los incendios, los cigarros,… yo no me voy de camping contigo ni te vuelvo a pedir un cigarro que me empiezas a dar miedo, y recuerda que «fumar mata». Es broma, ya me conoces!!!
Acertado, certero e inquietante. Y ese loquero que espabile un poco…
Me ha gustado mucho, aunque a la primera no lo pille. Me parece que rompes bastante un poco la línea de lo que estaba encontrando y me gusta por eso precisamente. Su estructura y temática está bien trabajada.
Saludos
Muy bueno, Susana. Espero que en el psiquiátrico tengan a punto los extintores de incendios.
Un abrazo.
En cuatro líneas, un mundo entero de zozobras, desasosiegos. Inquietante y estupendo.
Besos
Mientras sea en casa donde se haya dejado el mechero…
No lo entendía. He vuelto a leerlo y nada. Hasta que he mirado el título, que me lo había pasado alegremente. Y ¡alejop! Ahí estaba el detonador: se ha hecho la luz y todo se me ha revelado. Como un dibujo que según como lo mires aparece una imagen en 3D. Por eso me ha gustado triplemente.
Muy bueno (el título fundamental: la explicación).
Un beso, Susana.
Amparo Martínez Alonso
Petra, me alegra especialmente que hayas visto en el título la clave, en los micros hay que cuidar todos los detalles y este sobre todo. Virgi, una escena es un mundo, y si desasosiega, mejor. Ginette, vete a saber lo que está tramando este. Me inspiré para escribir en las torres gemelas, que con unos cutter las echaron abajo… Miguel Ángel, no he leído todavía los otros relatos, por aquí tienen que surgir historias de todo tipo, eso es lo bueno. Jesús, es que hay mucho sobrado por ahí que no se entera y no ve las señales de la catástrofe.María, yo ya estoy mayor para dormir en una tienda de campaña, mi espalda y eso, pero no temas, soy acuario, signo de aire, o sea que yo de fuegos nada. Paloma, encantada de que te veas obligada a imaginar, ese justo era mi objetivo.
Un abrazo a todos y gracias por vuestros comentarios.
Un texto cinematográfico, como dice Ana U. Una combinación muy lograda de diálogo y «narrador cámara». Si me permites una pequeña crítica, creo que te falla la última frase, el cierre. El narrador cambia de registro y mete una apreciación personal, un poco explicativa. El título perfecto.
Un beso.
Historia de frenopático que cada vez se da menos por el no poder fumar, pero que has convertido en una buena historia.
Un beso
Ana, pues mira, sí, parece que me han salido las escenas que yo quería. Fran, agradezco tu observación y ya me has hecho dudar. La voz que pretendía aquí es la del narrador omnisciente, que se refiere antes al doctor como si le conociera al decir «garabatear» y no «escribir» y por eso me permití esta licencia. Epi, gracias. A ver cuando me paso por tu relato (y por el de Ana).
Un abrazo a todos.
Hola, Susana. Un micro muy logrado, ya que hasta el título tiene peso en él, y hay que utilizarlo como llave para lograr la comprensión del texto. Un psiquiatra como muchos, displicente, sin darle la verdadera validez a las intenciones de sus pacientes. Mediste y dosificaste las palabras como en una receta ¿médica?
Susana, precioso texto bien escrito con mucha profundidad. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Qué bueno Susana, esas Voces me han encantado, especialmente la de Rodrigo. Una apuesta estupenda para el tema del mes con humor e ironía como ingredientes estrella.
Un abrazo
Buena historia, Susana y muy bien resuelta.
Suerte y un beso.
Patricia, yo también creo que el título es lo que más pesa, gracias por tus observaciones. Sotirios, si has llegado a sentir la profundidad del micro me doy por satisfecha. Paloma, esos son los ingredientes con los que quise jugar. Antonia, me alegra que te parezca bueno.
Cuatro abrazos y gracias.
Susana, te confieso que me ha costado pillar la historia. Estoy mayor. Gracias a los comentarios he logrado entenderlo, y como cuando en un crucigrama haces trampa mirando la solución, he exclamado: -¡Pues claro!, cómo no se me había ocurrido. Aun creo que no me encaja el mechero, a no ser que sea un párrafo trampa.
Has reducido la historia a solo 119 palabras. Ten cuidado, no te vaya a pasar como al que intentó enseñar a su burro a no comer, reduciendole diariamente la ración de avena y cuando estuvo a punto de lograrlo le falló el experimento porque el burro se murió.
Besazos, Susana
Ja,ja, muy bueno lo del burro, pero te pongo aquí el micro ganador de 6.000 € o 10.000 $, del museo de la palabra de hace dos años, 18 palabras son:
María Soledad Uranga recibe el Premio Museo de la Palabra por su microrrelato “Hace días que llueve”:
Hace días que llueve a cántaros. Y la gata se comió el último grillo que nos mantenía despiertos.
¿Qué te parece? a cincuenta mil de las antiguas pesetas cada palabra, casi ná, a ver dónde las pagan mejor. Ahora que lo pienso, eso es lo que gana un dirigente al mes en este país por contar mentiras,mmm, tengo que pensar en ello.
Un abrazo.
Qué caña de relato, Susana!! Qué bueno, no lo había leído o se me había pasado o noséquéhabráocurrido, pero me alegro de no habérmelo perdido!!
Y ese diálogo!!
Y yo que siempre pierdo los mecheros, ¡qué responsabilidad me impones!!
Gracias, Aurora. Creo que mi idea era que no hay que subestimar nunca a nadie, pese a que las apariencias inviten a ello.
Un abrazo.
Inquietante Susana. Lo has escrito con maestria, Es un concentrado perfecto. Lo he leido una sola vez y despues mi imaginación ha estado trabajando hasta unir todas las piezas que nos das en forma de pistas.
El resultado final: Una historia perfecta contada con las palabras justas.
Enhorabuena y suerte.
Susana, el diálogo es muy sugerente, aunque los personajes no dicen nada claro. Son «voces» que «los mandan los de arriba». Inquietante relato.
Un abrazo.
José Ángel y Nicoleta: habéis coincidido en definir al relato como inquietante, y eso me gusta, ser capaz de provocar esas sensaciones. Gracias a los dos por vuestras «voces», que para mí son de ánimo.
Un beso
Me gusta ese decir sin decir, que el lector descubra. Personalmente he tenido problemas en el diálogo inicial de saber quien en quien habla, problema mío que me cuesta ubicar diálogos sin acotaciones. Por lo demás, un buen micro para que se lo piensen. Venga, suerte.
Muy bueno, con muy poco nos haces ver que ese nerviosismo del protagonista esconde algo que el doctor no es capaz de ver. Me gusta. Muy logrados los diálogos.
Un abrazo y ¡Suerte!
¡Uf!, hemos coincidido un poquitín en los desvaríos…
Me gusta, bien encauzado, sin vueltas.
Un abrazo.
Lines
Ximens, Nieves, sí, creo que es un micro para que el lector piense y tarde un poco en ver la escena escondida. lns, he releído el tuyo que ya comenté en tu espacio. Estos temas psiquiátricos dan para mucho y más.
Un abrazo a todos.